miércoles, 30 de junio de 2010

SOBRE MI MESA

Sobre mi mesa, esperando formar parte de las vacaciones, unos cuantos libros: “ Firmin” de Sam Savage, “Voces de humo” de Pablo Andrés Escapa, “El blog del Inquisidor” de Lorenzo Silva, “Los cuadernos de don Rigoberto” de Mario Vargas Llosa, y “De qué hablo cuando hablo de correr” de Haruki Murakami.
También esperando mis queridas zapatillas, las que inesperadamente y a última hora van a formar parte de la expedición, ellas no estaban en la lista, pero han entrado por derecho propio.
También sobre mi mesa, esperando a no sé qué, quizás a ser leídos, dos libros de Javier Reverte, “Dios, el diablo y la aventura” y “Campos de fresa para siempre”; dos libros que mi vecino Anselmo, apasionado y medio radical, me ha entregado junto a un recorte del ABC cultural de este fin de semana, “no los quiero en mi biblioteca”.
En un principio, y como siempre, no entiendo a Anselmo, por lo que llevo mi vista y mis cinco sentidos al recorte del periódico, donde leo: “Del cero al casi nada” de J.J. Armas Marcelo, “En mi biblioteca sobran libros, de modo que, haciéndome el bien, he echado por fin de ella a Javier Reverte y a Vázquez-Figueroa. Estaban ocupando un lugar que no les correspondía”.
“Jope, J.J., eso es cariño”, qué le habrán hecho a Marcelo, y que le habrá hecho Javier a Anselmo, eso ellos lo sabrán.
Yo, no voy a echar a nadie de mi biblioteca, puede haber escritores buenos, malos o regulares, pero todo libro por el mero hecho de estar escrito merece su respeto.
Así que cualquier persona, incluida Marcelo, y al igual que Anselmo, quiere deshacerse de algún libro, aquí tiene mi biblioteca, en ella tienen cabida los buenos y los malos escritores, y los buenos libros.

lunes, 28 de junio de 2010

PREPARANDO LA VUELTA

Después de casi un mes dedicado a recuperar el cuerpo de los esfuerzos; de casi un mes de descansos; de casi un mes de salidas cortas, de apenas una hora; de un mes dedicado a planificar los nuevos objetivos, los que sin dura harán que nuestras ganas de salir a correr no vayan a menos.
Después de todo este tiempo ya esta casi todo preparado para la vuelta, incluso puede que la salida de hoy, inconscientemente, haya sido el entrenamiento del regreso, el principio de un etapa que me acercará hasta las Navidades.
Los retos los tengo claros, esos ya están más que definidos:
Subida al Anglirú: 04 de septiembre.
Madrid-Segovia, 100 km. por el camino de Santiago: 02 y 03 de octubre.
Maratón de Castellón: 12 de diciembre.
Estas tres carreras marcaran esta etapa, entre medias alguna más pasará a formar parte de este trozo de historia, de momento ya hay una, el día siete de agosto en Doney de la Requejada (Zamora), donde se celebra la VI subida al Peñón, y viendo el perfil será una buena piedra de toque para mi subida favorita.

