miércoles, 30 de septiembre de 2009

QUÉ NOS MUEVE

Qué fuerza es la que nos lleva a pensar, a idear nuestros retos deportivos; qué fuerza es la que hace que preparemos esos retos; y qué fuerza es la que hace que lleguemos a realizar esos retos.
Qué fuerza misteriosa es la que nos mueve a exigirnos en nuestros entrenamientos, a endurecerlos con las molestas series, con las incómodas cuestas, o con las temibles tiradas largas; qué hace que nos exprimamos al máximo con el sólo y único fin de lograr el objetivo.
Cierto es que el hacer ejercicio nos permite tener más calidad de vida, mantener la mente más despejada, hacer amigos, y un sin fin de cosas más, pero de ese ejercicio moderado a nuestra particular tortura hay un mundo; un mundo en el que nos movemos como pez en el agua y en el que sin duda somos felices.
Yo realmente no lo sé, simplemente sé que no es orgullo, ni vanidad. Que no pretendo buscar el halago fácil, ni demostrar nada a nadie; simplemente lo hago y disfruto haciéndolo.

domingo, 27 de septiembre de 2009

I CARRERA PEDESTRE ANGLIRÚ 2009

Mientras espero la hora de la salida, en soledad, sólo con mis pensamientos, con mis miedos y temores, con mi orgullo; lejos ya de mis apoyos morales, Ángeles y Sonia, que dispersas por la subida esperan mi llegada; sentado en las escaleras del Ayuntamiento, levanto la vista hacía el cielo y allí, a lo lejos, en lo más alto, cubierto de nubes, el gran coloso, el Anglirú; lo miro y me mira, cara a cara, frente a frente; “voy a por ti”, le digo; “no tengas prisa, te espero”, me dice.
Se va acercando la hora, y los pocos atletas que en esta ocasión nos hemos dado cita empezamos a movernos, estiramientos, pequeñas carreras, siempre al trote, más estiramientos, sonrisas y miradas cómplices, “corredores vayan acercándose a la salida”, ya no hay marcha atrás.
Suena el tiro de gracia y empiezo la ascensión, no me preocupo por el ritmo de los demás, sólo de pillar cuanto antes ese ritmo que me haga subir con el menor sufrimiento posible, “venga tranquilo, respiración”; esa suave pendiente que parece que no sube, te va envolviendo y castigando las piernas; el pequeño grupo de corredores se va convirtiendo en pequeño rosario; llego al primer kilómetro en 5´40´´, “no mires el crono, déjale, tú a lo tuyo”; sigo la ascensión, intento seguir aunque sólo sea unos metros a los corredores que me van adelantando; 18 minutos al paso del kilómetro 3, realmente no preocupa mucho, aún queda carrera y si me quemo ahora lo pagaré más tarde, y además sé que voy en mis tiempos; atrás dejamos el cuarto kilómetro, desde donde ya divisamos la zona de Viapará, con ese descansillo, la única tregua que concede el Coloso, que te permite coger aire antes de afrontar lo realmente duro; me alcanza un grupo de cinco corredores y me agarro a ellos con uñas y dientes, “tengo que llegar con ellos hasta Viapará”, después cada uno que suba como pueda, “llegaremos antes del cierre de control”, oigo que dice uno de ellos, me doy cuenta de que son todos primerizos, y les tranquilizo “a este ritmo no tendréis problemas”; con ellos llego al lugar de la tregua; aquí me espera Ángeles, “¿qué tal?”, con una sonrisa le contesto “voy bien“, “Sonia está más arriba” me dice mientras me alejo.
