miércoles, 30 de diciembre de 2009

FIN DE FIESTA

Hoy hemos vuelto a cumplir con una tradición, acabar el año con nuestro particular fin de fiesta y haciendo lo que nos gusta, corriendo; corriendo por las calles de nuestra ciudad la XIII San Silvestre popular Ciudad de León, rodeados de familiares y amigos.
Mientras recorría esas calles, las que durante el año han ido viendo el transcurrir de la vida diaria, me venían a la memoria esas carreras en las que he participado, todos esos amigos que he conocido, esos momentos que se han convertido en recuerdos imborrables, y que ya forman parte de mí.
Ahora, ya relajado, miro la parte derecha del blog, veo el listado de carreras y los recuerdos se agolpan en mi cabeza; sin duda cada carrera ha tenido su buen momento; pero puestos a elegir me quedo con esa I media maratón Ciudad de León; con esa vuelta al Angliru, en una año en que todo hacía indicar que no lo haría; con esos 100 km. en 24 horas, con ese sinsabor del abandono de mis amigos Abe y Ángel; y como no, con esos tres maratones (Sevilla, Madrid y Zaragoza).
También, en esa misma parte derecha, veo ese listado de los blogs que sigo, y que al mismo tiempo pierden un poco de su tiempo en leer mis divagaciones, y que poco a poco ha ido creciendo, a todos gracias.
Todavía me ha quedado tiempo para repasar esas fotografías, las de las carreras, para volver a emocionarme con alguna de ellas; pero de entre todas me quedo con dos, y no me resisto, las quiero compartir con vosotros.
La primera pertenece a la media maratón de Ávila y fue tomada por el amigo Carlos.
Y la segunda, tomada por mi compañero del “Nunca correrás solo” Ángel, y corresponde al descanso después del deber cumplido, acababa de terminar los 100 km. en 24 horas.
Aunque lo más emotivo de todo lo que ha rodeado este mundo de carreras, durante este año 2009, ha sido el compartirlas con mi hija Sonia.
Vuelvo a mirar el listado de las carreras, ese listado que dentro de unas horas estará vacío, y que sin duda volverá a llenarse de buenos momentos, en los que estaréis todos vosotros.

martes, 22 de diciembre de 2009

PARTAMOS DE CERO

Comentaba hoy a Sonia, durante una suave y placentera salida, que tiene que aprender a sufrir en los entrenamientos; que no tiene que forzar pero que poco a poco tiene que ir cogiendo más fondo, lo que acabará ayudando en carreras de larga distancia; que no tiene porqué agobiarse con los entrenamientos, que simplemente salga a correr, y se olvide de esos planes de entrenamientos, duros en ocasiones, y disfrute haciéndolo; que fije una buena base y después piense en mejorar, pero después, nunca antes.
No somos profesionales, ni vivimos de esto, ni pensamos vivir; que los entrenamientos y los retos programados no son palabra de Dios, se pueden modificar, no son inamovibles, y se puede partir de cero todas las veces que nos venga en gana.
Para correr son necesarias las piernas, pero también es necesaria la cabeza y el corazón; además no siempre llega más lejos el que más corre.

domingo, 20 de diciembre de 2009

HELADO Y SIN GANAS

Empecé la semana con la intención de recuperar el tiempo perdido, así el lunes, con el cuerpo aún digiriendo el esfuerzo del fin de semana, me enfundé mis mallas para a ritmo suave ir recuperando la rutina, hoy no era cuestión de hacer un entrenamiento largo, ni medio largo, no iba a desafiar a la naturaleza, así que una tiradita de 30 minutos me pareció lo más correcto para ir sincronizando.
El martes ya buscamos un poco de exigencia, por lo que buscamos el camino que nos lleva a los pinos, a las cuestas, para rematar la faena en cuarenta y ocho minutos, y terminar con ganas de volver a salir.
El miércoles día designado para la recuperación y asimilación, de todo, de los rodajes y de los excesos.
El jueves teníamos una tirada algo más larga, pero las condiciones climáticas, que nos dejo en León una gran nevada, impidió esa salida y la del sábado.
Hoy tampoco pensaba salir, la desgana y el frío lo impedían, pero una llamada de Mauri hizo que la cosa cambiase, y así desafiando al frío y a la nieve hicimos una tirada de 1h25´, que no esta nada mal para ir despidiendo el año; una tirada tranquila y hablando de futuros retos y objetivos, de los que unos daremos cuenta y otros quedaran guardados en el baúl de los sueños. También recordando y enviando, desde la distancia, un último aliento al amigo Ángel de la Mata, que este fin de semana se enfrentaba a las “24 horas en pista-Mataró TV3”, prueba que se desarrollaba entre las 12:00 horas del día 19 y las 12:00 horas del día 20, y que pude seguir a través de Internet.
Ángel, en una clasificación creo que oficiosa, finalizó en una meritoria séptima posición, habiendo recorrido 203 kilómetros y 532 metros, que no esta nada mal. Felicidades campeón.

viernes, 18 de diciembre de 2009

PISANDO HUEVOS

Hoy he estado tomando un largo café con mi vecino y amigo Anselmo, el tiempo estaba para eso, nada más; me dice que le gusta la nieve, también que es bueno que nieve y por qué no, que es bonito ver nevar, sobre todo cuando, como él, no tienes nada que hacer, y puedes disfrutar o jugar con ella.
Pero ¡ay!, continúa diciéndome, la cosa cambia si no te queda más remedio que salir a la calle para trabajar o para hacer compras, y tienes unos mandatarios municipales instalados en la demagogia, entonces sí que se complica la vida, además de jugársela, sobre todo las personas mayores.
Ha estado nevando desde el miércoles por la mañana hasta la madrugada del jueves, ha caído una nevada considerable, digna de la mejor estampa navideña, hoy estamos a viernes y la ciudad es un caos.
- ¿Cuántos operarios municipales has visto recomponiendo el caos?, me pregunta.
Pienso unos segundos, lo suficiente para que no repita la pregunta.
- He visto un par de brigadas municipales, compuesta de tres operarios cada una, sin embargo sí he visto a un montón de ciudadanos, pala en mano, limpiando las aceras o despejando paso de peatones, le respondo.
- Sí señor, dando ejemplo de civismo, eso es digno de mención.
- Por eso lo menciono, ¿no?.
No calla, está lanzado, y a pesar de que hace un rato echó el azúcar sigue dando vueltas al café.
- Y ¿qué me dices de los responsables municipales? Desaparecidos, no sé dónde se han metido durante este tiempo, quizás ya de vacaciones de navidad, o quizás enzarzados en alguna discusión inútil que nada importe al ciudadano. Claro, los problemas para transitar por la ciudad ya se solucionarán cuando se derrita la nieve (dentro de quince días) o echándonos la culpa por salir de casa”.
- Ya, ellos son así.
- ¿Sabes qué frases son las que más he oído estos días?, vuelve a preguntarme.
- No, le contesto.
- Dónde está el Ayuntamiento, sólo nos quieren para pagar, no hay derecho, no tienen vergüenza.
- ¡¡!!
- Llevo dos días que parece que voy por la calle pisando huevos.
- Pues ten cuidado no pilles alguna liebre.
- Sólo me faltaba eso, replica.
Quizás mi amigo tenga razón, pero desgraciadamente eso no va a hacer que las cosas cambien, quizás si hubiesen estado las elecciones cerca...
Foto de Mauricio Peña (La Crónica de León)

lunes, 14 de diciembre de 2009

COSTUMBRE O TRADICIÓN

El lunes me metía en las zapatillas con ganas, ya sabía que sería una semana complicada y que tenía que aprovechar el tiempo, así que en compañía de Sonia afrontaba el que a la postre sería la tirada larga de semana, con una mañana soleada que daba calor a nuestros pasos empezamos nuestro rodaje, ritmo tranquilo y sosegado, al menos para mí, para dar cuenta de 1h15´ que a ella le sirve para ir cogiendo fondo y a mí para no perder la forma.
Las obligaciones profesionales impidieron que el martes y el miércoles pudiese disfrutar del correr.
Ya metidos en el jueves me dispongo a una tirada en la que las protagonistas serán las cuestas, con cincuenta y cinco minutos dedicados a ellas, eso si que es amor.
El viernes vuelvo a las cuestas, pero esta vez solo cuarenta y cinco minutos, y no por falta de amor, sino que de tiempo.
Y así, con más pena que gloria, acabo la semana deportiva, el fin de semana estaba dedicado a otras correrías.

El sábado por la mañana cumplía con una tradición o quizás con una costumbre que desde mi lejana infancia llevo acabo; costumbre o tradición que quizás tenga los días contados, aunque mientras los abuelos tengan ganas y fuerzas seguiremos alimentando, me refiero a la matanza del gocho, como por esta tierra se llama; y por supuesto para remate la agradable comida alrededor de la mesa camilla, con ese brasero, hoy ya eléctrico, calentando nuestros pies, puesto que nuestro cuerpo no necesita más calor, las diversas y abundantes viandas lo calientan de sobra.