miércoles, 23 de junio de 2010

UN DÍA EN PICOS

Puerto de Pandetrave; nueve y cinco de la mañana, iniciamos nuestra andadura dos horas y media después de salir de León; dieciocho seres conformamos el grupo, ocho amigos del trabajo, cuatro amigos de amigos y siete amigos del grupo de montaña de Casa Galicia; destino final Fuente De, con parada intermedia en el refugio de Collado Jermoso.
Empezamos la aventura por un camino que como es natural y estando en Picos tira para arriba; el buen estado en que este se encuentra, junto con la belleza que empieza a mostrar el paisaje invita al optimismo; este camino nos lleva al paraje llamado Caben de Remoña.
Una vez pasado el Caben de Remoña, el camino da paso a un sendero que transcurre entre prados y que nos acercará a la Canal de Pedabejo; este sendero de buen pisar se convierte en un continuo subir en zig-zags, sendero de piedras que nos lleva al alto de la Canal, desde donde podemos ver la verde Vega de Liordes.
Pero antes de empezar a descender hacía la Vega hacemos una pequeña parada; parada que aprovechamos para descansar, y meter para el cuerpo alimento sólido y líquido; un amigo del trabajo empieza a tener problemas en una rodilla, “demasiado pronto para problemas, esperemos que no vaya a más”.
Después de este pequeño descanso nos adentramos en la Vega de Liordes, trayecto que por ladera rocosa, con vista a prados verdes, nos acerca a la gris montaña rocosa, y de aquí al Sedo de Padierna, sendero aéreo, donde los menos avezados tenemos que fijar la atención, y extremar la concentración para no dar un paso en falso, las risas y las bromas del grupo dejan paso a la seriedad y a la disciplina.
A media subida hacemos una parada para reagruparnos; los problemas de rodilla del amigo de trabajo van en aumento y toma la sabia decisión de dar la vuelta y encaminar sus pasos hacía Fuente De (lugar del final de la aventura), lo hará también otro de los amigos de mis amigos, con molestias en una pierna, y en ese estado y en ese terreno no es cuestión de dejarlos solos, por lo que otro amigo del trabajo decide quedarse con ellos para ayudarles en su regreso, el resto tomamos la decisión de continuar.
Después de la despedida, seguimos por el Sedo de la Padierna, unos para arriba y otros para abajo; pasado el Sedo llegamos a Las Colladinas, llamado así por ser una sucesión de Collados, con continuos subes y bajas, donde a pesar de la dureza la cabeza se puede relajar un poquito de la tensión de los aéreos que poco antes habíamos pasado.
Llegamos al final de Las Colladinas, y desde lo alto de la última collada divisamos nuestro objetivo, el refugio de Collado Jermoso.
Bonita vista, pero inquietante el recorrido que ahí hasta allí, la tensión vuelve a los rostros de los menos avezados; entre nosotros y el refugio un pequeño sendero de piedras cubierto en más de un tramo por neveros, que a mí se me antoja más que peligrosos, al menos desde donde ahora me encuentro.
Cogemos aire y seguimos, de uno en uno, el sendero no da para más, sin mirar para la izquierda, para el hondo precipicio, con la mirada fija en la estrechez de la senda, con el cuidado del pisar, de que las piedrecillas no hagan que nuestras zapatillas resbalen; ante mí, el primer de los neveros, “y aquí donde te agarras”, dejo metros con el amigo del club de montaña que me precede, aspiro aire, no veo más que hielo, doy un paso, y otro, y paso a paso, con el cuerpo tenso, la cabeza en calma, atrás queda este mi primer gran obstáculo, por delante sé que me queda al menos otro, continuamos, ahora con más tensión, pronto llega mi segundo punto clave, el segundo nevero, el ritual se parece en mucho al primero, calcado; ya superado, el camino ahora requiere concentración pero alivia la tensión de la mente, aunque ella sabe que por ahí tiene que volver a pasar, por donde vamos volvemos.
Llegamos al refugio de Collado Jermoso, aliviados ahora nos disponemos a comer y descansar, y a recrear la vista con sus fantásticas vistas.
En el refugio me entero que un amigo de los amigos ha dado la vuelta, en el primer nevero a resbalado y ha estado a punto de caer, por supuesto tampoco ha quedado solo, junto a él un amigo del trabajo, quién a buen seguro se habrá encargado de tranquilizarle.
Una vez recuperados y alimentados, y sin muchas demoras, emprendemos el camino de vuelta, saber que hay que volver a pasar por esos dos neveros me tienen inquieto y aunque los amigos del trabajo y los amigos de los amigos no dicen nada, sé que tienen la misma inquietud, en nuestras caras se ve la preocupación.
Así que a desandar el camino, primero la estrechez del sendero pedregoso, el de los dos neveros; Las Colladinas, con sus subes y bajas; El Sedo de la Padierna, con sus aéreos; La Vega de Liordes, con su verde de tranquilidad, con los rebecos en la altura de la roca, con su paz, y desde aquí camino de Fuente De.
Antes de terminar nuestro apacible recorrido por La Vega de Liordes, alcanzamos a los dos compañeros que dieron la vuelta en los neveros, se encuentran bien.
Llegados al borde de La Vega divisamos Fuente De, allí en lo bajo, en lo más bajo, pequeñito muy pequeñito, a punto de iniciar el descenso por los llamados Tornos de Liordes, angosto sendero pedregoso y aéreo, seis kilómetros nos dicen, casi nada.
Y durante una larga hora y media, descendemos, nos resbalamos, piedras y más piedras, giros y más giros, ahora a la izquierda ahora a la derecha, la senda se hace camino, la piedra se convierte en hierba, estamos en Fuente De.
Llego el momento del reencuentro con nuestros tres compañeros, todos estamos bien, el lunes nos reiremos de todo esto, pero ahora, en el autobús, de vuelta a casa, aún tenemos la tensión reflejada en nuestros rostros.

