martes, 2 de noviembre de 2010

PEREGRINO POR UN DÍA

La carrera de relevos Camino de Santiago entre Astorga y Ponferrada nos daba la oportunidad de ser peregrino por un día, de sentir lo que miles de personas han sentido durante siglos, ¿quién no tiene entre sus retos hacer el Camino de Santiago?; así que cuando tuvimos noticias de la carrera empezamos a formar los equipos para la aventura, a repartir los tramos que cada corredor-peregrino haría, no hubo problema en ello, a mí, a petición propia, me correspondió el primero.
La plaza mayor de Astorga era un hervidero, corredores y familiares vivían una situación atípica; la hora de la salida se acercaba y no todos se estaban preparando para ese momento, unos calentaban y otros animaban a la espera de que más adelante les llegase su turno.
Y a las 10:00 horas (más o menos) del día treinta y uno de octubre de dos mil diez empezaba mi peregrinaje; zancada a zancada dejaba las calles de Astorga para ir adentrándome en el Camino; los primeros metros son favorables y me sirven para ir cogiendo aire, pronto empezará la suave pero constante subida que no me abandonará en toda la etapa; la carrera se va estirando, corremos por la derecha de la carretera, los claxon de los coches suenan una y otra vez, mezclándose con los gritos de ánimo de sus ocupantes, familiares y amigos, y el resto de los componentes de los equipos que se dirigen a sus puntos de salida, Rabanal del Camino, Acebo o Molinaseca; pasado el primer avituallamiento (¿kilómetro cinco?), empiezo a tener malas sensaciones, me atranco y no pillo el ritmo de respiración, “no pienses, no estás aquí para sufrir, disfruta”; procuro agarrarme a los corredores que me adelantan, o al menos seguirlos durante unos metros a la espera de que esas sensaciones sean pasajeras; atrás quedan Murias de Rechivaldo y Castrillo de los Polvazares, poco a poco vuelvo a la normalidad, la respiración va al ritmo de las piernas que ya se han adaptado a la pendiente; en el kilómetro ocho, después de un giro a la derecha, nos empieza a entrar el viento de costado, lo que hace en ocasiones el correr complicado; llegamos a Santa Catalina de Somoza donde sus habitantes y el sonido de sus campanas nos acompañan mientras recorremos sus calles; vuelvo a soñar, vuelvo a los
sentimientos de esos miles de peregrinos; los kilómetros se suceden, atravesamos el pueblo con el curioso nombre del Ganso, el cansancio hace mella en nuestro ánimo, el fuerte viento que nos golpea de frente amenaza con arrebatarnos las últimas fuerzas; la temperatura ha bajado y una suave lluvia empieza a caer sobre nosotros; Rabanal del Camino a la vista, ya nada importa, solo llegar, subo la empedrada calle principal, primero me recibe mi ángel, aliviada, seguro, con su sonrisa, y después mi meta, el final de mi camino.
Pero aún no ha acabado la historia de este camino, en compañía de Ángeles, me dirijo hacía Acebo, final de la segunda etapa; el día empeora a media que subimos a Foncebadón, frío, niebla y lluvia son ahora los compañeros de los corredores; paso a Pablo y Amador, a quienes esperamos en su meta Acebo.
Continuamos el camino y salimos de Acebo en busca de Molinaseca, donde Susana y Mauri terminaban su etapa.
El grupo aumenta y seguimos hacia Ponferrada; allí Lorenzo, Miguel y Sonia daban por terminado el camino, ese Camino que yo había empezado en Astorga.
Hoy he sido, hemos sido, peregrinos por un día.

12 comentarios:

Jan dijo...

Satur, que bonita carrera, aunque con el vendaval que hacía el domingo por la zona, seguro que se te hizo bastante más dura toda esa subida.

Raúl Rubio dijo...

Se me han puesto los pelos de punta con tu crónica, que dureza pero que dos c....mas bien puestos.

Un saludo.

fernando dijo...

Me hubiera encantado participar, pero bueno me corformaré con leer vuestros relatos.

L.A. dijo...

Hola satur, imaginate como sería ser peregrino hasta Santiago corriendo...

Un saludo

Anónimo dijo...

Bonita carrera. Ya te queda menos para llegar a Santiago.

Saludos.
Jaal

lunallena dijo...

Fue genial ser peregrino por un día, es una cita que tengo pendiete desde hace ya algún tiempo, así que habrá que plantearse llevarlo a la práctica ¡¡¡aunque sea corriendo!!!
Saludos!!!

Miguel dijo...

Una gran carrera para hacer equipo y luego de tertulia, lástima el mal tiempo.

Miguel dijo...

Felicidades Satur. Sentirse peregrino, en si mismo, ya es mucho. Insisto, me encanta tu gusto para elegir aventuras y carreras.

Un saludo!

Unknown dijo...

Enhorabuena, peregrino. Y ahora a seguir con tu plan.

Saturnino dijo...

Jan: El aire no ayudo, pero bueno ahí estuvimos; me estuve acordando de tí, ya que más o menos coincidiamos en horario.

Korrecaminos: Gracias.

fernando: Ha entrenar y el próximo a ser de la partida.

L.A.: Si me lo imagino, pero lo haré andando, salvo que surgiese un proyecto para hacerla corriendo, al cual me sumaría.

Los runners de La Elipa: Lo malo es que en vez de seguir a Santiago volvimos para atrás, jeje.

lunallena: Otra como L.A., mejor andando ¿no?. Por cierto Dragonte es el día 28.

Miguel Mij-Mij: Nunca había corrido una por relevos, y la verdad si me gusto.

Miguel: Corro todo tipo de carreras, pero si es cierto que me decanto más por las que tienen algo de especial.

Mariano: Gracias; sigo con mi querido plan, que ya queda menos para ver el resultado.

Un beso para ella y un abrazo para ellos.

lunallena dijo...

Gracias Satur, si todo va bien el 28 será mi próximo reto.
Saludos!!!

Anónimo dijo...

Esto del correr es complicado, cuanto más difícil es el reto mayor la satisfacción de superarlo. Cuanto más duras son las condiciones mayor el placer que produce el vencerlas.