Como estos últimos años acudimos a una cita ineludible, la última carrera del año (30-12-08), o lo que es lo mismo llego la celebración de la última fiesta atlética del año.
La salida era a las 17:00 horas desde el edificio de Botínes, así que hacía allí nos dirigimos Miguel (mi hermano), el equipo D2 (mi sobrina Susana y mi hija Sonia) y el que suscribe. Ya con los dorsales en el pecho (no es cuestión de perder tiempo cuando lleguemos a la salida), cruzamos nuestro parque, para después ascender por la calle Barahona, donde ya empezamos a ver atletas, convirtiéndose en riada cuando llegamos a la calle la Rúa.
Ya en la plaza de Botínes el gentío es espectacular (creo que algo menos que el año pasado), vamos tomando posiciones en la zona de salida, aunque a duras penas podemos avanzar y nos tenemos que conformar con situarnos en la parte trasera (nos da igual tampoco tenemos prisa), los niños cargados de más ilusión que nadie están al principio, nerviosos, esperando el pistoletazo de salida, la mayoría con sus madres al lado agarrándoles de la mano para que no salgan disparados.
Suena la megafonía “quedan cinco minutos””el total de dorsales entregados son 5400” y esto me confirma que este año somos menos gente, pero no menos ruidosa.
También como no, se ve gente disfrazada (no mucha, el leonés no tiene ese carácter) del típico papa Noel, la ya popular cofradía de San Silvestre, …; en este punto me viene a la memoria cierto marinero que un día paso por estas tierras.
Llego la hora y el pistoletazo de salida, la gente empieza a correr, al menos los de delante, los demás nos tenemos que conformar con ir caminando, llegamos a la plaza de Santo Domingo y por fin podemos empezar a trotar, poco porque los niños aparecen por todos los lados, unos solos y otros arrastrando a sus madres, continuamos por la calle Ramón y Cajal donde ya el grupo de cuatro queda reducido a dos grupos de dos, Sonia y yo continuamos juntos, llegamos a la calle Renueva, donde se estrecha la carrera haciendo que correr vuelva a ser complicado, accedemos a la calle Suero de Quiñones, Juan de Badajoz y Gran Vía de San Marcos, calle ancha que ya permite correr tranquilamente sin estar tan pendiente de la chiquillería, de nuevo Plaza de Santo Domingo, giro a la derecha y embocamos la recta de Ordoño II, ya estamos en la plaza de Guzmán, cruzamos el puente de los leones, esta vez giro a la izquierda y otra gran recta, la del Paseo Saénz de Miera, que nos llevara al palacio de los deportes donde esta ubicada la meta, y así sin darnos cuenta la meta, la siempre ansiada meta.
Tiempo invertido 19´47´´, siempre según mi crono, sobre una distancia de 3350 metros.
Después un poco de relax y descanso en el Palacio, saludos a amigos y para casa trotando que no es cosa de quedarse frío.
Siempre es un placer correr por las calles de mi ciudad, aunque muchos conductores no pensaran lo mismo, salvo que con su claxon estuviesen animando a los corredores.En definitiva y como decía al principio bonita fiesta atlética y ahora ansiando que llegue el día 22/03/09 para correr esa media maratón.
La salida era a las 17:00 horas desde el edificio de Botínes, así que hacía allí nos dirigimos Miguel (mi hermano), el equipo D2 (mi sobrina Susana y mi hija Sonia) y el que suscribe. Ya con los dorsales en el pecho (no es cuestión de perder tiempo cuando lleguemos a la salida), cruzamos nuestro parque, para después ascender por la calle Barahona, donde ya empezamos a ver atletas, convirtiéndose en riada cuando llegamos a la calle la Rúa.
Ya en la plaza de Botínes el gentío es espectacular (creo que algo menos que el año pasado), vamos tomando posiciones en la zona de salida, aunque a duras penas podemos avanzar y nos tenemos que conformar con situarnos en la parte trasera (nos da igual tampoco tenemos prisa), los niños cargados de más ilusión que nadie están al principio, nerviosos, esperando el pistoletazo de salida, la mayoría con sus madres al lado agarrándoles de la mano para que no salgan disparados.