Datos de la Ruta:
Recorrido: Pandetrave-Caben de Remoña-Vega de Liordes-Sedo de la Padierna-Las Colladinas-Refugio Collado Jermoso-Las Colladinas-Sedo de la Padierna-Vega de Liordes-Tornos de Liordes-Fuente De.
Distancia: Unos 28 kilómetros (dicen, yo en montaña no se calcular).
Duración (la nuestra): Nueve horas y media.
Dificultad para mí y los no avezados en montaña: Fácil los tramos de Pandetrave-Caben de Remoña-Vega de Liordes; Alta los tramos de Sedo de la Padierna-Las Colladinas-Refugio Collado Hermoso.
Agradecimientos:A los amigos del grupo de montaña de Casa Galicia por acompañarnos en esta aventura y por estar en todo momento pendientes de nosotros.

sábado, 19 de junio de 2010

RE-VERSOS: DE JOSÉ MARTÍ (1853-1895)

“Cultivo la rosa blanca…”

Cultivo la rosa blanca,
en mayo como en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

José Martí

miércoles, 16 de junio de 2010

EXCURSIÓN A COLLADO JERMOSO

Como si de unos niños se tratara, con el recuerdo de aquellas excursiones infantiles, de aquellos cánticos de autobús “que buenos son los padres carmelitas que nos llevan de excursión”, envueltos en la nostalgia, o solo quizás por pasar un día agradable, quien sabe, nos tiramos al monte.
Este sábado, junto a compañeros del trabajo, mas algún amigo que se ha unido, me iré a Picos de Europa, a subir al collado Jermoso, situado en pleno corazón del macizo central, a 2064 metros de altitud.
Desconozco desde donde iniciaremos la aventura, aunque me imagino que el lugar puede estar próximo al puerto de Pandetrave o incluso empezaremos desde el mismo puerto.
La distancia de la ruta, en un principio prevista, será de unos 23 kilómetros, que no es lo que más nos preocupa, ya que la climatología en este caso puede aguar un bonito día de excursión, además de castigar en exceso a los que no estén bien físicamente, que alguno hay.
Hará unos dos meses desde que me propusieron la idea y desde el primer momento me ilusionó; será buena piedra de toque para ir conociendo la siempre cambiante montaña y para acumular experiencia de cara a posibles participaciones en pruebas de este tipo.
Pero antes de que todo eso llegue intentaremos disfrutar de los legendarios Picos de Europa, de sus alturas, de sus colores, de sus silencios, de toda su belleza.

lunes, 14 de junio de 2010

ORGANIZACIÓN O DESORGANIZACIÓN

Altruismo o negocio, o en qué se esta convirtiendo este tinglado; cada vez son más las voces que se levantan contra los desorganizadores de este tipo de eventos, y eso es simple y llanamente porque hay algunas que de carreras organizadas tienen muy poco (en el último mes en mi entorno ha habido tres que han sido un verdadero desastre, y en las que por suerte no he participado en ninguna, no ha tenido la misma suerte mi amigo Amador).