Acabada la tregua y ya en “Les Cabañes”, kilómetro siete y con un desnivel de 20 %, el pequeño grupo en el que me encuentro empieza a fragmentarse, yo soy el primero en quedarme, aunque siempre manteniendo una corta distancia; sigo la subiendo, regulando, alcanzó a dos corredores del ya disuelto grupo, y juntos hacemos unos metros, uno de ellos se queda, siguiendo el otro mi estela, aunque no dura mucho y decide seguir a su ritmo, que la verdad es lo mejor que puede hacer; en solitario llego al kilómetro 8´5, “Los Llagos”, con un desnivel más llevadero, sólo del 12%, manteniendo en la distancia a otro corredor, miro el crono de reojo y me doy cuenta de que puedo bajar mi tiempo, eso sin duda y a estas alturas de carrera es una inyección de moral; en el kilómetro 9 veo a Sonia, quién me acompaña al trote unos pocos de metros, y después de darme ánimos continuo la ascensión; ya la niebla nos envuelve y apenas nos deja ver a más de diez metros, “Los Picones”, kilómetro 9´5, y desnivel del 18%; continuo, me encuentro bien, he cogido un buen paso; ya a mi alcance otro de los del grupo, quien también se queda atrás; llego al kilómetro 10´2, a la zona denominada “Cobayos”, con un desnivel del 17%, antesala del muro “La Cueña les Cabres”, situada en el kilómetro 10´8, y que nos recibe con su 23´6% de desnivel, al final de este repecho alcanzó a otro de los del grupo, Aníbal, quién a la postre sería mi compañero en meta; ya juntos afrontamos “El Aviru”, kilómetro 11´5 y con un desnivel del 20%; ahora en compañía la subida se hace más llevadera y entre la niebla llegamos a la cima del Anglirú, kilómetro 12´5 de carrera, ya por delante un suave descenso de unos seiscientos metros que nos llevara a cruzar la línea de meta; me doy cuenta de que no mejoraré mi marca, así que me dejo ir, “¿Vas bien? pregunto a mi compañero, “Sí”, responde.
Cruzamos la meta con un tiempo de 1h50´18´´, nos felicitamos y cada uno se va por su lado con la seguridad de que nos volveremos a ver.
Yo me voy a disfrutar en soledad del momento, con la emoción de haber coronado otra vez El Anglirú, ya solo me queda compartirla con los míos, que me estarán esperando en la zona de Viapará, sin duda preocupados.
Gelu, el otro atleta del grupo, el único que no logré alcanzar, se ofrece para bajarme de la cima; entretenidos en una amena charla llegamos donde me esperan los míos; gracias amigo.
Ángeles y Sonia me esperan, y que mejor modo de decir que estoy bien que con una sonrisa. Nos vamos alejando de mi cima, no sin antes despedirme de Él, y con la certeza de que volveré a por la séptima.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