Para continuar con el ajetreado fin de semana, por la noche, a las 22:00 horas cita con la cena de empresa, otra costumbre o tradición, aunque esta de más reciente implantación, donde además de pasarlo bien debería servir para rebajar tensión y limar asperezas con esos compañeros con los que en alguna ocasión has tenido algún encontronazo; una buena cena y una o unas copas a veces hacen milagros.

Pero el fin de semana, no había terminado, con pocas horas de sueño, y después de una rápida y reconfortante ducha, me dirigía hacía la localidad de Busdongo, tenía cita con las “XIV Jornadas Gastronómicas de la Tercia”, otra joven tradición o costumbre, donde en compañía de buenos amigos dábamos cuenta de otra buena comida y de otra agradable sobremesa.
Y así entre tradiciones o costumbres, con unas ganas locas de salir a correr, terminé la semana.

sábado, 12 de diciembre de 2009

RE-VERSOS: ANTONIO MACHADO

A UN OLMO SECO (Soria, 1912)

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

domingo, 6 de diciembre de 2009

RECUPERANDO LA CALMA

Y la motivación por correr, algo que después de un gran esfuerzo, de un gran reto se pierde un poquito, como si con el objetivo cumplido nuestro cuerpo se sublevase y dijese “ya esta todo hecho”; así que después de un pequeño descanso volvemos poco a poco a ponerlo en marcha.
Cinco salidas me han dejado la semana; el lunes (30) tiradita de 33´, con toda la calma del mundo; el martes (01) rodaje de 57´44´´, salida en la que acompañé a Sonia, y me sirvió entre otras cosas para revisar su estado después de Dragonte, e ir inculcando espíritu de sufrimiento para que esa cabeza se haga cada más fuerte, se olvide de temores y aleje sus fantasmas; el miércoles (02), de nuevo salida corta, 36.56´´, y de nuevo en compañía de Sonia, y de nuevo en compañía de algún fantasma; el sábado (05) tirada de 53´46´´ en soledad, la verdad que me encantan estas salidas tranquilas en las que por única compañía llevo mis pensamientos, mis divagaciones, estrafalarias la más de las veces, pero disfruto con ellas; el domingo (06) tirada larga de la semana, 1h16´30´´ en compañía de Mauri, en esto también volvemos a la rutina, a las tiradas dominicales acompañado de amigos, intercambiando sensaciones y planes de carreras, si duda salidas tan placenteras como las solitarias.
Procuraremos alargar la calma y la paz hasta después de las fiestas navideñas; ahora de momento solo a la vista la san silvestre leonesa, a celebrar el día 30, y si una carrera me tomo con calma es esa, para mí es una fiesta, la última carrera del año y pateando por mi ciudad, al mismo tiempo que por mi cabeza discurren todas las que he disputado.Después de Navidad, iremos abandonando la calma y volveremos a pensar en los dos primeros objetivos: La media de León y Mapoma.

lunes, 30 de noviembre de 2009

VI SUBIDA A DRAGONTE

A medida que nos acercábamos a Villafranca del Bierzo, lugar de inicio de la prueba, empeoraban las condiciones climáticas, algo que sin duda complicaría la lucha contra el temido dragón; el frío, la lluvia y algunos copos de nieve intentaban enfriar el ánimo de los corredores que ansiosos querían iniciar ya la lucha; de eso se trataba ¿no?, pero no había solo un dragón contra el que luchar, sino que había tantos como guerreros, cada uno en su interior intentaría vencer a su dragón; derrotar a la montaña y sus temidos repechos.
El momento de la verdad había llegado, el camino hasta el lugar había sido largo, y el que quisiera derrotar al dragón tendría que luchar, no le quedaba otra; así que después de que el rey de la zona arengara a sus huestes iniciamos la marcha.
La misión que yo tenía encomendada no era la de pelear, simplemente acompañar y proteger a Sonia, ayudarla a derrotar a su dragón, a su montaña, a sus miedos. Los primeros metros, favorables a nuestros intereses, transcurrieron sin problemas; mientras nos aproximábamos al kilómetro dos la empresa empezaba a complicarse y Sonia decide apearse de su montura y continuar a pie, algo que haría más complicado la lucha contra su dragón; en vano intento que vuelva sobre su grupa y pique espuelas, pero sus miedos lo impiden y continúa a pie. Entonces, sabiendo que quizás lo mejor sea que continúe sola y que en esa soledad empiece a vencer a su dragón, continúo con mi particular ascensión, no tengo ninguna prisa, mi misión allí había terminado antes de lo que a mí me hubiese gustado; doy alcance a Siridia, amiga de Sonia, y continúo la ascensión con ella, poco después alcanzamos a N.G., quién también se había apeado de su grupa, pero ante nuestro paso decide seguirnos; con ritmo suave y constante seguimos subiendo, ahora la pendiente se ha suavizado y el camino se hace más llevadero; nos da alcance Eliseo y Siridia decide continuar con él; yo continuaré con N.G., al fin y al cabo, y sin querer, voy a cumplir con la misión que me trajo a Dragonte, ayudar a derrotar al dragón; despacio, pero sin pausa, llegamos a la meta, una meta que a medida que avanzabamos por la localidad de Dragonte parecía que se alejaba más.
De regreso y antes de lo previsto vemos llegar a Sonia, algo que me sorprende y me llena de alegría, así que sin dudarlo vuelvo a convertirme en su sombra y en su apoyo, un poco de ánimo a estas alturas no viene mal, y aunque cansada consigue llegar a la meta y empezar a vencer a su dragón, a sus temores y a sus miedos. Después de un pequeño descanso, el necesario para recoger nuestra ropa de abrigo y un poco de agua, iniciamos el descenso, dejando atrás, paso a paso, la montaña que acabamos de derrotar.

sábado, 28 de noviembre de 2009

RE-CORTES

Del suplemento ABCD Las artes y las letras

La instalación "sin título" de Mauricio Cattelan. Y a esto, ¿se le puede llamar arte?.