Lo único que organizan, y bien, es la forma de pago, después cuando tienen que corresponder al corredor llega el caos; caos en la entrega de dorsales, caos y retrasos a la hora de salida, caos en los avituallamientos y en a veces con falta de ellos, caos en meta, caos en el todas partes; incumplimientos, mentiras y engaños en las bases de la convocatoria; bolsas del corredor que cuando las ves te dan ganas de llorar, con objetos ridículos y estrambóticos.

Por otro lado están los patrocinadores, muchos son los que se ven en los carteles (ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas, etc), pero escasa debe ser sus aportaciones a tenor de lo que tenemos que pagar por hacer lo que nos gusta correr; pero eso si figurar figuran de lo lindo.

Quizás yo sea un mal pensado y sea solo un cúmulo de circunstancias, de malas circunstancias, o que no saben hacer las cosas mejor, pero me da que es porque las carreras populares se están convirtiendo en un negocio, o dicho de otra manera y que se me antoja más triste: los corredores populares somos un negocio, o nos están convirtiendo en negocio.

Aunque si es cierto, y no lo vamos a negar, que hay carreras que están organizadas de “cine” y que da gusto correr en ellas; no vayamos a meter a todos en el mismo saco, que eso ni es bueno, ni es sano.

Aunque eso sí, mal o bien organizadas, negocio o no, lo cierto es que seguiremos corriendo.

viernes, 11 de junio de 2010

TRANQUILO, DESPACIO

Al caminar mis piernas sentían el quejido de sus músculos, “tranquilo, despacio” gritaban; a medida que transcurría la semana ese lamento, ese chirriar se hacía más dócil, más agradable, “ya estamos” decían entre susurros.
Y es que después de un gran esfuerzo lo mejor que se puede hacer es dejar que el cuerpo se recupere, y nada como ver pasar los días sin calzarnos nuestras zapatillas o mejor dicho sin salir a correr; ese dejar del tiempo en el que nuestros recuerdos van tomando forma, disfrutando más de cada uno de ellos, intentando rescatar el cuerpo de la fatiga, como he dicho antes, sin correr, solo con tranquilas caminatas, con suaves sesiones de cyclo, y con muchos estiramientos.
Sin duda las intensas lluvias caídas han ayudado a ello, sin ellas me hubiese resultado más complicado aguantar las ganas, algunas veces la climatología se alía con nosotros; aunque esas lluvias ya pueden dar paso al buen tiempo, al sol, porque yo ya estoy dispuesto para volver a la ruta, a disfrutar de las salidas serenas, de las de correr por correr.
Ahora por delante solo algún “bolo” veraniego, dejando para después del verano los grandes retos; esos retos que poco a poco van germinando en mi cabeza y en la de mis amigos.