OTRO MÁS, UNA MENOS

Sí, otro caso más, y una tramposa menos. En esta ocasión el bochorno salpica al atletismo; me desayuno con la noticia de que la atleta española, de origen cubano (nacionalizada el 13 de junio del 2003), Yesenia Centeno ha sido sancionada por la IAAF con dos años de suspensión, el motivo no podría ser otro, dar positivo por la toma del anabolizante Methandriol y el diurético Furosemida, y al parecer ambas sustancias sirven para ocultar la ingesta de otras sustancias.
Podéis leer la noticia completa en los diarios as y marca.
Viva el deporte sano.

martes, 22 de septiembre de 2009

XXI MEDIA MARATÓN DE VALLADOLID

Con la primera claridad del día o con la última oscuridad de la noche (depende como se mire) partimos rumbo a Valladolid. Con incertidumbres, con muchas dudas, con la cabeza ya puesta en la carrera, planificándola con pros y contras; las últimas semanas no han dado pie a la ilusión, aunque es cierto que últimos entrenamientos abrieron una puerta a la esperanza.
Con un viaje sin novedades llegamos a la capital castellana; el lugar de recogida de dorsales, ya muy concurrido; oteamos el horizonte, es el mejor punto de encuentro, los primeros a los que saludamos son L.A. y N.G.; recogida de dorsal; estiramientos; llega Servando, se le ve con ganas, su lesión le ha permitido llegar a la cita aunque no como él tenía previsto, pero ya tendrá otras ocasiones; a lo lejos diviso a Abe, quien viene acompañado, ¿quizás con Quique?, abrazos y sí, es Quique, y como él comenta “ya tenemos cara”; depositamos la mochila en el ropero y cada uno a lo suyo; me quedo con mi amigo Abe, empezamos un ligero trote a modo de calentamiento, estación de autobús obligada y camino de la línea de salida.
Casi puntuales empezamos la prueba, empiezo con tranquilidad, intentando coger el ritmo y después veremos lo que da esto de sí; con la compañía de Abe vamos esquivando corredores como podemos, al tiempo que procuramos no estorbar a los que nos adelantan.
Pasamos el segundo kilómetro, y parece que llevo buenas sensaciones, es pronto ya lo sé, pero cuando pillo bien el ritmo de crucero suelo ir bien.
-Yo ya me quedo, no puedo seguir este ritmo; comenta Abe.
- Venga, suerte y tranquilo; le contesto.
Sigo con mi trote, intentando mantener esta intensidad, sobre el kilómetro tres me topo con un pequeño grupito comandado por gente del club parquesol, en un primer momento estoy por seguir para adelante, pero no sé muy bien por qué decido quedarme a su resguardo (después supe que hice lo correcto); acomodo el ritmo al grupo, me concentro solo en eso, en seguir su estela, los kilómetros van cayendo, yo ahí sigo tras las dos camisetas del parquesol; ya solo han quedado dos, Begoña y Carlos (supe que se llamaban), algún otro se acopla; después del primer paso por la plaza mayor a mis dos liebres les espera su liebre particular, quien con frescor comandará el grupo a partir de ahora; yo sigo a lo mío, sin pensar en nada, con la mente casi en blanco, solo seguir a los que me preceden, solo ese pensamiento ocupa mi mente; miro el crono, kilómetro 12, 58 minutos, chequeo de cuerpo, y todo parece que funciona, esperanza; paso a paso llegamos al kilómetro 15, mis liebres se van, veo como metro a metro se me van; aparto los fantasmas de mi cabeza, vuelvo a mirar el crono y me doy cuenta de qué si no me vengo abajo alcanzaré el objetivo (el plan diseñado a principio de temporada); intento no acortar la zancada, seguir a mis liebres aunque sea visualmente; los sigo teniendo ahí, doce o quince metros me separan de ellos; “vamos no te vengas ahora abajo” me digo; con sorpresa, grata sorpresa compruebo que voy recortando distancia con mis guías y en el kilómetro 17 vuelvo a darles alcance; vuelvo a acoplarme; “O yo he aumentado o ellos han descendido el ritmo”, o porque no, ambas posibilidades han podido producirse. Vamos llegando al Campo Grande, y ya solo una vuelta más; el ritmo de mi pequeño grupo va cayendo, lo noto, ahora voy demasiado cómodo, miro de reojo a mis liebres, a la liebre de mis liebres y me doy cuenta de que van más lentos; miro de nuevo mi crono y sé que podré bajar de 45´; así que con gran pesar me voy, me hubiese gustado llegar con ellos, pero esto es así; vuelvo a mi ritmo de crucero, para afrontar los últimos dos kilómetros; “ya no queda nada, el que tenga fuerzas que las use”, grita una voluntaria, me da la risa; si, aún me queda tiempo para la sonrisa; continúo con el esfuerzo, el último; ya diviso la meta; el crono de reojo; incremento mi ritmo; paso bajo el arco; 1h44´40´; satisfecho.
Este era el momento, solo había que esperar, aunque que dura se nos hace a veces la espera. O quizás ese momento se produjo hace ocho días, en ese rodaje rutinario en el que sudoroso entras en casa e intercambias con tu Ángel esa sonrisa cómplice que por si sola dice “esto va”.
Agradecer el apoyo que desde el otro lado me ofrecieron L.A. y mi ángel, Ángeles.
Que fue un placer saludar a N.G., Servando y Ángel Mata, y poner cara a Quique y a Jesús Centeno.
Y por supuesto un verdadero placer compartir mi tiempo con mi amigo Abe.
Después de todo esto solo me queda despejar la duda, iré al Anglirú, es mi cima. El Anglirú esta allí para que la disfrutemos todos, no para que la disfruten unos pocos.