jueves, 26 de noviembre de 2009

ZARAGOZA: III MARATÓN INTERNACIONAL

Los vociferantes nocturnos han vuelto a romper mi sueño, a lo largo de la noche ya lo han hecho varias veces, aunque no han conseguido interrumpir mi descanso; sus gritos llegan a mí, me doy la vuelta en la cama, la ventana deja pasar una claridad incipiente, miro el reloj, las 06:25, “otra vez que no sonará el despertador” pienso, “nunca lo hace en la mañana de un maratón” vuelvo a pensar; me desperezo entre las cálidas sábanas, respiro hondo, se acerca la hora, mi ángel se levanta y ve que ya estoy despierto “¿qué tal has dormido?”, “bien” respondo; me levanto, me aseo y bajamos a desayunar; no somos los primeros, ni los últimos, todos atletas, todos corredores, quiénes sino unos locos van a levantarse a estas horas un domingo; desayunamos, nos deseamos suerte y volvemos a nuestra habitación; comienzo con mi ritual, cual torero que se va a enfrentar a seis miuras, sistemáticamente empiezo a vestirme, buscando concentración y complicidad con mi ángel; nos dirigimos hacia la salida, cruzamos palabras a cuenta gotas, caminamos ensimismados en nuestros pensamientos (yo sé en qué piensa ella y ella sabe en qué pienso yo, no es difícil); en la línea de salida hemos quedado unos cuantos blogueros, me hace ilusión conocer a amigos de la lejanía, “Saturnino” oigo a mis espaldas, me giro, “ves como era él” dice uno de ellos, nos saludamos y presentamos, son el amigo Rafa y El Zorro, Francisco Castaño se fue a cambiar” me indica Rafa; poco después aparece mi paisano Ángel, más saludos y más ánimos, “suerte” nos deseamos mutuamente; empiezo a calentar, carrerita por aquí y carrerita por allá, troto bajo la atenta y preocupada mirada de mi ángel, quiero transmitir tranquilidad, sé que en esta distancia se preocupa, troto, estiro, vuelvo a trotar y a estirar; me despido con un beso “suerte y tranquilo”; busco mi lugar en la salida, el cajón entre las 03:30 y las 04:00 horas, me entremezclo entre los demás corredores, quiero concentrarme y meterme en carrera cuanto antes, repaso mi repertorio de apoyos morales, aunque parezca mentira sé que en estos momentos, casi las 09:00, no estoy solo; vuelvo a ver a Rafa, quién se coloca a mi izquierda, se come las uñas de dos en dos, “tranquilo y disfruta”; dan la salida, un nuevo sueño da comienzo, andando llego a la línea de salida, el crono empieza a contar al mismo tiempo que mis piernas inician sus primeras zancadas, estoy en un estado de “tranquilad inquieta”, sigo a la masa de corredores, ya tendré tiempo de correr, ya no veo a Rafa, “suerte amigo”; rápidamente me encierro en mí mismo, busco acoplar ritmo y respiración, busco mis sensaciones; paso a paso caen los tres primeros kilómetros, primer lugar donde me espera mi ángel, por supuesto le brindo una sonrisa, sincera sonrisa, a estas alturas no podría ser de otra manera, lo contrario sería una catástrofe, sé que acabo de empezar, que aún queda mucho, muchísimo, pero tengo buenas vibraciones; en sentido contrario vienen ya los primeros corredores, qué forma de correr, siguen cruzándose atletas, veo a Ángel, “vamos Ángel”, “venga Saturnino”, que bien sientan esos ánimos; sigo corriendo, sigo a gusto, nos acercamos al kilómetro seis, segundo lugar de encuentro con mi ángel, de nuevo sonrisa, ¿por qué no?, si voy bien; no miro el crono, no me interesa aún, en la cabeza grabadas a fuego cuatro distancias y cuatro tiempos, todo lo que sea ir mejorando esos tiempos en esas distancias significará que merecerá la pena seguir luchando por mi objetivo; me acerco al kilómetro 10, primer punto de referencia, 51´17´´, "fenomenal", sin duda una inyección de moral, el tiempo previsto era de 53´30´´, aun así no me lanzo, “tranquilo que esto es largo y estamos empezando”, me evado y pienso en los amigos que andan corriendo por Madrid, algunos habrán terminado y otros estarán a punto de hacerlo, y ellos quizá también hayan pensado en que a mí me quedarán diez kilómetros menos.
Sigo a lo mío, corriendo a ritmo, corriendo, como si esto acabara de empezar, buscando no perder la concentración, ni precipitarme al abismo de la euforia, corriendo tranquilo, corriendo con buenas sensaciones; llego al kilómetro 14, uno de los puntos más emotivos (al menos para mí), paso por delante de la Basílica del Pilar, buen momento para pedir ayuda Divina; con esa ayuda me acerco al 16, último paso en el que recibiré el apoyo de mí ángel, la próxima vez será en meta, la veo y esbozo mi mejor sonrisa, sonrisa que no tengo que fingir, voy bien, lo noto y sé que ella también se quedará con ese momento; poco a poco vamos abandonando el centro de Zaragoza, poco a poco nos vamos acercando a los kilómetros del tedio y del entorno aburrido y monótono; a lo lejos diviso el kilómetro 20, mi segundo punto clave, mis sensaciones siguen siendo buenas, pero espero la confirmación del crono, 1h42´50´´, estupendo, el tiempo que tenía previsto de paso por este punto era de 1h47´, sin duda nueva inyección de moral, “vamos a 5´07´´” oigo que dicen a mis espaldas, “vamos que vamos”.
Casi no puedo aguantar la euforia, algo en lo que no quiero caer, lo peor sin duda está por llegar, y a pesar de todo me permito una pequeña licencia, un pequeño sueño, a este ritmo podría acabar en 3h38´, ¡uf!, “vuelve a la realidad, antes de que te despierten”, “venga deja de fantasear y céntrate”, metro a metro nos hemos alejado de la ciudad, transcurrimos ahora por terreno de nadie, por un carril bici (interminable carril) a orillas del Ebro, carril que nos llevara irremediablemente al recinto de la Expo, donde entre interminables vueltas y revueltas se encuentra el kilómetro 30, punto en el que paro el cronómetro en 2h36´15´´ y en el que según lo planificado debería haber llegado en 2h40´30´´, a estas alturas de carrera sigo manteniendo las opciones de lograr mi objetivo, y aunque los kilómetros empiezan a pesar, me encuentro bien de moral y mucho más cerca de la meta.
Ahora los kilómetros se suceden más lentamente, el ritmo va decayendo, lo noto en las piernas, y es el momento de que la cabeza tome el mando, “vamos, no podemos perder lo que hemos ganado hasta aquí”, las piernas obedecen sin problemas, van fatigándose, pero van bien, sin molestias; fijo la vista en las torres de la Basílica, cada vez más y más cerca, último paso del Ebro, último puente, ya estamos otra vez junto al Pilar, “venga Saturnino, vamos que ya no te queda nada” gritan unas desconocidas, el dorsal personalizado sirve para algo, “gracias chicas”; kilómetro 39, no quiero mirar el crono, sé que he bajado el ritmo, que voy más lento, pero me resisto a mi suerte, “corre y olvídate del maldito reloj”, y eso hago, correr y correr, a lo lejos el kilómetro 40, ansío el momento de llegar a su altura, de cruzarlo, de dejarlo atrás, y de saber, sí ya, 3h33´, un minuto por debajo de las 3h34´ previstas; miro al frente y aprieto los dientes, solo dos kilómetros, “vamos, vamos, vamos”, kilómetro 41, kilómetro de ligera subida, pero a estas alturas no la hace nada fácil, la fatiga es dueña de mí; plaza de España, última curva y la larga recta de meta ante mí, de reojo miro el reloj y alargo la zancada, un paso y otro y otro, no miro a los lados, no veo a nadie, no quiero verlos, no oigo a nadie, no quiero verlos, solo veo el arco, solo escucho mi corazón, cruzo la línea, paro mi crono, 3h45´12´´.
Ahora sí, ahora ya me puedo relajar, ahora puedo soñar, recojo aire, lleno pletórico los pulmones mientras camino entre el gentío, busco a mi ángel, la veo, nos encontramos, y me da el beso del vencedor, mi beso, mi premio.
Ya juntos caminamos, los dos tranquilos, buscando un lugar donde poder estirar; “Saturnino”, es la voz de Rafa, me alegro al verle con su medalla al cuello; “no vuelvo a correr más maratones” me dice, sonrió, “volverás”.
Zaragoza y su maratón ya es parte de mi historia.
Y para terminar la crónica de un maratón, no se me ocurre mejor manera que desear toda la suerte del mundo, la que sin duda yo he tenido, a Carlitros, Quique, Carles Aguilar, y todos los amigos de este blog que el domingo se enfrentarán al maratón de San Sebastián.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

GRACIAS

Apenas hace un par de horas que he regresado de mi viaje a Zaragoza; viaje que sin duda será el embrión de alguna entrada en este blog, sobre todo de la más importante, la del relato de mí carrera, aunque si me lo permitís eso tendrá que esperar a mañana, y no será por ganas, pero hoy, más que nunca quiero ser agradecido, por eso quiero empezar por dar las gracias a todos los que habéis estado pendiente de mí, sin tener que estarlo, porque entre todos me habéis ayudado a ser más fuerte mentalmente y a lograr mi objetivo.
No voy a dar nombres por temor a olvidarme de alguien. Gracias a los que me dieron ánimos por medio de mensajes o de llamadas telefónicas; a los que lo hicieron a través de este blog o de otros; a los que corriendo durante la mañana del domingo dieron unas zancadas con la mente puesta en Zaragoza y también a los que sin correr, pasearon junto al Ebro, y también, como no, a su Virgen del Pilar; a todos muchas gracias.
También aprovechar para felicitar a Rafa González, al Zorro (a quienes tuve el gusto de saludar y de compartir unos minutos) y a Francisco Castaño.
Y sobre todo a mi paisano Ángel de la Mata, grande donde los haya, que con el de Zaragoza ha firmado su 112 maratón.
Ahora me vuelvo de viaje, pero esta vez a vuestros blogs.

viernes, 20 de noviembre de 2009

PORNOGRAFÍA INFANTIL NO

Por segundo año consecutivo volvemos a la carga. El objetivo no es otro que mover el ciberespacio, y echar de este mundo a los seres degenerados y sin conciencia.

Si has llegado a este modesto blog, y eres de esas personas sin escrúpulos, me alegro, hoy te has equivocado, aquí no encontrarás lo que buscas; aunque posiblemente no llegues a leer esto, pero al menos habrás perdido el tiempo.

Para ayudarte a perder ese tiempo y que este mundo de Internet te aparte de los seres indefensos te dejo con unas cuantas palabrejas: "angels", "lolitas", "boylover", "preteens", "girllover", "childlover", "pedoboy", "boyboy", "fetishboy" o "feet boy".

Todos juntos podremos acabar con estos depravados. Pornografía infantil NO.

jueves, 19 de noviembre de 2009

OTRO SUEÑO A LA VISTA

Lejos ya el mes de julio, en el que decidí que correría el maratón de Zaragoza; y cerca, muy cerca, el día en que cumpliré otro sueño, correr otro maratón.
Ya todo preparado para la cita, la habitación con ropa encima de la cama esperando su incorporación a la maleta, y en la esquina observándolo todo, mi mochila, ella ya lleva un tiempo preparada, fue la primera, en ella va lo más importante del viaje, la ilusión.
No tengo dudas, solo temor a la respuesta de mí cuerpo; no es la primera que corro pero no por eso he perdido el respeto a esos 42 kilómetros, son demasiados y siempre sobrevuela el miedo a que algo se tuerza; si todo va bien Zaragoza será mi onceavo maratón, quien lo hubiese dicho cuando aquel 21 de abril del 2002 corrí el primero.
Suerte a los amigos de este blog que correrán por las calles de Zaragoza: Rafa González, Francisco Castaño y Ángel de la Mata.
Se acerca la hora de disfrutar de la carrera y de saborear ese momento mágico, el instante de cruzar la línea de meta, vivamos un nuevo sueño.