martes, 8 de junio de 2010

XV TRAVESÍA INTEGRAL MONTES AQUILIANOS

Somos cuatro entre decenas; Miguel (mi hermano), Susana (mi sobrina), Ángel (mi amigo), y yo (el mal llamado irreductible leones); juntos, entre sonrisas y miradas de complicidad esperamos la salida, sin tensión pero con emoción contenida; llega el momento, y a las 06:00 horas, aún entre dos luces, entre la noche y el día empezamos la aventura; los cuatro juntos, al trote y abandonamos Ponferrada, “suerte”, toda la del mundo; nuestros pasos pronto se separaran, por un lado Miguel y Susana irán por el recorrido “B”, el corto de 48 kilómetros, y por otro Ángel y yo que iremos por el recorrido “A” o el largo de 66 kilómetros.
Con un correr suave, con el mínimo esfuerzo nos dejamos ir; lo mismo llaneamos que bajamos; el clarear del día nos va abriendo el paisaje, apenas acabamos de empezar y lo que nos deja ver ya es espectacular; ahora salpicados por un pequeño riachuelo nos dejamos envolver por robles y castaños, algún chopo también sale a contemplar el trasiego de corredores y caminantes, y así entre senderos llegamos a Villanueva de Valdueza, primer avituallamiento de día.
En Villanueva hacemos una breve parada (nuestro primer objetivo, descansos cortos), y pronto volvemos al camino, a la senda; una pequeña gran subida nos despide; acortamos el paso, cogemos aire, para una vez arriba volver a correr y volver a extasiarnos con lo que tenemos por delante; nuestras cómodas zancadas nos acercan a Montes de Valdueza, también entre robles y castaños, entre verdes, entre olores, entre silencios rotos por el golpeteo de nuestras pisadas; Montes, segundo avituallamiento y segundo punto de control.
Después de un pequeño descanso, de escasos diez minutos, volvemos a lo nuestro; nada más empezar, a pocos metros se bifurca la carrera; el balance hasta aquí es positivo, hemos llevado un ritmo tranquilo, un ritmo que nos permitía hablar y disfrutar del paisaje.
El grupo se ha reducido considerablemente, la mayoría han optado por el recorrido “B” (el corto), mientras que los más “inconscientes” hemos optado por el “A”; ya con nuestras mochilas, repleta de los imprevistos de la montaña, de los “por si acaso”; seguimos corriendo, seguimos disfrutando, aunque ya empezamos a ascender por laderas empinadas; el paisaje poco a poco va cambiando, el verde se va haciendo más intenso, aparece algún pino, alguna encina, pisamos hermosas praderas de coloridas flores; unos “buenos días” intercambiados con unos amables lugareños nos avisan que entramos en Peñalba de Santiago; otro descanso, también corto, llenamos nuestros pulmones de aire, de un aire limpio; llenamos nuestras reservas de líquidos; recobramos fuerzas y la sonrisa; “vamos”, ahora empieza lo duro, la ascensión a la “Silla de la Yegua”.
Salimos por un angosto camino, que nos lleva a una más estrecha senda, una senda equivocada que nos hace perder quince minutos, pero no nuestra sonrisa; recobramos el error y volvemos a la buena senda, al buen camino como el buen cristiano; a esa senda de subida, a esos seis kilómetros verticales, a esa subida dura; ascendemos con paso constante, recuperando el aliento a la vez que plasmamos la belleza en nuestras cámaras; una belleza que hace que merezca la pena el esfuerzo que estamos derrochando, y que una vez en la cima, en la Silla la Yegua, a 2135 metros de altitud, se convierta en satisfacción; que regalo para los sentidos.
Según la hoja de ruta marcada de antemano nos reponemos con un breve descanso y una vez aprovisionados nos encaminamos hacía la segunda cima del día, “Pico Tuerto” con sus 2048 metros de altitud, y desde aquí rumbo a “La Guiana”; el entorno ahora es de cuento, nuestra vista se deleita con la inmensa alfombra de flores y colores, y nuestro oído con el silencio, aquí se oye el silencio, solo por eso ya ha merecido la pena tanto esfuerzo.
Salimos de “La Guiana”, sorteamos un empinado cortafuegos de piedras sueltas; lo peor ya paso, por delante unos treinta kilómetros pero de terreno relativamente fácil; una vez dejada tanta subida volvemos a trotar, nuestros pies agradecen el camino de hierba y el pinar que nos regala con su sombra; volvemos a una ancha pista antes de descender hacia Ferradillo, donde una nueva parada técnica de veintidós minutos, la más larga, nos permitirá recuperar fuerzas para los 17 kilómetros que nos quedan.
Salimos de Ferradillo y tras dejar que las piernas recuperen las sensaciones volvemos al suave trote; abandonamos el cómodo camino para desviarnos a una senda de bajada pronunciada que nos lleva sin darnos cuenta a Rimor, el último avituallamiento y el último punto de control.
Dejamos Rimor, el paisaje ahora ya diferente, caminamos entre cerezos que invitan a su deleite; cruzamos Toral de Merayo; Ponferrada a la vista aunque aún nos queda para poder pisar sus calles; el “Pajariel” a nuestra izquierda; el Sil ahora a nuestra derecha, ahora a nuestra izquierda; ascendemos en busca del castillo, en busca de la plaza mayor, el aplauso de Miguel y Susana, el de la gente que disfruta sentada en las terrazas de las cafeterías, “un último esfuerzo” nos gritan, y damos ese “último esfuerzo”, y cruzamos la meta trotando, y nos miramos, y nos decimos “lo hemos logrado”.

