jueves, 29 de septiembre de 2016

Maratón de Bilbao: 7 y 8ª Semana



Del 12 al 25 de septiembre
La realidad va tomando forma y se va pareciendo a lo pensado. Durante estas dos semanas la perspectiva ha cambiado. Los entrenamientos, con más o menos cambios, y con permiso de las carreras van saliendo, lo que ha hecho que la distancia recorrida se aproxime a lo planificado. Así que siendo positivos, dos semanas menos.
El kilometraje de estos quince días ha sido casi el mismo, ya que la séptima semana me deja con 64´840 kilómetros y la octava con 64,290. Distancias muy parecidas a la preparación de otros maratones.
El pesimismo por el “no llego” ha quedado en anécdota, dando paso a un tiempo de sonrisas.
Dos semanas en las que he huido de temores y he empezado a acariciar esperanzas.

“El temor y la esperanza nacen juntos y juntos mueren” de Pietro Metastasio.

domingo, 25 de septiembre de 2016

VII CARRERA DE RELEVOS: FOTOS



Hoy se disputó la VII Carrera de Relevos “De Castillo a Castillo”. Prueba estrella de la Copa Diputación Carreras Populares de León. La carrera de tres relevos, discurría entre las localidades de Alija del Infantado y Palacios de la Valduerna.
La primera etapa, de 9 kilómetros, se disputó entre el castillo de Alija del Infantado y el castillo de Quintana del Marco.
La segunda etapa, de 6 kilómetros, tuvo lugar entre el castillo de Quintana del Marco y el castillo de Villanueva de Jamuz.
Y la tercera etapa, de 17 kilómetros, se corrió entre el castillo de Villanueva de Jamuz y el castillo de Palacios de la Valduerna.
Buen día para disfrutar de MI EQUIPO, el NUNCA CORRERÁS SOLO, de una carrera que es la suma de esfuerzos. Donde el compromiso y solidaridad entre los diferentes miembros de los equipos es lo importante. Me encanta esta carrera.
Os dejo con el enlace de las fotos, de las diferentes etapas.

lunes, 19 de septiembre de 2016

VI Fontañan Xpress: Robles y hayas



Ocho días han pasado desde que subí al Fontañan, tiempo más que suficiente para contar mi historia. Así que cuatro debe de ser suficiente, creyó él. Para que alargar la espera. Todos esperando tras la línea de salida. Y empieza la cuenta atrás: cuatro, tres, dos, uno, ¡ya!. El grupo de corredores se lanza a la aventura por las calles de Pola de Gordón. Pronto dejamos el asfalto para encaminar la senda, una pequeña galería verde, que nos oculta el cielo. Senda de sube y baja, de enfilar a los corredores, de andar y trotar. Robles y hayas a los que el otoño ya amenaza sus verdes. Sombras y sol. Senda de toboganes, de siempre mirar hacía arriba. La senda se ensancha y se convierte en camino, pero poco dura eso. Vuelta a sendear. A aspirar un aire que poco a poco va calentándose. Avanzo junto a mi compañera, sin tiempo para contemplar el entorno. Ante mí la empinada subida, árboles que ascienden, hojas muertas en el suelo, tierra gris, gotas de sudor que se precipitan al vacío, dedos que buscan agarrarse a un imposible, pies que resbalan. Una subida que parece no tener fin. Paso a paso. Sin prisa. El cielo se abre, se acerca la cima. Ya nada oculta el sol. El primer avituallamiento, recargo agua, y sin demora continúo buscando el sosiego del esfuerzo. La vista parece no tener fin. “Ha merecido la pena”. La calma vuelve poco a poco al cuerpo. El ritmo se va acoplando a la bajada, a los miedos. El segundo avituallamiento, es un llegar y seguir. El tiempo apremia, y la pista que se abre ante nosotros nos devuelve la confianza. No dura mucho la alegría, y casi por sorpresa, cuando más cómodo íbamos, nos topamos con ese giro que nos vuelve al estrecho camino, a otra galería verde, que se va cambiando a senda. A la prudencia. “Ya queda poco”, nos dicen. Y entre ese poco la última subida que, después de tanto bajar, se atraganta en las piernas. El último esfuerzo en esa senda abajo que se abre de nuevo al asfalto. Corremos los últimos metros lejos de los verdes y grises, con la vista puesta en el arco de meta. En el final de los esfuerzos.
De vuelta a la calma, con tiempo para la charla y las risas. Para el intercambio de anécdotas. Para disfrutar de una buscada compañía.