lunes, 16 de noviembre de 2009

LA TRAICIÓN DE LA MENTE

O la traición del subconsciente, no se muy bien quien ha sido el culpable de este entuerto en el que me han metido, pero el caso es que cuando hoy estábamos comiendo, mi hija, Sonia, dice: “Te veo con mucha confianza para Zaragoza”; algo que no puedo negar me dejo perplejo, porque si algo no suelo hacer antes de una carrera es echar las campanas al vuelo, ni pecar de un optimismo desmesurado, y mucho menos lo iba a hacer antes de enfrentarme a un maratón; “¿Por?” pregunto con la misma perplejidad con la que me dejó su afirmación; “Dices que vas a bajar de 3h36´”; “No puede poner eso”; “Pues lo pone”; “Pues que más quisiera yo, pero me da que debería poner 3h46´”.
Aún así, he de reconocer, que no fié, y al terminar de comer lo tuve que comprobar con mis propios ojos y efectivamente me habían traicionado.
Ya metidos en este berenjenal, divago, “soñar es gratis”, “pero eso es mucho soñar”; mejor volver a poner los pies en la tierra y las cosas en su punto; el objetivo para Zaragoza es intentar bajar mi marca de 3h46´, que ya esta mucho más acorde con mis características, lo otro lo dejaremos para soñarlo más adelante.

domingo, 15 de noviembre de 2009

PINTAN OROS: SEGURO

La vida puede ser un juego (o lo es), y si nos interesa en un momento dado, la podemos convertir en una partida de cartas; y en una partida de cartas no siempre pintan oros, no siempre tenemos las treinta una, o no siempre tenemos el siete belo; pero aunque no tengamos buenas cartas tenemos que jugar la partida, porque solo así tenemos alguna opción de ganarla.
La semana pasada acabamos los entrenamientos vacíos, agotados y fatigados; entrenamientos en los que habíamos previsto acabar en ese estado lamentable y deplorable, y que debería tener continuación durante esta semana, con rodajes suaves (a ritmo de Zaragoza) y de recuperación de cuerpo.
Empezamos la semana deportiva, el martes, jugando una partida en la que pintaron “oros”, con un rodaje suavecito y corto, de treinta y un minutos sobre un recorrido de seis kilómetros; siempre relajado, sin prisas, recordando sensaciones.
La segunda partida la jugamos el jueves, y en esta ocasión decidí tocar alguna cuesta, y rodarlas durante cincuenta y siete minutos; y al igual que el martes, fui tranquilo, sin dar importancia a la velocidad, ni al tiempo, seguía recordando; y por cierto también pintó oros.
Y como la vida es un juego, y no siempre pueden pintar oros, y no siempre se puede tener las treinta y una, pues eso que pintó bastos; y con esos bastos, y con el constipado que arrastro desde el jueves por la tarde, he jugado la partida del sábado, con una tirada de diecinueve kilómetros, sin prisas (si con oros no lo intente, con bastos mucho menos), y al ritmo que preveo llevar en Zaragoza, emprendí la salida; rodaje que a medida que se sucedían los kilómetros se hacía más duros, con las piernas por un lado, la cabeza por otro, cada una a su bola, en ningún momento agarre una buena sensación, pero acabe la partida, que según se presentaba el día era lo de lo que se trataba.
El domingo, como no podía ser de otra manera, volví a jugar otra partida; me levanto, miro por la ventana (llueve), desayuno, embarajo (o sea se, reparto cartas), y pintan oros; desde las primeras zancadas veo las piernas frescas, presagio de que voy a disfrutar del rodaje, lo que sin duda anima, ya que la climatología no ayuda, una ligera lluvia cae sobre los escasos corredores que hoy compartimos juego. El recorrido, el de ayer, el de los diecinueve kilómetros, a orillas de ese río Torio, que a pesar de ser siempre el mismo, siempre me parece diferente, siempre me parece hermoso. Pero las sensaciones no fueron las mismas, hoy si fueron buenas, no podía ser de otra manera, pintó oros.
Llegados a este punto, a siete días del maratón de Zaragoza, en el que aún no se han repartido las cartas para la partida, en el que el constipado no me ha abandonado del todo, en el que no tengo ni idea de lo que va a pasar, si os voy a decir lo que he visto (o he querido ver) después de visionar mentalmente la carrera cientos de veces, y sobre todo después de visionar la entrada en meta otras tantas veces (como hace mi buen amigo Ángel), he visto que bajo de las 3h36’.
Que repartan bien las cartas y que pinten oros.

lunes, 9 de noviembre de 2009

A QUINCE DÍAS

Solo a quince días el objetivo final, y ya con muchas ganas de que llegue la hora.
Atrás dejamos una dura semana de entrenamientos, semana que se me antoja definitiva, donde el objetivo era trabajar el aspecto físico y el mental, con tiradas largas y rodajes por terrenos de subidas y bajadas constantes.
Dos salidas por el bello entorno de los pinos, donde las cuestas fueron las protagonistas, el martes dimos cuenta de cincuenta y un minutos, y el sábado, con más tiempo para “disfrutar”, subimos y bajamos durante una hora y quince minutos.
Para los rodajes largos dejamos tres días; el lunes, en compañía de Mauri, corrimos durante una hora y treinta minutos; el jueves, el ya relatado rodaje de 1h31´49´´, el que me hizo sonreír; y el domingo, en compañía de Crazysoul y por un paraje envidiable, la tirada más larga, en la que sin querer corriendo corrimos 2h06´30´´.
Con este entrenamiento dominical dábamos por finalizada una dura semana, en la que físicamente he quedado vacío, con el cuerpo agotado y fatigado; aunque moralmente ha sido satisfactoria, sobre todo por la salida del jueves, y porque creo tener el ritmo a seguir.
Ahora, con el trabajo hecho (o eso me parece), en estas dos semanas que restan me voy a dedicar a los rodajes cómodos, tranquilos, en los que prime más el descanso que el trabajo, y en seguir acumulando buenas sensaciones.

jueves, 5 de noviembre de 2009

A ELLA ME ENCOMIENDO

En manos de su Virgen, de la del Pilar, dejo mi alma, mi espíritu y mi cuerpo,; y también en las de mis ángeles de la guarda; y en las de mi fuerza de irreductible leonés (como le gusta decir a mi amigo Abe).
Todo ya avisa que falta poco para la gran cita; ese calendario delator que constantemente te lo recuerda; el amigo incrédulo que te da todo su apoyo y el amigo que sabe por lo que estas pasando; ese cuidado del cuerpo y de todo lo que le rodea; cuidado con ese traspies que puede dar al traste con meses de preparación; cuidado con esas tiradas largas para que no carguen en exceso nuestras piernas; y por qué no, también abusando un poco y aprovechando la coyuntura dejando que nos mimen y nos cuiden.
Como no podía ser de otra manera las tiradas largas están siendo la base de los entrenamientos de esta semana, y lo serán sin duda la siguiente, para dar paso al descanso activo, antesala del maratón.
Hoy tirada de diecinueve kilómetros, con un objetivo (bueno con dos) coger mi ritmo de diesel, el que me permite recorrer veinticinco o treinta kilómetros tranquilamente (y que no me pillase la noche). Con toda la tranquilidad del mundo empecé el rodaje, sin importarme lo que me rodeaba, con la mente viajando sin control, aislándome del mundo, y preocupado solamente del ritmo y la respiración; con zancada pausada iban cayendo los kilómetros, uno tras otro, las sensaciones que me estaba dejando la salida eran buenas y eso haría que la autoestima subiese considerablemente, sin duda hoy se había convertido en un buen día.La cabeza vuelve de su viaje, y en consonancia con el cuerpo, no quieren desaprovechar un buen momento; envueltos ya por la oscuridad de la tarde llegamos al final de los diecinueve kilómetros, miramos el crono, 1h31´49´´, y no puedo dejar de sonreír; efectivamente ha sido un buen día.

lunes, 2 de noviembre de 2009

VEINTIDÓS

No deberías levantarte aún, hoy es festivo en León, pero has quedado con Mauri para salir a correr, así que sin dejar sonar el reloj te pones en marcha.
Mientras preparas el desayuno oteas el horizonte, luce el sol pero corre algo de viento, decides la ropa con la que saldrás a trotar. La vista se va hacia el calendario, te das cuenta de que no has arrancado la hoja de octubre, así que dejas lo que estas haciendo y la desprendes; mientras desayunas sigues con la vista puesta en el calendario, en noviembre, piensas que por delante tienes todo un mes para cumplir con las obligaciones y con tiempo para hacer lo que te venga en ganas; la vista se detiene en el día veintidós, cuentas los días que quedan hasta la cita, veinte días, solo ya veinte días, como pasa el tiempo, y todo lo que aún te queda por hacer; terminas de desayunar y te preparas, se acerca la hora.
Vas trotando hasta el lugar de la cita, el parque de la granja, donde ya te espera Mauri; después de unos pequeños estiramientos y de decidir la hoja de ruta emprendéis la marcha; la ruta que habéis elegido no me sorprende, con ella has preparado todos los maratones en que has participado, y te gusta, dices que es exigente y que para Madrid viene fenomenal; pero vas a Zaragoza, ya lo sabes, y allí al parecer el perfil es llano; pero te da igual, preparas un maratón y vas por tu ruta, la de Tendal.
Desde un principio haces saber a Mauri que no quieres velocidad, solo distancia y ritmo; es preferible ir a un ritmo cómodo y coger buenas sensaciones que a un ritmo exigente y que te deje tocado mentalmente; la cabeza en carrera corre más de lo que pensamos y eso bien lo sabes tú. Trotáis a tú ritmo de maratón, seguro que charlando de carreras y de proyectos, en las cuestas se te va, pero te espera, no tardas en pillarlo y en volver a rodar a la par, en volver a comentar experiencias.
Al final has rodado una hora y media, que no esta nada mal, pero quizás deberías haber rodado algo más y lo sabes; así que para el próximo domingo habrá que hacer más tirada.
Veintidós; sigues dando vuelta a los día que te quedan, veinte; a las semanas, tres; a como afrontarás estos últimos entrenamientos, en sus exigencias, y sobre todo en como encontraras esas buenas sensaciones.

