miércoles, 30 de marzo de 2011

TIEMPO DE MOTIVACIÓN: TIEMPO DE MARATÓN

Parece que fue ayer, pero hace tiempo que tomastes la decisión de correr tu primer maratón, una historia que empezó como un juego innecesario, como un quizás, o como ya veremos hasta donde llegamos; hiciste una apuesta arriesgada, en la que puede que pocos creyesen, y ahora se acerca el momento de recoger el resultado de esa apuesta.

Es el momento de alejar miedos y dudas, es el momento de ser optimistas, de mirar de frente, es el momento de hablar de tú a tú.

Has entrenado fuerte y bien, has superado situaciones adversas, has creído en ti, y todo eso tendrá su recompensa.

Gracias a tu entusiasmo has conseguido que los que te rodean se impliquen en tu reto, y quizás eso ha hecho que afrontases las exigencias de los entrenamientos con más energía, con más entusiasmo.

Se acerca tu momento.

lunes, 28 de marzo de 2011

3, 2, 1, MAPOMA

El despertar de la media leonesa es plácido y aún con los recuerdos vividos durante el fin de semana a flor de piel. Pero no podemos quedarnos quietos, hay que seguir el camino que nos acerque a Mapoma, un camino que ahora se me antoja despejado y qué más que nunca exige humildad.

A pesar de todo la semana ha sido escasa en entrenamientos y escasa en intensidad, salvo el domingo.

El lunes una suave sesión de seis kilómetros, con la sana intención de recuperar el cuerpo y de serenar el alma.

El próximo rodaje, y por motivos que no vienen a cuento, no lo pude realizar hasta el viernes. Demasiado tiempo desde el anterior, lo que me hizo empezar con cautela y a elegir un recorrido sencillo y de tan solo diez kilómetros, donde la intensidad y las buenas sensaciones fueron apareciendo a medida que daba cuenta de ellos.

Y llegó el domingo, el plato fuerte de la semana, el día de la tirada larga con Sonia. Quedamos a las once con Mauri, una hora más tarde de lo habitual para recuperar el cambio horario, con un día nublado que de vez en cuando nos regala suaves gotas de frescor. Pronto cogemos un ritmo demasiado rápido y se lo hago saber a Mauri, pero Sonia parece que va bien y “que narices esto es un entrenamiento” y cada vez quedan menos, “vamos a ver hasta dónde llegamos”. Los kilómetros, las cuestas, los toboganes, el viento, todo va quedando atrás, mi hombro no va por delante, corremos hombro con hombro, corremos y corremos.

Mientras estiramos y repasamos el entrenamiento, el de hoy y los que ha habido hasta hoy, pienso en la satisfacción que me produce ver la progresión de mi hija y que ahora más que nunca hay que tener los pies en el suelo.

sábado, 26 de marzo de 2011

DEUDA DE AMISTAD

Unos se irán a la playa, otros elegirán la montaña, y otros, los más, sencillamente se quedarán con su Semana Santa, llenando las calles de ciudades y pueblos de nuestra España para disfrutar de su gastronomía y de sus procesiones, de su música y su imaginería.
Y para que nosotros o para que yo pueda disfrutar de esa Semana solo tengo, llegado el momento, que salir a la calle; pero a los verdaderos protagonistas no les vale solo eso, tienen que prepararse para que todo salga bien, dedicando muchas horas y muchos días, quitando tiempo de su tiempo.

Hoy aprovechando uno de esos ensayos, de esa preparación a la Semana Santa, he asistido a un concierto de Bandas de Música de Semana Santa, con el que, por fin, he podido pagar una deuda de amistad; deuda solo impuesta por mí y que nunca ha sido reclamada por nadie, pero que quería satisfacer; además el pago de esa deuda no me ha exigido ningún esfuerzo, solo tener tiempo libre, y hoy si lo tenía.
El concierto se celebró en el centro comercial León Plaza, aún quedan dos sábados más, y quién sabe igual tengo hasta más tiempo libre.

lunes, 21 de marzo de 2011

III MEDIA MARATÓN CIUDAD DE LEÓN: EL DÍA ESPERADO

La historia de la III media maratón ciudad de León no empezó el día 20, lo hizo mucho antes, quizás en el momento de acabar la segunda edición, y quizás la he ido viviendo desde aquel día.

