Sale de su mundo de sueños, “Cuentos” de Chejóv; con su imagen de la Pilarica, conquistada en dura lucha a orillas del Ebro; él que iba para calendario y se convirtió en fiel marca páginas; él que tiene señalado en circulo rojo el día veinte, día del principio de un plan que en doce semanas me llevará a correr a Castellón; un plan, Dios mío, los que me conocen piensan que no va a llegar a buen puerto, sería el primero, y con sus certezas y mi incertidumbre he dado los primeros pasos de plan, que aunque no haga milagros espero cumplir hasta el final, y no por llevar la contraria.
Aunque la sola lectura de las claves para que éste tenga éxito no haga más que generar dudas, puedo estirar y hacer abdominales al iniciar y al terminar los entrenamientos, en esto no hay problemas; puedo hacer rodajes lentos, y más lentos si fuera necesario; puedo cambiar los días de entrenamiento, siempre que respete el día de descanso después del entreno de calidad, pero nunca debo juntar tres entrenamientos seguidos, ¡Nunca¡, recalca el plan, pero entonces no entiendo por qué en la octava y décima semana tengo cuatro días seguidos, quizás yo no entienda el significado de ¡Nunca¡; y el remate final, tendré éxito si lo sigo a pies juntillas, si no se curan en salud, será un fracaso y yo un fracasado claro, y la culpa será mía; y desde un principio saben que para un popular es imposible llevarlo hasta las últimas consecuencias.
Aunque una cosa tengo clara, con plan o sin plan estaré en Castellón corriendo su maratón.
Aunque la sola lectura de las claves para que éste tenga éxito no haga más que generar dudas, puedo estirar y hacer abdominales al iniciar y al terminar los entrenamientos, en esto no hay problemas; puedo hacer rodajes lentos, y más lentos si fuera necesario; puedo cambiar los días de entrenamiento, siempre que respete el día de descanso después del entreno de calidad, pero nunca debo juntar tres entrenamientos seguidos, ¡Nunca¡, recalca el plan, pero entonces no entiendo por qué en la octava y décima semana tengo cuatro días seguidos, quizás yo no entienda el significado de ¡Nunca¡; y el remate final, tendré éxito si lo sigo a pies juntillas, si no se curan en salud, será un fracaso y yo un fracasado claro, y la culpa será mía; y desde un principio saben que para un popular es imposible llevarlo hasta las últimas consecuencias.
Aunque una cosa tengo clara, con plan o sin plan estaré en Castellón corriendo su maratón.