sábado, 31 de octubre de 2009

RE-VERSOS: ENRIQUE RUIZ DE LA SERNA

A ejemplo de los árboles desnudos…

No es el otoño, no, quien a los árboles
arrebata sus hojas, que son ellos,
son los árboles mismos quienes ceden
sus hojas a los vientos…
Los árboles desdeñan
la estéril pompa del follaje muerto,
y, con viril austeridad, aguardan
desnudos los rigores del invierno.
¡Saben que sólo así la primavera
los vestirá de nuevo!
Alma mía: Estos árboles desnudos
sean para ti ejemplo.
Renuncia, como ellos, a lo vano;
despójate, como ellos, de lo viejo.
Si en ti muere una idea, para siempre
arráncala de ti y échala al viento.
¡Porque son los cadáveres de ideas
la estéril pompa del follaje muerto!
No finjas pensamientos que no pienses,
no sientas con fingidos sentimientos.
Antes que así, desnuda,
Resiste los rigores del invierno
¡Que al cabo tornará la primavera
y a ti también te vestirá de nuevo!

jueves, 29 de octubre de 2009

¿CUÁL ES TU SALVAVIDAS?

Mientras transitaba por “los pinos”, subiendo y bajando cuestas como un poseso, planificando Zaragoza, pensando en el objetivo a que podríamos optar, me viene a la memoria la crónica de mi amigo Abe sobre la maratón nocturna de Bilbao; la repaso mentalmente, y aún ahora, despojado del sudor, sigo pensando en como he podido haberle ayudado estando a cientos de kilómetros; en todos esos mecanismos que nuestro cuerpo o mejor dicho nuestra mente tiene para superar esos obstáculos o esos malos momentos por los que esta pasando; a lo que se agarra para culminar con éxito el reto y cumplir el objetivo; en esa fuerza misteriosa que nos lleva a sacar fuerzas de donde ya no las hay.
Sigo pensando en todo lo que a mí me ayuda en esos malos momentos; en ese aliento que sin duda me manda mi ángel de la guarda; ese dedo pulgar que busca rozar el mi aro; en esos salvavidas imaginarios a los que me aferro con fuerza y permiten que nuestra cabeza deje de pensar.
Y hoy quiero dejaros con una pregunta: ¿A qué fuerza misteriosa os agarráis vosotros?.

martes, 27 de octubre de 2009

TIEMPO DE ENCUENTRO

La semana pasada estaba dedicada a la recuperación y al encuentro; a la recuperación del gran esfuerzo de La Bañeza y al encuentro de mente y cuerpo, para que juntos se vayan encaminando a Zaragoza; a estos dos objetivos iban encaminados los entrenamientos semanales.
Para eso dedique el lunes al descanso y no sé muy bien por qué, no es habitual que al día siguiente de una carrera lo haga, pero en esta ocasión lo hice; el martes, ya en compañía de Sonia, realice la salida que debería haber hecho el lunes, una tirada de doce kilómetros a ritmo sosegado, y buenos estiramientos.
El miércoles, se apodero de mí la desidia, no descanse pero casi, y lo dedique a estiramientos y veinte minutos de bicicleta estática; mi cuerpo seguía siendo presa del cansancio.
El jueves, volví a acompañar a Sonia, quizás queriendo buscar una motivación extra decidí volver con ella, iba a hacer series y aunque el cuerpo no era precisamente lo que me pedía podía servirme.
El sábado tuvo lugar la consabida carrera Human Race-León 2009, sobre una distancia de unos diez kilómetros, que a la postre fue la tirada más agradable de la semana, rodeado de amigos y a ritmo de charla, genial.
Para el domingo, como siempre, dejo el rodaje largo; rodaje que para la prueba que estamos preparando se me antoja más que necesario; para intentar hacerlo un poco más exigente quedo con Paco y Mauri, ellos me ayudarán a llevar un mejor ritmo; la lluvia caída durante la noche y la
que esta cayendo hace que cambiemos el recorrido que en un principio teníamos previsto, decidiéndonos por un recorrido de unos diecinueve kilómetros sobre asfalto; desde las primeras zancadas, veo que no va a ser el día, las piernas no van, las siento pesadas, y a medida que pasan los kilómetros empiezan a dolerme, ya no tengo sensaciones, ni buenas, ni malas, intento que la cabeza exija un esfuerzo, pero todo es inútil, no es el día y toca sufrir hasta el final.De los dos objetivos previstos ninguno se ha cumplido; la salida del domingo denota que mi cuerpo no se ha recuperado de La Bañeza, lo que ha hecho que mi cuerpo y mi mente sigan sin encontrarse.

domingo, 25 de octubre de 2009

HUMAN RACE-LEÓN 2009

No soy muy partidario de participar en estos eventos celebrados a nivel mundial y que suele tener un fin que o bien desconozco, no comparto o me da igual; pero en esta ocasión todo era diferente, no los motivos mundiales, que en este caso desconozco, pero que me hubiese dado igual; acudía a la cita por que lo organizaba los amigos de “Zapatillas veloces” y porque la carrera discurriría por uno de mis parajes más entrañables “la candamia-los pinos”.
A las 10:30 horas llegaba a lugar, acompañado por Ángeles y Sonia, después de un viaje no muy largo, siete u ocho minutos andando, por lo tanto descansado y relajado, desde un primer momento todo fueron saludos, sonrisas y buen rollo, en el lugar la mayoría éramos conocidos y muchos ya amigos.
Sin darnos cuenta la hora de la salida se acercaba, se oyó a alguien decir “calentaremos algo, ¿no?”, nos miramos perplejos, y claro, algo deberíamos de trotar que aquí hemos venido a correr.Llegada la hora prevista, más o menos, y después de una breve presentación, iniciamos nuestra particular carrera, sin presión, a ritmo más o menos cómodo, formando pequeños grupos, siempre dirigidos y acompañados por los “zapatillas veloces”; con un bonito recorrido, desde la candamia nos encaminamos dirección a los pinos, donde, entre risas tuvimos que esquivar algún que otro charcos, volvemos de nuevo a los caminos de la candamia y nos vamos dirección de Puente Castro, pequeña visita a la lastra y vuelta a la candamia, donde, después de dar una vuelta necesaria para completar los diez kilómetros, estaba ubicada la meta.
Al final ha resultado una bonita experiencia y como acertadamente apuntaba Crazysoul, para repetir.

jueves, 22 de octubre de 2009

Y, ¿UN TÉRMINO MEDIO?

Ahora en que me vienen a la memoria aquellos días de descanso a orillas del Mediterráneo, los paseos interminables por sus playas; ahora recuerdo y tengo muy presente la planificación de la temporada que hice salpicado por sus aguas, las carreras en que podría correr (y todas en las que me gustaría estar), y los objetivos que querría conseguir.
Y en estos momentos, a estas alturas de la temporada, cuando aún queda mucho por delante, la euforia es la reina de mi mente, la euforia se ha desatado en mi entorno de amigos, euforia debida a los últimos resultados, unos resultados con los todavía no contaba, pero que bienvenidos sean.
Mis metas eran y siguen siendo realistas, metas que con un poco de esfuerzo podré alcanzar o al menos luchar por conseguir. Bajar de 1h40´ en media maratón y de 3h45´ en maratón; esta a mi alcance. Los lugares elegidos, no podían ser otros, León y Madrid, respectivamente.
Por otro lado están las metas que para mí quieren mis amigos, los que bien me quieren (que querrán los que me odian), estos buenos hombres me hablan de cifras que ojala pudiera lograr, nada me gustaría más, pero creo que su euforia es mayor que la mía. Me hablan de 1h35´ en media y 3h30´ en maratón, ¡uf! casi nada, cifras que hoy por hoy me producen mareo.
También recuerdo esos comienzos (desesperantes) en que las cosas no salían; ese momento en que todo cambio, en que del negro pasamos al blanco, y los entrenamientos empezaron a dar sus frutos; pero también es cierto que no debemos dejarnos llevar por la alegría desmedida, y seguir con los pies en el suelo, evitando que la embriaguez de los resultados nos lleven a forzar en nuestros entrenamientos, a sobrevalorar nuestro cuerpo, y volvamos a pasar del blanco negro.
Los planes van saliendo, pues dejemos que sigan su curso, sin comernos la cabeza, sin variarlos, y así quién sabe, igual encontramos el término medio; un término medio entre mis metas y las de mis amigos.

