sábado, 13 de diciembre de 2008

¿QUIÉN EDUCA A UN NIÑO?

¿Hacia dónde vamos? ¿Qué valores estamos inculcando a nuestros hijos? ¿Cuál es la solución?.
El otro día me decía un cliente (bueno en realidad el cliente es su hijo), que antes cuando veía una mujer embarazada pensaba “es una alegría, una esperanza de futuro”, y que ahora cuando ve a una mujer embarazada piensa “la has cagao, no sabes lo que te viene encima”.
Este hombre no sabía lo que había hecho mal, había cuidado a su hijo desde que nació, le proporcionó alimentos y ropa, le dió todos sus caprichos, no hizo nada que no hubiese hecho cualquier otro padre.
Efectivamente todos hemos hecho lo mismo, la única diferencia es que no todos se convirtieron en fieras (los niños digo).
Primero deslegitimamos a los maestros, les quitamos su autoridad, te tal forma que apenas pueden mantener el orden en sus clases.
Les maltratan psíquica y físicamente (el niño al maestro), Dios nos libre de que fuese al revés, allí llegaría papá y mamá hechos unos basiliscos, al grito de “a mi hijo no”. Pobre niño.
Después la sociedad (esa a la que esos niños avasallan), les concedió dos años más de niñez, y les dijo a bombo y platillo “no podéis beber ni fumar hasta los dieciocho años (sin embargo hacen botellón o fuman porros y no pasa nada), pero podéis robar, violar o matar (todavía sois niños y tampoco pasa nada)”. Pobre niño.
Y ahora la última vuelta de tuerca, vamos a quitar la poca autoridad que tenían los padres (los que le proporcionan ropa y comida, y todos sus caprichos), no os pueden dar un cachete o un azote……..porque sino ya sabéis; “Una madre condenada a cuarenta y cinco días de cárcel y a un año de alejamiento”. Pobre niño.
Me parece increíble, surrealista, pero cuando nos vamos a quitar la venda en vez de rasgarnos tanto las vestiduras.
Yo que no soy viejo, ni niño, aún recuerdo aquel pasillo, mi madre con su zapatilla en la mano, mi hermano y yo escapando como podíamos. Si esto pasa hoy día, y caemos en manos de un juez benevolente, ¿cuándo hubiese visto a mi madre?¿tendría un régimen de visitas?.
Mi modesta opinión es que hemos llegado a estos extremos porque los padres dejamos de educar a nuestros hijos (dar todo no es educar); los mandamos al colegio pero cuidadín “a mi hijo no”; los soltamos en la sociedad pero cuidadín “mi hijo imposible”; y aceptamos normas kafkianas sin rechistar (“azote=cárcel”), pues ahora que cada palo aguante su vela.

12 comentarios:

Sonia dijo...

Puedo considerarme docente porque es el trabajo que he escogido, pero si algo tengo claro es que no quiero ser niñera de cuatro payasos de circo. Nunca me han gustado los niños y tal y como están las cosas me pensaría mucho tener uno. Salgo todos los fines de semana... y es una pena, una auténtica pena. Y lo peor es que efectivamente la culpa no es de ellos, sino de todos nosotros. A mí también me han arreado un buen cachete. Y aquí estoy. Con mis padres.
Un beso!

abrecabezas dijo...

la verdad que tienes razon en lo que dices esta muy dificil ,para criar un niño
Ellos son terribles cada dia
Un saludo desde Minas Uruguay

Abe dijo...

En esto querido amigo tengo el corazón "partió", y lo tengo porque son coincidentes en el tiempo dos noticias, La que tu cuentas, y la del juicio de la niña Alba, con cinco años los malos tratos de la pareja que en ese momento tenía su tutela, la dejaron en coma y con unos daños tan irreversibles que con tan poca edad es ya una "dependiente suma" ahora tiene siete años no se puede mover y tan solo balbucea.
"Era una niña difícil" es la consigna más usada por su madre biológica y su padrastro. En este caso estamos viendo en directo el juicio. En el de la madre que cuentas no.
Del caso que cuentas, dicen que cogió del cuello al niño y lo elevo, no sé si antes o después de "que le lanzase" la zapatilla y se "escondiera" en el baño... lo que es seguro es que el profesor vio la sangre en la nariz y los hematomas del cuello en el niño y lo denunció.
A lo mejor podía haberse inhibido y dejarlo pasar, quizás dos o tres años después sería uno de los que no hizo nada ante unos malos tratos, como los profes de Alba... no sé como alguien puede vivir con eso.
En fin dónde está el límite del azote y la paliza, mi madre usaba también la zapatilla, y el pellizco de monja boba ¡ja ja ja!, pero eramos SEIS hermanos y mi padre no estaba allí ayudando. Nunca la vi coger a uno de mis hermanos por el cuello, y ninguno se escondía de ella.
Un saludo.

Saturnino dijo...

Un saludo para Minas (Uruguay).