Y llegó la víspera, y llegaron mis amigos, y juntos fuimos a por los dorsales, y juntos comimos, y juntos recordamos las calles de León, y juntos nos tomamos unas cervezas…..

Y llegó el día, y juntos nos sacamos la foto, y juntos nos fuimos a calentar, y juntos nos situamos en la línea de salida, y juntos empezamos la carrera, y nos deseamos suerte, y… empiezo a correr ya pensando en mi objetivo, en mi plan, en esos primeros kilómetros en los que espero coger el ritmo más adecuado, el que menos sufrimiento me exija.

Y así llego, llegamos, a San Marcos, continuo con la cabeza fría; es pronto, demasiado pronto, pero voy cómodo y creo que el ritmo que llevo lo podré mantener; pasamos el cinco, superamos la cuesta de la carretera de Carbajal, pasamos el seis y mantengo la marcha de crucero; alcanzamos el globo de 1h45´, y fácilmente lo superamos, ahora hay que poner tierra de por medio y esa vuelta a las calles de León ayuda, y mucho; mi liebre particular va suelta y empiezo a tener problemas para seguir sus pasos; empiezo a pensar que intentar mantener el paso que llevamos me puede lastrar durante el resto de carrera, y este año no quiero sufrir, quiero disfrutar de la carrera; y antes de enfilar la subida de la calle Ancha se separan nuestras zancadas, tendremos más ocasiones; ahora empieza mi lucha en solitario, cuando oigo la música que nos homenajea frente a nuestra Catedral, grandiosa, cuando oigo los gritos de ánimo de Sandra, cuando recibo los discretos ánimos de Ángeles, mi ángel; y en esa lucha transito por la palomera, sin pena ni gloria; y cuando troto con el ritmo adormecido, abstraído, me sacude L.A., me pasa y me saca de mi ensimismamiento, y vuelvo a luchar por mi meta, adelanto a los que puedo e intento seguir aunque solo sea unos metros a los que me adelantan; me acerco a mis lugares de entrenamiento, La Granja, La Candamia, “no, hoy no subiré a los pinos”, las dejo atrás con la alegría de llevar un dorsal; al límite de mi esfuerzo entro en La Lastra, “Saturnino, eres nuestro héroe” me grita Alfonso y Begoña, “gracias” les digo, “ya está hecho” me digo; y con esos gritos de Alfonso y Begoña me exprimo en busca de la meta, instintivamente miro el crono “aún puedo”; sigo y sigo, y el público encajona la calle para los corredores, y entro en un hispánico abarrotado de gente, de griterío, y corro su recta, y mi miro el reloj de meta y sé qué no he conseguido uno de los objetivos, pero sé que he conseguido el otro, he disfrutado de mi carrera.

Sin tiempo para estirar, sin tiempo para los amigos, con las prisas del reencuentro, con el pensamiento en mi hija; sin tiempo para sufrir veo como vuela sobre la pista de atletismo, con alegría, con sorpresa miro hacía el crono, me emociono, “sabía que estaba para bajar de dos horas”, me voy en su busca, nos abrazamos; me cuenta rápido, quiere ir en busca de su amiga, de Mariu, pero no le da tiempo, en compañía de Aitor, ya flota sobre el tartán, traspasa su meta.

Y hoy, bien pensado, que importa mi carrera.

