miércoles, 29 de noviembre de 2017

CLAUSURA VII COPA DIPUTACIÓN: FOTOS

El viernes, en el Auditorio de Villadangos, con la Gala de clausura de la VII Copa Diputación Carreras Populares de León, en la que se entregaron los premios a los ganadores, se dio por finalizada la Copa.
Con un poco de retraso, aunque más vale tarde que nunca, os dejo el enlace de las fotos, que Ángeles sacó del evento.
FOTOS: PINCHAR AQUÍ.

sábado, 25 de noviembre de 2017

RE-VERSOS: ISMAEL ENRIQUE ARCINIEGAS

Cuando las hojas caen....

   ¡Qué tristes los crepúsculos
   De días otoñales!
¡Qué pronto que anochece para el que sueña solo!
Detrás de las vidrieras ¡qué largas son las tardes!
   Desiertos de parejas
   Los bancos en el parque...
Ya no se ven los claros vestidos de otros días;
Trajes oscuros, y hojas que ruedan de los árboles.

   Danzando van las hojas
   Por plazas y por calles.
Coches y coches pasan; adentro amor y besos;

Aquí el recuerdo, y solo, mientras las hojas caen.

   El parque se ennegrece...
   Sobre los bancos, nadie.
¡Cómo baja la noche sobre las almas solas!...
¡Qué tristes los recuerdos cuando las hojas caen!


de Ismael Enrique Arciniegas

sábado, 18 de noviembre de 2017

CRISTALES

El piramidal, el isquio, me está dando un poco la lata. Ahí tengo a Omar, mi fisio; que le hable me dice mientras me hace ver las estrellas. ¿Qué ha sido de nuestro pacto de no agresión?.
Que estoy saliendo poco a correr ya es mucho decir. Solo tengo recuerdos. Quiero volver a disfrutar del correr. De ese salir a trotar plácidamente, que permite disfrutar de esas otras cosas. De la compañía o de la soledad. Del frescor de la mañana o del oscurecer de la tarde. De jugar con los pensamientos o simplemente de no pensar. De los viejos caminos o de los que están sin explorar. Del paisaje, de su belleza otoñal, que tiñe todos los caminos de mil colores, que no me lo quiero perder.
Quiero dejar atrás el blanco y el negro, y los grises, y volver a los colores. Quiero volver a las sonrisas.

jueves, 9 de noviembre de 2017

DESNUDO

Llega el otoño, y con él el paisaje se queda desnudo.
Igual que me siento cuando dejo de correr, cuando el cuerpo se pone a descansar. Desnudo de alma.
Aprovecho esa relajación para alejarme del mundo, en busca de ese camino que me conduce a mi otro yo. Saboreo una soledad, que hoy comparto con ese solitario árbol, que descansa al borde del camino; con ese viejo palomar, que desconfiado mira en la distancia; o con esa piedra, que obligada por mi pie corretea delante de mí.
Camino disfrutando de las pequeñas cosas, de la sencillez de un frio paisaje; de ese respirar aire puro que me llena de olor a tierra.
Tranquilo, con las prisas que me deja el desasosiego interior, buscando en la lejanía esa silueta que venga a mi encuentro, corriendo o andando, y pensando en que igual pasa ignorándome o en que quizás me sonría cuando nuestras miradas se crucen, y me rescate de la apatía.
Desnudo como ese árbol que despojado de su vestimenta deja pasar los tibios rayos del sol.