Abe, yo en esto no tengo el corazón partió, lo tengo claro, a los cuidadores de Alba yo ni los juzgaba, los encerraba directamente en una celda y arrojaba la llave al río.
No defiendo la violencia psíquica ni física contra un niño, eso no tiene justificación.
Antes seguro que habría niños difíciles y seguro que a alguno le darían palizas de aupa (y sin justificación).
Ahora vamos de “pogres” y sacamos una ley para deslegitimar a los padres, y desgraciadamente sé quienes son los que van a sacar provecho de esa ley...
El que no respete a un niño no tiene derecho a la vida.
Saludos.

Beatriz dijo...

¡Cuánta razón tienes Satur! Los padres hoy en día se creen que con darle a los hijos todos los caprichos, asunto resuelto. Y así están los niños como están.
En cuanto a lo de la condena a la madre estoy contigo en que es desproporcionada. Más aún cuando esto sucedió hace dos años y no ha habido ningún incidente parecido con ninguno de sus hijos. ¿En qué beneficia ahora al niño que su madre esté alejada de él un año? ¿Y qué pasa con el otro hijo? El profesor que denunció hizo lo que debía, de eso no hay duda, pero el resto a mi modo de ver, se les ha ido de las manos.
En fin, una cuestión complicada.
Besos.

SONIA dijo...

Es interesante este mini debate! Como apunta Beatriz es una cuestión complicada, pero creo que debe distinguirse dos cosas bien diferentes, porque no es lo mismo un cachete o un azote correctivo que el maltrato. La cuestión es quién educa hoy en día a los niños. Sin embargo, a pesar de este panorama tan desalentador creo que hay un mínimo de esperanza: mi generación está hasta las narices de tanto niñato creído; es más que probable que la educación regrese a los hogares a medida que mi generación empiece e tener familia (allá dentro de una década por lo menos, tal y como están las cosas; pero ese es otro asunto!)
Saludos!!

Anónimo dijo...

Deberían poner multas a los padres por cada 0.

Tecolinha dijo...

Desde luego hay mucho de qué hablar aquí, pero estoy de acuerdo en que muchos padres y madres han dejado que "eduquen otros" a sus hijos, en una falta total de responsabilidades. Y eso lo pagamos todos. No estaría mal algún curso obligatorio para padres antes de matricular a los hijos en el colegio, o firmar ciertos compromisos... sé que es difícil, tal vez una locura sugerirlo, pero desde luego es demencial cómo muchos padres se "escaquean" de la educación de sus hijos. Y, repito, lo pagamos todos.

Servando dijo...

¿Que será lo siguiente? ¿Tendremos que pedir permiso al juez para regañar a nuestros hijos? ¿Eso es libertad? Y mientras en la calle encontramos rateros, mangantes, etarras... Cada día entiendo menos.

Abe dijo...

Peliagudo tema el de la educación de lo hijos y hasta dónde tienen que llegar las leyes y el resto de la sociedad en este tema.
Lo que tengo claro es que los niños y los adolescentes, cada grupo con sus necesidades, no son sólo un problema o asunto de sus padres. Esos niños conviven con el resto de la sociedad, e igual que se hacen leyes para proteger a los trabajadores, se deben hacer para proteger a los niños y jóvenes.
Al mismo tiempo, deberían hacerse leyes que nos protegieran al resto de sus acciones.
Y sí, creo que todos tenemos el derecho y la obligación de decir a los padres lo que se puede o no hacer con la educación de sus hijos, me refiero a unas normas y reglas generales mínimas de convivencia. Los actos de los hijos no sólo repercuten en sus progenitores.
El problema de las leyes es la interpretación de los jueces, no se debería dejar tanto margen en sus interpretaciones.
En el caso que nos ocupa, los días de cárcel, a la que no entrará al ser su primer delito, hubiesen sido más que suficientes. El alejamiento de madre e hijo, es una barrabasada que no hace ningún bien a la unidad familiar.
También espero, que en este y en ningún otro caso, el ser la primera vez que se delinque sea un dato que minimice la pena que se imponga.
Un saludo.

Saturnino dijo...

Beatriz: Efectivamente es una cuestión complicada, pero si alguien tiene la manga ancha en España es la justicia y en este tema han escogido el lado estrecho.
Sonia: Esa es la cuestión, me parece una verdadera aberración tratar un azote o un cachete con el maltrato.
Anónimo: ¡uf!, si tocamos el bolsillo.
Tecolinha: La mayoría no quieren responsabilidad, pero la exigen.
Crazysoul: Como nuevo padre, que puedo decirte, por ejemplo se me ocurre paciencia.
Abe: Totalmente de acuerdo.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Sin duda la cosa tiene miga. Muchos padres se irresponsabilizan de sus hijos. Desde luego se les debe exigir a los padres no sólo que sus hijos estén vestidos y alimentados, sino también "una cierta" educación, y sobre todo responsabilidad sobre lo que hacen sus hijos. Hacen falta cursos para padres, en muchos casos obligatorios y exigir resultados tangibles: actitud en el cole, notas, ...