sábado, 30 de mayo de 2015

RE-VERSOS: ROQUE DALTON GARCÍA



Como tú

Yo, como tú,
amo el amor, la vida, el dulce encanto
de las cosas, el paisaje
celeste de los días de enero.

También mi sangre bulle
y rio por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.

Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.
 

Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.

de Roque Dalton García

miércoles, 20 de mayo de 2015

ANSELMO Y LA AMISTAD



Cuantas veces he oído o leído que “Un amigo es aquel que llega cuando el mundo se ha ido”. Anselmo es mi amigo. No es el primero en llegar y tampoco el último en irse, pero es buena gente. En más de una ocasión, en uno de esos interminables cafés, me ha comentado que quiere irse al Tíbet. Nunca me ha dicho el porqué, aunque intuyo que está cansado de la mala gente, de esa que practica como único deporte la critica gratuita.
Ayer, entre sorbo y sorbo de café, me contó la siguiente historia de amistad, una de esas historias que a él tanto le gustan y que siempre te hace pensar:
En plena guerra, un soldado le dice a su superior: "Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo."
- "Permiso denegado.", replicó el oficial.
- "No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto."
El soldado haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso: "¡Le dije que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres! Dígame, ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver?".
Y el soldado, moribundo, respondió: "Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: ¡Estaba seguro que vendrías!".
Al terminar su pequeño relato me preguntó “qué te parece”, y sin tiempo para contestar sentenció: “hay amigos que vienen y van, pero los verdaderos amigos siempre están ahí”.

sábado, 16 de mayo de 2015

DE LEÓN A OVIEDO



Hoy hace ocho días, o siete según se cuente, fui con los amigos de “A Santiago contra el cáncer” corriendo por relevos hasta Oviedo, por el camino del Salvador. Dicen que “todos los caminos llevan a Roma”; si hacemos caso a esa afirmación se puede decir que “todos los caminos llevan a Santiago”. Al mismo tiempo se oye que “quien va a Santiago y no va a San Salvador, sirve al criado y deja al Señor".
No voy a entrar en quién es el criado y quién el Señor, esto que lo discutan los lugareños. Pero si pude comprobar que todos los caminos van a Santiago, y que también hay caminos y caminos.
El proyecto de “A Santiago contra el cáncer” gira alrededor de la solidaridad; recaudar fondos para la lucha contra el cáncer haciendo lo que nos gusta: correr.
Este año, en junio, volveremos a Santiago con la  ilusión de que un día el cáncer deje de ser noticia y pase de ser presente a ser pasado. 
La expedición de “A Santiago contra el cáncer 2015” ya está en marcha, si puedes ayudar, y tienes la ocasión, no dudes en hacerlo. Cualquier aportación económica, por pequeña que esta sea, es una gran ayuda. Todo suma.

jueves, 7 de mayo de 2015

XXIX Carrera Popular El Salvador: Mi historia



La calle se llena del silencio en recuerdo de nuestra amiga Ana, de las Mujeres Running de La Bañeza; un emotivo silencio roto por los aplausos de los corredores.
Y tras ese minuto, y los aplausos, el toque de silbato que desato la estampida de los corredores. Salida rápida en la que pronto nos encontramos con el muro de la carrera, esa subida corta, pero que se clava en las piernas a cada vuelta, para después de un pequeño llanear iniciar la vertiginosa bajada, y otra vez al llano. La respiración no se alía con las piernas y eso para mí no son buenas noticias; empiezo a darme cuenta de que hoy no va a ser un buen día, he salido rápido, algo que  no debía haber hecho, pero desgraciadamente el error ya estaba cometido. Pude haberlo corregido, pero ya metidos en harina decidí seguir en el engaño. Las calles por las que ahora transcurre la carrera no ayudan mucho, pero el llegar a las calles del centro de la villa hace que las sensaciones mejoren, o al menos el cansancio se nota menos, lo que ayuda a rematar la primera vuelta, y después a repetir una segunda y otra tercera vez, poniendo esfuerzo en cada zancada para no irme de la carrera, y cruzar la meta con el recuerdo de una amiga. Hasta siempre.