viernes, 4 de junio de 2010

SERÁ UN GRAN DÍA

Ya esta todo preparado, quizás a falta de algún pequeño detalle, pero poca cosa puede ser; las mochilas en espera; Ángel, mi compañero en el recorrido largo, ya en Ponferrada; mi hermano y mi sobrina, que harán el recorrido de 48 kilómetros, a buen seguro tendrán ya todo listo; solo queda que pasen estas horas y que llegué la noche, noche corta, antesala de salida, que si no hay contratiempos se dará a las 06:00 horas.
Ahora mismo me encuentro tranquilo, no hay motivos para nervios, quizás el cosquilleo habitual ante este tipo de pruebas, pero nada más; creo que he entrenado bien por lo que todo saldrá según lo previsto, a estas alturas solo la inquietud de la climatología, algo en lo que no podemos influir y que tenemos que dejar al azar.
Mientras escribo estas líneas he recibido la llamada de mi amigo Ángel, y ambos estamos seguros de que mañana va a ser un gran día y que nuestro esfuerzo se verá recompensado con las estupendas vistas de las que esperamos disfrutar.

jueves, 3 de junio de 2010

¿NO TENÍAN BASTANTE?

Me parece surrealista, ¿les parece poco lo que tienen encima con el dopaje?; ellos solos se están cargando el invento, podrán negar lo evidente, podrán decir que ellos no, pero soy de los que piensan que cuando el río suena agua lleva; y por si fueran poco todas las páginas escritas sobre el dopaje físico, ahora otra nueva polémica, el “dopaje mecánico”, vamos lo que les faltaba, y lo que nos faltaba; a éstos ya no les cree ni Dios, yo al menos NO.
Esto, el ciclismo, solo lo pueden arreglar ellos y mientras no se pongan manos a la obra y decidan echar a todos los tramposos de su mundo no volveré a creer en ese bello deporte.

Esta fotografía es del día 13/09/2008, la última vez que la vuelta ciclista subió al Anglirú, y creo que toda esa gente, entre la que me encuentro, se merece un respeto.

martes, 1 de junio de 2010

ESPERANDO A LOS AQUILIANOS

He repasado los detalles que de su participación en pasadas ediciones de la travesía de los Aquilianos me han hecho llegar Amador, Mauri y Miguel; he procurado extraer lo mejor de sus vivencias y sacar las mejores conclusiones; he intentado visionar una y otra vez esos tramos duros, la subida a la “Silla de la Yegua” con sus 2135 metros y la bajada de “La Guiana” de 1850 metros; he planificado los Aquilianos, a pesar de mi falta de experiencia en este tipo de pruebas, con ambición y con muchas ganas.


Al igual que Ángel, mi compañero de aventura, ya tengo ganas de que llegue el gran día, quién el domingo me comentaba que se encuentra nervioso, y eso pienso que es bueno, porque con esa inquietud se ha preparado para afrontar la carrera con las suficientes garantías de éxito, y así y aunque no sea lo mismo podremos quitarnos la espinita de una aventura frustrada el año pasado.

Y ahora si que la preparación llega a su fin y solo falta esperar que estos cuatro días pasen y que el sábado sea un día de disfrute.