lunes, 19 de octubre de 2009

XI MEDIA MARATÓN VÍA DE LA PLATA

Este domingo se celebraba en la localidad leonesa de La Bañeza, su media maratón; carrera convertida en cita obligada del Nunca Correrás Solo, en la que además de darse cita algunos de nuestros compañeros foráneos, aprovechamos para disfrutar con su compañía, y como no, para lo más importante, hacer amistad.
Pero bueno vamos a lo que concierne a la carrera y dejemos por el momento los sentimentalismos; llegamos a La Bañeza con el tiempo justo para saludar y desear suerte a Sonia y Sandra, que participaban en la modalidad de andarines; cumplida esa obligación pasamos a recoger nuestros dorsales, sin olvidarnos de tomar un café que nos ayudase a templar algo el cuerpo, ya que la temperatura a esas horas era algo fresquilla, aunque sin duda buena para correr, sobre todo cuando nos hubiésemos puesto a la faena; pequeño calentamiento mientras se acerca la hora de salida, y del peculiar sistema de control de corredores, que va ayudando a que nuestro cuerpo se desperece, si es que no lo estaba ya; todos ya colocados en la línea de salida, esperando ese pistoletazo, que sin razón se demora, esperando el momento de dejar atrás todos los miedos y temores.
Y ese momento llego, y con él, el de la suerte y despedida, cada amigo, cada corredor irá a su ritmo, por delante la carretera y sus veintiún kilómetros.
La carrera durante los primeros kilómetros va en busca de una ligera subida, lo sé, e intento imprimir un ritmo exigente y por supuesto superior a mío, y que a todas luces no podré aguantar hasta el final, pero que sin duda me habrá de ayudar a cumplir mi objetivo, bajar del 1h44´ de Valladolid; con un primer kilómetro en 4´43´´ y el segundo en 4´45´´, procuro establecer los tiempos de los primeros kilómetros, los de la subida; antes del tercer kilómetro me adelanta L.A., por supuesto no intento seguirle, sin duda sería una locura; pero el transcurrir por una zona de toboganes me ayuda a fijar la distancia con L.A., y junto con otros corredores conseguimos darle alcance; “por la sombra sabía que eras tú” me dice cuando me pongo a su par, el sigue al mismo ritmo, erre que erre, y yo a su vera, de momento aguantando, ya veremos hasta donde; echo cuentas y ¡oh, que horror, “si siguiese así bajaría de 1hora 40 minutos”, me asusto, “bueno y si llego hasta el kilómetro diez”, también habré recortado un buen pellizco al crono; y en esas sigo detrás hasta pasado el kilómetro siete, hasta aquí llegué, soy consciente de que no le volveré a alcanzar, ahora empieza ya el terreno llano, y él sigue constante.
Continuo, buscando que en el refugio de la concentración no entre la fatiga ni el desanimo, cuando me da alcance Amador y Lorenzo, sin duda otra inyección de moral y otra estela a la que poder seguir; con ellos llego hasta el kilómetro 11, donde veo, alejarse la posibilidad de bajar de 40´, pero alcanzable la de bajar el tiempo de Valladolid, y alejarse a mis dos compañeros; con Lorenzo en la distancia y Amador ya en la lejanía siguen pasando los metros; exijo a mi cuerpo un último esfuerzo, pronto llegaré al kilómetros 17 y de allí a meta vamos en ligera bajada, lo que hará que no perdamos excesivo tiempo; llegando a éste punto kilométrico alcanzo a Lorenzo, cansado y con ganas de llegar (no menos que yo); se coloca a mi estela y ya juntos, unas veces tirando yo de él y otras él de mi, entramos en La Bañeza, momento ya de disfrutar de la llegada a la meta y de la compañía de los nuestros.
El crono parado en 1h42´28´´ me deja más que satisfecho, y con muy buenas sensaciones.Después del deber cumplido (como si el placer fuese un deber) nos dedicamos a otro de los placeres que tiene el correr, saludar a los amigos e intercambiar con ellos nuestras sensaciones, Servando, L.A., Ángel de la Mata (al que me empeñe en llamar Antonio), N.G., Fernando (con el que habíamos compartido empanada en Santa María del Páramo); de correr con Lorenzo, prestándonos ayuda mutua en los últimos kilómetros; de saludar y poner cara a Guiller Garga; de saludar a ese corredor con el que tantas veces me cruzado en mis rodajes de La Candamia, y del que me despedí sin ponernos nombre; y como no de compartir y disfrutar el fin de semana con mis compañeros de club, Abe, Amador, Ángel, Mauri y Sonia, y con todos los familiares, quienes estuvieron pendientes de nosotros en todo momento.

viernes, 16 de octubre de 2009

EN TRÁNSITO

De domingo a domingo te vengo a ver” cantaba Julio Iglesias, o lo que es lo mismo de Benavente a La Bañeza; y por medio una semana de camino, con el tiempo justo para recuperar Benavente, preparar La Bañeza y llegar lo más descansado posible.
Así que con estas tres premisas planificamos las salidas para esta semana, semana de mero tránsito; la primera, el martes, con el único objetivo de recuperar el esfuerzo de la carrera de Benavente, para ello que mejor que una tirada de diez kilómetros, eso si, a ritmo de crucero, en la que a parte de una ligera pesadez de piernas no hubo mayor contratiempo.
El miércoles ya tocaba forzar un poquito, olvidarnos de las recuperaciones, y con la misma tirada de ayer, pero esta vez a ritmo exigente, al que preveo o quiero llevar en La Bañeza, y la verdad, me dejo con buenas sensaciones.
Para hoy, viernes, último día programado, seis kilómetros a ritmo tranquilo, sacando las últimas impresiones, realizando el último chequeo, chequeo en el que no se encendió ninguna luz de alarma, y que me deja ya a las puertas de La Bañeza; después el día, la carrera, el momento dirá la última palabra.
Todo esta ya preparado para la carrera y para la postcarrera; carrera siempre especial para los leoneses que formamos parte del club “Nunca correrás solo”, ya que como viene siendo habitual en estos últimos años, y este no iba a ser menos, recibimos la visita de algún compañero de Madrid. Y si la carrera es especial, la postcarrera os aseguro no le va a la zaga.

miércoles, 14 de octubre de 2009

XII CARRERA DEL CARACOL

Llegamos a la zona de la Mota casi con precisión suiza (o sea con mi precisión, las 09:45), con el tiempo necesario para realizar la inscripción, tomar un café, estirar, calentar y salir en pos de los buenos; pero mi precisión no era la que allí contaba, nada más llegar a la zona de salida vemos a los voluntarios preparando las cosas a todo meter, tres atletas preguntando por el punto de la inscripción, “allí, cuando aquel acabe de preparar (enchufar el ordenador) empieza”; nos vamos paseando por el parque de la Mota hacía donde da el sol, no hace frío, pero esta fresquillo, o será que aún tengo en la memoria el frío que pele el año pasado, cuando mi “moquillo” hacía la goma desde mi nariz a la punta de mis pies; hacemos la inscripción, recogemos nuestros dorsales y nos vamos a tomar un café, acompañado por unos churros, más que nada para coger fuerzas, ya que la mañana promete ser larga.
Después de aprovisionarnos volvemos a la zona de salida, los niños ya pululan por el lugar, inquietos y sin dudas los más nerviosos, con sueños de grandeza y de triunfos en sus cabezas, recibiendo consejos tanto de entrenadores, como de padres o tíos, desde luego ¿esto es necesario?, lo que quieren es correr, así que dejarles correr y disfrutar de su momento, de las sonrisas de su victoria y del llanto de su derrota.
Empiezan los pequeños, los benjamines, los alevines, los cadetes, los chupetines y por último los de la prueba reina (como anuncia la megafonía); y después de calentar, descalentar, enfriarnos, estirarnos y volver a calentar o sea se recalentar, llegó nuestra hora, “la de la prueba reina”, 12:37 marca mi reloj de precisión suiza, suena el disparo y salimos como podemos, ahí ya no vale nada, solo correr lo que se pueda (y como se pueda estos primeros metros parece una prueba de obstáculos); después de una centena de metros llanos, emprendemos otra centena de bajada, para empezar a dar cuatro vueltas a un circuito llano (tres vueltas para las chicas); pronto me aferro a mi ritmo, y en compañía de otros tres atletas formamos un grupeto para afrontar la carrera, mi intención es rodar de menos a más y controlar el ritmo de las vueltas, pero no me acuerdo de mirar el crono hasta el paso de la tercera vuelta, veintitrés minutos y algún segundo me indica éste; seguimos con el grupeto aunque ya me esta costando seguirlos; a lo lejos veo a Sonia afrontando la cuesta, su cuesta, la camiseta naranja la delata; hago un esfuerzo para seguir la estela del grupo y prácticamente llego con ellos hasta la subida (la bajadita del principio); pasado este tramo volvemos al llano del parque de la Mota, la meta ya a la vista, me da tiempo a reponerme del esfuerzo de la subida para poder cruzar la meta con dignidad´.
Me reúno con Ángeles y con Sonia, y juntos nos vamos a estirar, bueno eso solo lo hacemos Sonia y yo.
Me marcho de Benavente con otra carrera más, con otra experiencia en la corta distancia, en un principio tuve en mente acudir a la media de Langreo, de cara a Zaragoza me hubiese venido mejor, pero por acompañar a Sonia me decante por esta carrera.
Y ahora, a pensar en la media de La Bañeza.