sábado, 19 de septiembre de 2009

SIGUEN MATANDO AL DEPORTE

Y siguen matando al ciclismo; tres nombres se unen a la lista de tramposos, Isidro Nozal, Héctor Guerra y Nuno Ribeiro; y todos ellos, que curioso, ciclistas del mismo equipo, el Liberty Seguros.
Por supuesto, y es de agradecer que les de la espalda, Liberty Seguros ha anunciado que abandona el patrocinio. Después el mundo de la bicicleta se quejará de que no hay quién ponga dinero, de que no hay patrocinadores; no manchéis ese dinero y ya habrá quien os apoye, pero así cada vez resultará más difícil.
Con qué ganas o con qué interés nos plantamos mañana delante del televisor para ver el final de la vuelta a España, yo personalmente con ninguno.
¿Hasta cuándo vais a seguir así?, ¿Son estos vuestros valores?.
Viva el deporte sano.

jueves, 17 de septiembre de 2009

VOLVEMOS AL ANGLIRÚ

Cuando allá por el mes de febrero hice la crónica necrológica de la subida al Angliru todo hacía presagiar que al menos en unos años no se realizase la mítica ascensión.
Pero al parecer de nuevo podremos volver a subir sus empinadas rampas; y digo al parecer porque entre el club “Ochobre”, club que organizaba anteriormente la carrera, y el club “Línea de meta”, nuevo club organizador de la prueba, han desatado una guerra de guerrillas, con informaciones y desinformaciones, con comunicados y contra comunicados, con amenazas y coacciones.
Y con todo esto flaco favor hacen al atletismo popular, y lo que aún es peor, nos quieren involucrar a los corredores, y creo que en esa guerra no deberíamos implicarnos.
La nueva carrera, denominada “
Carrera Pedestre Anglirú 2009”, tendrá lugar el día 26 de septiembre a las 16:00 horas.
Los asiduos a este blog sabéis que para mí la subida al Anglirú es una carrera especial, pero a pesar de eso aún no tengo decidida mi participación, me enteré de la prueba el sábado pasado, lo que quiere decir que mis entrenamientos no estaban encaminados a esa exigente carrera, por supuesto no voy a negar que me gustaría estar, y que hay muchas probabilidades de que este en la línea de salida; aunque la decisión definitiva la tomaré después de la media de Valladolid, si todo va bien el domingo, subiré de nuevo al Anglirú.

martes, 15 de septiembre de 2009

I CARRERA URBANA CIUDAD DE BENAVENTE

Llegamos a Benavente con tiempo más que suficiente para la inscripción y la recogida de dorsales, para dar un pequeño paseo, para tomar un café, para hacernos la foto de presentación y ya foto obligada, para darnos unos pequeños trotes a modo de calentamiento, y todo esto antes de la salida.
Salida que como estaba previsto se dio a las 11:30 horas, y con el consabido y tradicional “listos, ya” emprendemos la marcha; diez kilómetros me separan de la meta; desde un primer momento trato, ilusamente, de ser exigente y olvidarme de esa losa que me oprime desde hace dos semanas; procuro llevar un ritmo cercano a los 4´30´´, me esfuerzo por seguir a los que me rodean, por buscar ese momento que todo lo cambie; aunque un poco forzado me encuentro bien de piernas, no las siento fatigadas, y eso me anima; antes del segundo kilómetro me pasa L.A. como una exhalación, y aunque sé que no estoy para seguirle, ni para intentarlo, procuro mantenerlo en mi horizonte lo máximo posible, lo que a duras penas consigo durante casi dos kilómetros; empiezo a sentir que no puedo seguir con esa exigencia, así que sin dejar de forzarme busco un paso que me permita ir más cómodo y terminar la carrera lo mejor que pueda; aún me queda una vuelta de las tres que conformaban la prueba, y he pillado un ritmo de crucero que me va a llevar a meta, en solitario, formando parte ya de un rosario de corredores, en 48´59´´.
El tiempo no es para tirar cohetes, pero me quedo con la frase formulada por L.A. mientras estirábamos y esperábamos la llegada de Sonia, “al menos ha sido un buen entrenamiento para Valladolid”; frase que me trae a la memoria mis dos últimas entradas; y que narices he hecho lo que me gusta y me apetecía hacer, y he estado ahí, no ha sido el momento, no ha podido ser, ya será; pero si he tenido el apoyo de amigos y familia, que más se puede pedir.