No puedo acabar la crónica de esta media sin decir que nos dimos un gran homenaje con una gran comida, y sin agradecer a todos los que durante la carrera me dieron su aliento, gracias.

viernes, 18 de marzo de 2011

LEÓN: SILENCIO PARA SOÑAR

Acabo de correr, última salida de la semana, el domingo la media de mi casa; estoy estirando, veo a lo lejos los pinos, los árboles de La Candamia, pienso en la carrera en su estrategia, y mientras todo esto sucede me sorprende el silencio, y disfruto de ese silencio en compañía de mis pensamientos, y me dejo envolver por mis sueños.
Dos días para la media de León, dos días para disfrutar y quedar satisfecho de la carrera o dos días para quedar con la triste sensación de que todo podía haber ido un poco mejor.
Correr por la ciudad que nos ha visto crecer y que nos ve vivir día a día resulta complicado, quizás nos exigimos demasiado, quizás no queramos defraudar o defraudarnos, y quizás esa sobre exigencia haya hecho que las dos ediciones anteriores no terminaran de dejarme satisfecho.
Pero a la tercera va la vencida, no hay disculpas; he entrenado bien, tengo clara la estrategia de carrera, tengo claro lo que quiero y para nada soy exigente; estoy convencido, o eso creo, de que tengo que correr con cabeza y no con el corazón, fácil ¿no?.
Y ya para terminar, desear suerte a la organización, a los atletas y a todos los corredores populares, que somos muchos, y sobre todo que disfrutemos de una gran carrera.

domingo, 13 de marzo de 2011

CAMBIO DE MÚSICA

En estos quince días apartado de este blog, de este mundo que me une a la mayoría de vosotros, he seguido corriendo, he seguido entrenando, mirando de frente el lejano objetivo (mapoma) y mirando de reojo el objetivo cercano (media de León), he seguido con la rutina planificada, o bien podía decir que mi hija y yo hemos seguido.

En la media de la Latina (27 de febrero) se produjo un punto de inflexión, o quizás eso sucedió ocho días antes, no lo sé, pero algo ha cambiado, ganando en “Motivación, Confianza e Ilusión” muchos enteros.

La tirada larga del pasado domingo fue buena y me dejo más que satisfecho; la música empezaba a cambiar, “¿Qué tal vas?”, “Bien, no me duele nada”; música celestial para mis oídos de padre.

Y si la tirada larga del otro domingo me dejo satisfecho, la de hoy me ha dejado mucho más; ya no tengo que motivarla, solo escucho su respiración y sé que va bien; estamos ya en el ritmo de carrera y aún por delante cinco semanas para memorizar ese ritmo.

En otro orden de cosas, deciros que el próximo domingo (20 de marzo) se celebra la III edición de la media de León, la edición de la confirmación en la que seguro se agotarán los 2200 dorsales previstos por la organización, y en la que locales y visitantes disfrutaremos de una bonita carrera.

Si algún despistado no tiene que hacer el día veinte, pues ya sabe, a correr por León, os esperamos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

LA LATINA: PENÚLTIMO TEST

Volvemos a enfilar la carretera de La Coruña en dirección a Madrid, lo que es sinónimo de fin de semana intenso, de disfrutar de mis sobrinos, de la cena del viernes en el Sector 3 y su tertulia y sus chupitos, de la comida pre-carrera del sábado y sus locuras, y de la carrera del domingo y el reencuentro con los amigos de aventuras.
En esta ocasión nos esperaba la VI edición de la media de La Latina; una media que no tenía intenciones de correr, que no hubiese corrido si no es por mi hija, si no es por su preparación para el Mapoma.
En ese camino fijó como objetivo tres medias, Getafe en enero, La Latina en febrero y León en marzo.
En la primera, en Getafe, creo que cumplió las expectativas.
Y en La Latina, a pesar de los últimos reveses, pasó con nota; la carrera transcurrió sin contratiempos y corrió arropada en todo momento por los amigos del “Nunca”, Carlos y Abe, y por mí; empezó bien, llaneando al ritmo previsto y aprovechando las bajadas para recuperar y sufriendo en los repechos; fue de más a menos, pero supo sufrir; conoció la temible Casa de Campo (ya sabe que no se come a nadie, que no tiene dientes); volvió a recuperar la confianza, si es que alguna vez la perdió, una confianza muy necesaria a la hora de afrontar su gran reto.
Próxima y penúltima parada: León.