Suena la megafonía “quedan cinco minutos””el total de dorsales entregados son 5400” y esto me confirma que este año somos menos gente, pero no menos ruidosa.
También como no, se ve gente disfrazada (no mucha, el leonés no tiene ese carácter) del típico papa Noel, la ya popular cofradía de San Silvestre, …; en este punto me viene a la memoria cierto marinero que un día paso por estas tierras.
Llego la hora y el pistoletazo de salida, la gente empieza a correr, al menos los de delante, los demás nos tenemos que conformar con ir caminando, llegamos a la plaza de Santo Domingo y por fin podemos empezar a trotar, poco porque los niños aparecen por todos los lados, unos solos y otros arrastrando a sus madres, continuamos por la calle Ramón y Cajal donde ya el grupo de cuatro queda reducido a dos grupos de dos, Sonia y yo continuamos juntos, llegamos a la calle Renueva, donde se estrecha la carrera haciendo que correr vuelva a ser complicado, accedemos a la calle Suero de Quiñones, Juan de Badajoz y Gran Vía de San Marcos, calle ancha que ya permite correr tranquilamente sin estar tan pendiente de la chiquillería, de nuevo Plaza de Santo Domingo, giro a la derecha y embocamos la recta de Ordoño II, ya estamos en la plaza de Guzmán, cruzamos el puente de los leones, esta vez giro a la izquierda y otra gran recta, la del Paseo Saénz de Miera, que nos llevara al palacio de los deportes donde esta ubicada la meta, y así sin darnos cuenta la meta, la siempre ansiada meta.
Tiempo invertido 19´47´´, siempre según mi crono, sobre una distancia de 3350 metros.
Después un poco de relax y descanso en el Palacio, saludos a amigos y para casa trotando que no es cosa de quedarse frío.
Siempre es un placer correr por las calles de mi ciudad, aunque muchos conductores no pensaran lo mismo, salvo que con su claxon estuviesen animando a los corredores.En definitiva y como decía al principio bonita fiesta atlética y ahora ansiando que llegue el día 22/03/09 para correr esa media maratón.
5 comentarios:
Al final se me acabó haciendo un poquito larga; estas rectas de León es lo que tienen, pero bueno, me quedé contenta con el resultado y sobre todo con salir viva, porque madre mía, al principio parecía una carrera de obstáculos!! A ver si el año que viene llegamos un poco antes y cogemos posición más adelante, jeje.
Feliz Año y a por el reto!
Fui "atleta" en el colegio y participé en varias competiciones, pero nunca he corrido en San Silvestre (demasiada gente en una sola pista).
Después de leerte, he comprendido que la multitud desaparece cuando recorres las calles de la ciudad a ritmo desacostumbrado, y que ese momento que desconozco, es impagable porque en él reside la importancia de la sencillez.
Gracias por tu visita al blog.
Un saludo.
Enhorabuena a ti y a todos los leoneses, me siento orgulloso de participar en una de las San Silvestres más populares del noroeste de España.
El tiempo es lo de menos, esta carrera es para disfrutar.
Un saludo amigo y ahora a prepararse para la gran cita de Marzo.
Sonia: ¿se te hizo larga?, para tú gran reto has de multiplicar por 7. La clave para el éxito es la constancia.
Daniela Haydée: Una San Silvestre es para disfrutar y despedir el año haciendo una de las cosas que más nos gusta.
Crazysoul: Si señor es un placer correr por nuestra ciudad y por el centro de ella. Marzo será otra historia, ya tengo ganas de que llegue el día.
Un saludo para todos.
¡Claro que había menos gente, faltabamos los curritos! La verdad es que el ambiente es una gozada. Me alegro por los que pudisteis disfrutar de ella. A ver si este año podemos preparar algo diferente los "Nunca...
La media de León ya está ahí compañeros.
Saludos cordiales
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