sábado, 12 de septiembre de 2009

LA CONSTANCIA DEL AMIGO

Cuando todo falla…¿qué es lo que nos queda?; casi todos de vosotros lo habéis dicho, quedan los amigos, la familia, quedan los que en esos momentos de dudas estarán a nuestro lado, sin preguntar, escuchando, mostrando su apoyo y esperando pacientemente a que todo cambie.
También nos quedara la esperanza en que nuestra constancia recobre la fuerza de voluntad, tenemos que seguir preparándonos para cuando eso suceda, porque puede pasar en cualquier momento, con cualquier noticia, en el entrenamiento más inesperado, e incluso en la carrera más desastrosa.
Cuando todo falla solo tenemos que esperar y estar ahí, porque todo puede cambiar en el momento más insospechado.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

CUANDO TODO FALLA…

… qué es lo que nos queda; dicen las malas lenguas que la tierra gira alrededor del sol; dicen esas mismas lenguas que nuestra vida gira alrededor del correr; siguen diciendo esas maliciosas lenguas que unas zapatillas en los pies y un camino en el horizonte somos los más felices del planeta; y a buen seguro esas lenguas tendrán razón.
Aunque no es menos cierto que esa felicidad nos cuesta Dios y ayuda; que nos supone mucho tiempo, tiempo robado a nuestros seres queridos; que nos supone mucho esfuerzo, esfuerzo que en ocasiones no tiene recompensa.
Nada parece importar si en los entrenamientos vamos quemando etapas y cumpliendo objetivos, y si luego esos objetivos se ven plasmados en las carreras, porque eso supondrá que nos acompañan las buenas sensaciones y que tenemos la moral a tope.
Y cuando todo falla, cuando las cosas no salen, cuando a pesar de todos esos esfuerzos no encontramos ese golpe de pedal, no encontramos esa sensación que busca su oportunidad de triunfo, todo cambia; y todo se complica cuando quedamos ya a merced de nuestra fuerza de voluntad, cuando nos volcamos en esa fuerza para salir a entrenar o para terminar una carrera con dignidad, todo cambia; y todo se complica aún mucho más cuando buscamos y rebuscamos y no encontramos ni tan siquiera nuestra fuerza, todo cambia; y cuando todo falla, qué.

sábado, 5 de septiembre de 2009

ENTRENAMIENTO SOSTENIBLE

O insostenible, depende de como se mire, o como se entienda o desentienda.
Desde hace un tiempo escucho el término “economía sostenible”, al igual que imagino lo escucháis vosotros, y por supuesto el resto de mortales; pero a buen seguro os pase lo que me pasa a mí, que no entendáis lo que quieren decirnos.
Yo no sé si quieren decir que la economía la va a sostener el gobierno que la hundió; yo no sé si quieren decir que la economía la va a sostener la oposición que la dejo hundir; yo no sé si quieren decir que la economía la va a sostener el que hace los carteles del plan co”ñ”a (buen negocio le“ñ”e, y a buen seguro buen amigo co”ñ”o); yo no sé si quieren decir que la economía la sostiene un milagro, milagro laico por supuesto, y esto si que es un milagro laico y no el milagro del pan y los peces.
Pero si no entiendo lo de la economía in-sostenible, tampoco entiendo lo que me sostiene, o me insostiene.
Planificamos los entrenamientos con el solo objetivo de que estos salgan bien, con eso nos conformamos; pero no contamos con los imposibles, no contamos o no queremos contar con que en ocasiones las cosas se tuercen; en que la vida se encarga de ir poniéndonos tachuelas, tachuelas que debemos ir sorteando, tachuelas que unas veces nos afectan directamente y otras veces nos vienen de rebote, y que te obligan a estar ahí.
Y si la semana pasada, circunstancias ajenas a mi voluntad me obligaban (o me obligaba) a salir un solo día; esta semana mi talón de “aquiles” particular, mi garganta, me dejaba postrado a los pies de mis zapatillas, me dejaba a su disposición; y aunque he podido, a duras penas, cumplir con mis entrenos, con una salida de recuperación, con una salida de cuestas, con dos tiradas largas (me salté las series, no hubiese podido), he perdido ritmo de cara al primer test de la temporada, la media de Valladolid.
Así que en estas se me plantea la duda, no sé si han sido entrenamientos sostenibles o insostenibles; no sé si las salidas han sostenido o insostenido a la planificación; no sé si lo planificado ha sostenido o insostenido a mis entrenos; no sé si lo sostenible o insostenible de todo esto ha sostenido o insostenido a que mi garganta no se recupere; o no sé si mi garganta se ha sostenido o insostenido de mis salidas; no sé que en que se diferencia un entrenamiento sostenible de un entrenamiento insostenible; solo sé que no he podido entrenar bien porque estoy jodido, porque he estado jodido; y “al pan pan y al vino vino”, que eso lo entendemos todos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

