martes, 2 de diciembre de 2008

MI VECINO ANSELMO

No hace deporte, a Anselmo eso le parece cosa de gente rara.
Cada vez que ve me salir dispuesto a patear esos caminos se produce el mismo ritual, “pero dónde vas con este calor”, “pero dónde vas con este frío”, “pero dónde vas si esta lloviendo”….siempre lo mismo.
Su rutina diaria no varía mucho, se levanta, asea y sin apenas desayunar sale de casa; antes de llegar al garaje para coger su coche ya ha encendido su primer “ducados”.
A bordo de su coche se encamina a su lugar de trabajo, una oficina ubicada en la 7ª planta del edificio “Jubón”, durante el trayecto se fuma otro “ducados”. Después de aparcar, nunca antes de dar dos o tres vueltas a la manzana y de exclamar unos cuantos juramentos, que no le ayudan a encontrar el hueco necesario, pero que le deben relajar la hostia porque no los perdona, entra en su bar de siempre.
- Buenos días, Anselmo.
- Buenos días.
Ya no hay más conversación, el camarero coloca delante de Anselmo un cortado y un chupito de aguardiente (su verdadero desayuno), lo engulle y otro “ducados”.
En el trabajo el tiempo pasa despacio, hasta que llega el descanso matutino, 24 minutos le dan para un vaso de vino, un pincho de tortilla (que deja mediado) y tres “ducados” fumados con ansia.
La comida la hace fugaz, con dos bocados le valen, vuelta al coche y a la oficina ubicada en la 7ª planta del edificio “Jubón”, haciendo antes una paradita en su bar rutinario (el de siempre), para tomarse su cortadito, su copa de coñac y su faria.
Así transcurría la vida de mi vecino Anselmo, pero desde hace 20 días vive en la habitación de un hospital, sufrió una trombosis y tiene paralizado el lado derecho de su cuerpo.

Su vida ha cambiado, ya no depende de él, por ahora no le pertenece, sólo puede pensar en lo que hizo con ella hasta ahora.
Ayer fui a visitarle, al verme sonrió mientras dejaba escapar una lágrima, le agarre una mano, su mano buena, no supe qué decir.

Nota: Anselmo es el seudónimo de miles de personas anónimas.
Haz deporte, camina, pasea....

2 comentarios:

Tecolinha dijo...

vaya...
Pues sí conozco algún que otro Anselmo, sí. Alguno recibió el "aviso" a tiempo y no pasó mucho en el hospital.No hace deporte, pero al menos ya dejó de fumar y beber... A ver si sale de ésta, hombre. Un saludo.

Sonia dijo...

Anda que no hay multitud de Anselmos por ahí sueltos; lamentablemente es la educación que se está imponiendo hoy en día, ni siquiera los niños disfrutan haciendo deporte. Una lástima! Nadie pide que hagan una maratón, pero el ejercicio regular y saludable... no es mucho pedir, no?