viernes, 9 de octubre de 2009

POR SUS SUEÑOS

Que, por qué no, también pueden ser los míos, o mejor dicho son los míos; y como los sueños están para soñarlos, para seguirlos, y para conseguirlos, aquí estoy planificando mis entrenamientos pensando en mis retos y soñando en los de Sonia.
Con todo eso y lo que se me viene encima, cuatro salidas en esta semana; el martes me calcé las zapatillas para hacer mis queridas series, objetivo que logré no sin antes tener que recurrir a toda mi fuerza de voluntad, la verdad cada vez me cuestan más, pero bueno en ello ando.
El miércoles rodaje con Sonia, entrenamiento programado para una tirada de 10 kilómetros, con la intención de que ella vaya poco a poco cogiendo fondo, para que pueda afrontar con más garantías una media y por qué no, su maratón.
El jueves, ya en solitario, realicé una tirada de media distancia (unos 14 kilómetros), en los que las sensaciones me acompañaron durante todo el rodaje y además disfrutando un montón.
Hoy, viernes, caminata con Sonia, con una duración de dos horas y seis minutos; la intención de esta salida es que este preparada para el día 18/10/09, en que tendrá lugar la media maratón de La Bañeza, en la que participará en la disciplina de andarines, y por qué no, quizás mirando a los 100.
Esta semana la he privado del placer de subir cuestas, algo que por supuesto no dejaremos en el olvido, primero porque es fundamental para otro de sus sueños y porque es algo imprescindible en nuestros entrenamientos.
Este domingo volvemos a Benavente, donde se celebra la XII carrera El Caracol, tocará de nuevo subir aquella cuesta que a Sonia no se le hizo tan dura, veremos a ver en esta ocasión, si las sensaciones siguen siendo las mismas.
Soñar de momento es gratis, pues entonces soñemos.

jueves, 8 de octubre de 2009

OPORTUNISMO

No me gusta el oportunismo ni los oportunistas, lo odio; en la vida, en todos sus aspectos, hay que procurar ser consecuentes con las decisiones que toman o tomamos; no se debe o no debemos criticar una decisión a toro pasado, y menos cuando antes la hemos apoyado o hemos permanecido callados, que es lo mismo.
Eso es lo que ahora esta ocurriendo con la candidatura de Madrid 2016. Antes todo eran muestras de apoyo, todos a Cibeles (quizás si hubiesen ido a Neptuno se la hubiesen dado), todos a salir en la foto.
Y ahora parece ser que todos sabían o sabíamos que no nos la iban a dar, que no deberían haber presentado la candidatura, que todo ha sido un despilfarro, pero eso sí, ahora que ya paso el carro, ahora nos bajamos y al que se quede en él le tiramos piedras. Qué paso con la corazonada; seamos serios y al menos respetémonos un poco.

martes, 6 de octubre de 2009

NO PODÍA NEGARME

¿Nos vamos por ahí el puente de San Froilan?; la pregunta fue clara y concisa, tan clara que hasta yo la entendí. No podía negarme y no debía decir no, así que la respuesta no podía ser otra, si.
Tiempo hacía en que no salíamos sin que hubiera por medio una carrera (en ocasiones argumento utilizado como arma arrojadiza), mucho tiempo, tanto que ni me acuerdo, y además ahora podré decir que un día salimos sin carreras; y ahora es cuando debería callar y cambiar de tercio.
Así que después de dos intensas semanas, la de la puesta a punta para Valladolid y la de preparación para Riosa (el Anglirú), bien vendría un descanso deportivo, y al fin y al cabo por tres días de paron no se acaba el mundo.
El lugar elegido fue Galicia, donde durante tres días nos olvidamos del mundo cotidiano; donde dimos largos paseos bajo el paraguas y bajo la luna; donde dimos cuenta de comidas más bien copiosas, y bien regadas con un buen riveiro o un mejor albariño; donde disfrutamos con el contraste del verde de los árboles, del azul de mar y del gris del cielo; de donde nos trajimos el bonito recuerdo de una familia de delfines bañándose en la playa de Sanjenjo, algo que nosotros nunca habíamos visto; y en definitiva de donde nos volvimos con un montón de bonitos recuerdos.

Por si alguien tiene alguna duda para éste viaje no lleve las zapatillas, sobre todo para no tener malos pensamientos.Y hoy para reencontrarme con los entrenamientos y como castigo a mi falta de lealtad me he puesto la penitencia de las series, por delante ahora tenemos un duro trabajo por hacer.

viernes, 2 de octubre de 2009

PRIMERA PIEDRA

Todo reto necesita de una motivación y si esa es especial mucho mejor. Este sin duda puede ser mi mejor argumento y el que mejor puede ayudarme a fortalecer su mentalidad, a que se instale en ella ese puntito de sacrificio que aún le falta y sin duda necesario.
Hoy hemos puesto la primera piedra, Sonia ha empezado la cuenta atrás, ha empezado su particular vía crucis. El camino será duro, muy duro, y en muchas ocasiones cuesta arriba, pero el objetivo o quién sabe si objetivos, merecen la pena y ella lo sabe; pero Sonia también sabe que no va a ser fácil, o lo debería saber, y que va a necesitar mucha constancia y muchísima fuerza de voluntad.
Quizás la idea le rondase ya por su cabeza, o quizás emergiese mientras el sábado veía a los corredores sufrir con una sonrisa los repechos del Anglirú, pero lo cierto es que lo dijo, y lo dijo en alto “el próximo año subiré contigo”; así que llegados a este punto no me queda otra que asumir también mi reto, ayudarla a llegar a la cima.
Nada me agradaría más, bien lo sabe Dios, que compartir esa subida con ella; y poder acompañarla en otros retos que tiene en mente, como una maratón o la de cien kilómetros en veinticuatro horas, prueba que también quiere vivir conmigo.
Este camino que hoy hemos empezado, esta primera piedra, este bonito sueño puede tener un final feliz, pero para lograrlo solo hay una receta: trabajo y esfuerzo.

SUERTE MADRID

Que se cumpla vuestra corazonada, que vuestro sueño sea una realidad, y en 2016 podamos disfrutar de nuevo de unos Juegos Olímpicos en España.
Suerte Madrid, hoy es vuestro día.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

QUÉ NOS MUEVE

Qué fuerza es la que nos lleva a pensar, a idear nuestros retos deportivos; qué fuerza es la que hace que preparemos esos retos; y qué fuerza es la que hace que lleguemos a realizar esos retos.
Qué fuerza misteriosa es la que nos mueve a exigirnos en nuestros entrenamientos, a endurecerlos con las molestas series, con las incómodas cuestas, o con las temibles tiradas largas; qué hace que nos exprimamos al máximo con el sólo y único fin de lograr el objetivo.
Cierto es que el hacer ejercicio nos permite tener más calidad de vida, mantener la mente más despejada, hacer amigos, y un sin fin de cosas más, pero de ese ejercicio moderado a nuestra particular tortura hay un mundo; un mundo en el que nos movemos como pez en el agua y en el que sin duda somos felices.
Yo realmente no lo sé, simplemente sé que no es orgullo, ni vanidad. Que no pretendo buscar el halago fácil, ni demostrar nada a nadie; simplemente lo hago y disfruto haciéndolo.