martes, 13 de septiembre de 2016

Maratón de Bilbao: 5ª y 6ª semana

Del 29 de agosto al 11 de septiembre
¡Como pasa el tiempo! Pero a pesar de ello, de eso que es inevitable, la idea inicial sigue intacta. Esa primera idea de la que han ido surgiendo otras, y de estas otras, y así hasta que todo este tinglado vaya tomando forma. 
Todas estas ideas, tanto la primera como todas las demás, tienen un denominador común: Disciplina. A pesar de todos los obstáculos estas semanas he podido cumplir con aquella idea inicial. He podido recorrer más kilómetros, realizar los entrenamientos con menos distracciones, y aunque siento que sigo corto, también tengo la impresión de que algo ha mejorado.
Semanas de cuatro salidas, como siempre, y en lo habitual, rodajes, series y tirada larga. La quinta deja en mis piernas 51´150 kilómetros y la sexta, en soledad, 53´680 kilómetros.

Sumando. Poco a poco. Sumando kilómetros. Sumando esfuerzos.

“La disciplina es la parte más importante del éxito” de Truman Capote

jueves, 1 de septiembre de 2016

2+2=2



Dos Carreras. Dos Leguas. Dos pueblos, Santa María del Páramo y Audanzas del Valle. Una de noche. Otra de día. En las dos tocó correr deprisa, que no volar, no porque no quiera, sino porque no puedo. 
XIII Legua Nocturna Popular. Primero Santa María del Páramo, primero la noche. Mientras me acerco a la línea de salida un pensamiento llena toda mi mente “no cometer errores”. Espero, bajo la espigada torre de la iglesia, la cuenta atrás, y el lanzamiento a la carrera. Corro, esquivo, respiro, miro a mi alrededor, cojo mi ritmo. “Voy algo rápido” comento a mi compañero. “Yo también” me dice. Le veo alejarse poco a poco. Me siento cómodo, eso es lo importante. El griterío de la gente anuncia que estoy terminando con la primera vuelta, atrás queda ya. Otra vez la calle que  me echa del pueblo, el carril bici, esta vez más oscuro; otra vez el recordatorio de “no cometer errores”; otra vez seguir los ritmos a mi ritmo; otra vez de vuelta; otra vez la algarabía. El último esfuerzo para entrar al estadio, para recorrer esa pista de atletismo, para esprintar esa recta. Para cruzar esa meta. Para mirar al cielo y ver la noche, y ver la luna.
III Legua Popular. Audanzas del Valle, después el día. El pensamiento, mientras busco la salida, es el mismo: “No cometer errores”. La cuenta atrás lanzada por el Dani, el speaker, que nos lanza a las calles del pueblo. Al calor. A inspirar bocanadas de fuego. Tranquilo con la consigna clara. Los primeros metros favorables, después giros y más giros, camino, polvo y vuelta a los giros. Dos aplausos y cuatro vamos. Una vuelta, y ahogado, con la garganta seca afrontó la segunda vuelta. Eduardo, de Leoncorre, que tira de mi. Creo que voy bien, pero las piernas, ahogadas, no tiran. Esfuerzo tras esfuerzo. Esfuerzo a cada giro. Y como si fuera un fórmula 1, modesto claro, voy de 100 a 10 y de 10 a 100 en cada curva, en cada giro. En ese último giro, para dejar atrás la iglesia y embocar la corta recta. Para cruzar esa meta. Para buscar, ansioso, esa botella de agua que calme mi sed. Para mirar al cielo y ver el día, y no ver la luna.
Y esto, más o menos, es lo que pasó en dos Carreras. En dos Leguas. En dos pueblos, en Santa María del Páramo y en Audanzas del Valle.
Y lo mejor, con la compañia de los mios.