ÚLTIMA CARRERA DE AGOSTO 2009 POR LA SOBARRIBA: 1ª EDICIÓN

Esta historia empezó en Losada, al menos para mí; allí fue donde por primera vez tuve noticias del evento; mientras intercambiamos saludos con Tecolinha y Pedrín, nos deslizan un planfentillo, lo ojeo por encima, “otra carrera más” pienso, y encima la fecha no me viene nada bien, así que sin prestar mucha más atención me dispongo a disfrutar de la tarde.
Ya en casa, acogido en el regazo de su tranquilidad, extraigo el planfetillo, lo leo y lo releo, y me doy cuenta del error de apreciación que había cometido en el primer vistazo; no se trataba de información de una carrera, era una invitación para una carrera, “El objetivo de esta convocatoria es reunirnos un grupo de amigos que compartimos la afición por correr, en un ambiente distentido y cordial, lejos de cualquier ámbito competitivo y alejado de las pautas típicas en las carreras al uso, ….”, “Inscripciones: por invitación de la organización” se podía leer; y eso ya no es lo mismo, al menos para mí, sentí que tenía que ir y supe que salvo fuerza mayor estaría allí.
Y así fue, a la cita acudí en compañía de Sonia, y por supuesto y como siempre de mi Ángel de la Guarda, Ángeles, quién ahora tiene doble trabajo; llegué dispuesto a disfrutar más que nunca, todo indicaba que así sería, correríamos entre amigos, solo amigos, correríamos por el paraje que todos los corredores leoneses sentimos como nuestro, “los pinos”, nada podía fallar.
Poco a poco va llegando el gran elenco de atletas reunidos por Tecolinha y sus compañeros de “A correr que son dos días”, y además corredores de nivel, que hago yo aquí Dios mío.
Intercambio de saludos, presentaciones y más presentaciones, ya todos revueltos, hablando como no de carreras, de experiencias, esperando a que nuestra organizadora de las instrucciones oportunas para empezar la prueba, no había prisa, todos parecían encontrarse a gusto.
Pero habíamos ido a correr y no quedaba más remedio que hacerlo; así que se dio la salida, por delante unos 6400 metros; empezamos con una ligera subida, nada que preocupar, para pronto afrontar el tramo fácil del recorrido, el que nos lleva cuesta abajo, vamos en grupo, charlando por parejas, nadie tenía prisa por llegar, nadie quería ganar, eso no era lo importante; y como todo lo bueno se acaba, nuestra cuesta abajo también, así que ahora venía la hora de subir y sudar, no quedaba más remedio; el grupo se había estirado, aunque nadie iba solo, y así poco a poco, cada uno a su ritmo fue llegando a la meta, donde fuimos recibidos por la simpatía de la pequeña Julieta.
Después momento de más charla, visionado de las fotografías tomadas del evento, entrega de la bolsa del corredor y de sorteo de regalos; que más se podía pedir.
Bien mirado no se trataba de una carrera, estaréis pensando; ha sido un entrenamiento en grupo, seguiréis pensando; pero los que allí estuvimos no estamos de acuerdo, la consideramos como una carrera, y es una pena que no haya más carreras como esta.