domingo, 27 de septiembre de 2009

I CARRERA PEDESTRE ANGLIRÚ 2009

Mientras espero la hora de la salida, en soledad, sólo con mis pensamientos, con mis miedos y temores, con mi orgullo; lejos ya de mis apoyos morales, Ángeles y Sonia, que dispersas por la subida esperan mi llegada; sentado en las escaleras del Ayuntamiento, levanto la vista hacía el cielo y allí, a lo lejos, en lo más alto, cubierto de nubes, el gran coloso, el Anglirú; lo miro y me mira, cara a cara, frente a frente; “voy a por ti”, le digo; “no tengas prisa, te espero”, me dice.
Se va acercando la hora, y los pocos atletas que en esta ocasión nos hemos dado cita empezamos a movernos, estiramientos, pequeñas carreras, siempre al trote, más estiramientos, sonrisas y miradas cómplices, “corredores vayan acercándose a la salida”, ya no hay marcha atrás.
Suena el tiro de gracia y empiezo la ascensión, no me preocupo por el ritmo de los demás, sólo de pillar cuanto antes ese ritmo que me haga subir con el menor sufrimiento posible, “venga tranquilo, respiración”; esa suave pendiente que parece que no sube, te va envolviendo y castigando las piernas; el pequeño grupo de corredores se va convirtiendo en pequeño rosario; llego al primer kilómetro en 5´40´´, “no mires el crono, déjale, tú a lo tuyo”; sigo la ascensión, intento seguir aunque sólo sea unos metros a los corredores que me van adelantando; 18 minutos al paso del kilómetro 3, realmente no preocupa mucho, aún queda carrera y si me quemo ahora lo pagaré más tarde, y además sé que voy en mis tiempos; atrás dejamos el cuarto kilómetro, desde donde ya divisamos la zona de Viapará, con ese descansillo, la única tregua que concede el Coloso, que te permite coger aire antes de afrontar lo realmente duro; me alcanza un grupo de cinco corredores y me agarro a ellos con uñas y dientes, “tengo que llegar con ellos hasta Viapará”, después cada uno que suba como pueda, “llegaremos antes del cierre de control”, oigo que dice uno de ellos, me doy cuenta de que son todos primerizos, y les tranquilizo “a este ritmo no tendréis problemas”; con ellos llego al lugar de la tregua; aquí me espera Ángeles, “¿qué tal?”, con una sonrisa le contesto “voy bien“, “Sonia está más arriba” me dice mientras me alejo.
Acabada la tregua y ya en “Les Cabañes”, kilómetro siete y con un desnivel de 20 %, el pequeño grupo en el que me encuentro empieza a fragmentarse, yo soy el primero en quedarme, aunque siempre manteniendo una corta distancia; sigo la subiendo, regulando, alcanzó a dos corredores del ya disuelto grupo, y juntos hacemos unos metros, uno de ellos se queda, siguiendo el otro mi estela, aunque no dura mucho y decide seguir a su ritmo, que la verdad es lo mejor que puede hacer; en solitario llego al kilómetro 8´5, “Los Llagos”, con un desnivel más llevadero, sólo del 12%, manteniendo en la distancia a otro corredor, miro el crono de reojo y me doy cuenta de que puedo bajar mi tiempo, eso sin duda y a estas alturas de carrera es una inyección de moral; en el kilómetro 9 veo a Sonia, quién me acompaña al trote unos pocos de metros, y después de darme ánimos continuo la ascensión; ya la niebla nos envuelve y apenas nos deja ver a más de diez metros, “Los Picones”, kilómetro 9´5, y desnivel del 18%; continuo, me encuentro bien, he cogido un buen paso; ya a mi alcance otro de los del grupo, quien también se queda atrás; llego al kilómetro 10´2, a la zona denominada “Cobayos”, con un desnivel del 17%, antesala del muro “La Cueña les Cabres”, situada en el kilómetro 10´8, y que nos recibe con su 23´6% de desnivel, al final de este repecho alcanzó a otro de los del grupo, Aníbal, quién a la postre sería mi compañero en meta; ya juntos afrontamos “El Aviru”, kilómetro 11´5 y con un desnivel del 20%; ahora en compañía la subida se hace más llevadera y entre la niebla llegamos a la cima del Anglirú, kilómetro 12´5 de carrera, ya por delante un suave descenso de unos seiscientos metros que nos llevara a cruzar la línea de meta; me doy cuenta de que no mejoraré mi marca, así que me dejo ir, “¿Vas bien? pregunto a mi compañero, “Sí”, responde.
Cruzamos la meta con un tiempo de 1h50´18´´, nos felicitamos y cada uno se va por su lado con la seguridad de que nos volveremos a ver.
Yo me voy a disfrutar en soledad del momento, con la emoción de haber coronado otra vez El Anglirú, ya solo me queda compartirla con los míos, que me estarán esperando en la zona de Viapará, sin duda preocupados.
Gelu, el otro atleta del grupo, el único que no logré alcanzar, se ofrece para bajarme de la cima; entretenidos en una amena charla llegamos donde me esperan los míos; gracias amigo.
Ángeles y Sonia me esperan, y que mejor modo de decir que estoy bien que con una sonrisa. Nos vamos alejando de mi cima, no sin antes despedirme de Él, y con la certeza de que volveré a por la séptima.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

OTRO MÁS, UNA MENOS

Sí, otro caso más, y una tramposa menos. En esta ocasión el bochorno salpica al atletismo; me desayuno con la noticia de que la atleta española, de origen cubano (nacionalizada el 13 de junio del 2003), Yesenia Centeno ha sido sancionada por la IAAF con dos años de suspensión, el motivo no podría ser otro, dar positivo por la toma del anabolizante Methandriol y el diurético Furosemida, y al parecer ambas sustancias sirven para ocultar la ingesta de otras sustancias.
Podéis leer la noticia completa en los diarios as y marca.
Viva el deporte sano.

martes, 22 de septiembre de 2009

XXI MEDIA MARATÓN DE VALLADOLID

Con la primera claridad del día o con la última oscuridad de la noche (depende como se mire) partimos rumbo a Valladolid. Con incertidumbres, con muchas dudas, con la cabeza ya puesta en la carrera, planificándola con pros y contras; las últimas semanas no han dado pie a la ilusión, aunque es cierto que últimos entrenamientos abrieron una puerta a la esperanza.
Con un viaje sin novedades llegamos a la capital castellana; el lugar de recogida de dorsales, ya muy concurrido; oteamos el horizonte, es el mejor punto de encuentro, los primeros a los que saludamos son L.A. y N.G.; recogida de dorsal; estiramientos; llega Servando, se le ve con ganas, su lesión le ha permitido llegar a la cita aunque no como él tenía previsto, pero ya tendrá otras ocasiones; a lo lejos diviso a Abe, quien viene acompañado, ¿quizás con Quique?, abrazos y sí, es Quique, y como él comenta “ya tenemos cara”; depositamos la mochila en el ropero y cada uno a lo suyo; me quedo con mi amigo Abe, empezamos un ligero trote a modo de calentamiento, estación de autobús obligada y camino de la línea de salida.
Casi puntuales empezamos la prueba, empiezo con tranquilidad, intentando coger el ritmo y después veremos lo que da esto de sí; con la compañía de Abe vamos esquivando corredores como podemos, al tiempo que procuramos no estorbar a los que nos adelantan.
Pasamos el segundo kilómetro, y parece que llevo buenas sensaciones, es pronto ya lo sé, pero cuando pillo bien el ritmo de crucero suelo ir bien.
-Yo ya me quedo, no puedo seguir este ritmo; comenta Abe.
- Venga, suerte y tranquilo; le contesto.
Sigo con mi trote, intentando mantener esta intensidad, sobre el kilómetro tres me topo con un pequeño grupito comandado por gente del club parquesol, en un primer momento estoy por seguir para adelante, pero no sé muy bien por qué decido quedarme a su resguardo (después supe que hice lo correcto); acomodo el ritmo al grupo, me concentro solo en eso, en seguir su estela, los kilómetros van cayendo, yo ahí sigo tras las dos camisetas del parquesol; ya solo han quedado dos, Begoña y Carlos (supe que se llamaban), algún otro se acopla; después del primer paso por la plaza mayor a mis dos liebres les espera su liebre particular, quien con frescor comandará el grupo a partir de ahora; yo sigo a lo mío, sin pensar en nada, con la mente casi en blanco, solo seguir a los que me preceden, solo ese pensamiento ocupa mi mente; miro el crono, kilómetro 12, 58 minutos, chequeo de cuerpo, y todo parece que funciona, esperanza; paso a paso llegamos al kilómetro 15, mis liebres se van, veo como metro a metro se me van; aparto los fantasmas de mi cabeza, vuelvo a mirar el crono y me doy cuenta de qué si no me vengo abajo alcanzaré el objetivo (el plan diseñado a principio de temporada); intento no acortar la zancada, seguir a mis liebres aunque sea visualmente; los sigo teniendo ahí, doce o quince metros me separan de ellos; “vamos no te vengas ahora abajo” me digo; con sorpresa, grata sorpresa compruebo que voy recortando distancia con mis guías y en el kilómetro 17 vuelvo a darles alcance; vuelvo a acoplarme; “O yo he aumentado o ellos han descendido el ritmo”, o porque no, ambas posibilidades han podido producirse. Vamos llegando al Campo Grande, y ya solo una vuelta más; el ritmo de mi pequeño grupo va cayendo, lo noto, ahora voy demasiado cómodo, miro de reojo a mis liebres, a la liebre de mis liebres y me doy cuenta de que van más lentos; miro de nuevo mi crono y sé que podré bajar de 45´; así que con gran pesar me voy, me hubiese gustado llegar con ellos, pero esto es así; vuelvo a mi ritmo de crucero, para afrontar los últimos dos kilómetros; “ya no queda nada, el que tenga fuerzas que las use”, grita una voluntaria, me da la risa; si, aún me queda tiempo para la sonrisa; continúo con el esfuerzo, el último; ya diviso la meta; el crono de reojo; incremento mi ritmo; paso bajo el arco; 1h44´40´; satisfecho.
Este era el momento, solo había que esperar, aunque que dura se nos hace a veces la espera. O quizás ese momento se produjo hace ocho días, en ese rodaje rutinario en el que sudoroso entras en casa e intercambias con tu Ángel esa sonrisa cómplice que por si sola dice “esto va”.
Agradecer el apoyo que desde el otro lado me ofrecieron L.A. y mi ángel, Ángeles.
Que fue un placer saludar a N.G., Servando y Ángel Mata, y poner cara a Quique y a Jesús Centeno.
Y por supuesto un verdadero placer compartir mi tiempo con mi amigo Abe.
Después de todo esto solo me queda despejar la duda, iré al Anglirú, es mi cima. El Anglirú esta allí para que la disfrutemos todos, no para que la disfruten unos pocos.