Seguimos poco a poco caminando, quemando etapas con la vista puesta a lo lejos en ese gran reto de mi hija, que he hecho mío, y que por momentos parece acercarse peligrosamente.
Transitamos por el atípico febrero, con la mitad del viaje hecho; por ese febrerito el corto, con sus veintiocho días, con su San Blas y sus cigüeñas, con su San Valentín y sus rosas a cuatro euros (los capullos son más baratos).
La semana nos ha dejado sensaciones dispares, muy dispares, pero nada que a estas alturas no tenga solución; también nos ha deparado dudas que nos han hecho pensar en negativo, pero no es nada anormal.
Esta semana coincidíamos en horarios y como suele ser habitual salimos juntos, aunque el martes, con el entrenamiento previsto de un rodaje suave de más o menos una hora, decidimos hacerlo por separado.
El miércoles, el día de las series, Sonia tiene programado un entreno de 10x500rec1´, con el consabido calentamiento y descalentamiento; iniciamos el rodaje tranquilos mientras me indica los tiempos entre los que quiere estar, y empezamos con sus series, la marco el ritmo, me sigue hombro con hombro, lo incremento a media que pasan las series, su hombro sigue junto al mío, sin protestar sin pensar. Los números no han sido malos, la primera la hacemos en 2´43´´ y la última en 2´23´´.
El viernes volvemos al trabajo, con un rodaje programado de setenta minutos, y como siempre marco el ritmo a seguir, sin apechugar y a ser posible de menos a más; poco a poco y sin darnos cuenta (aunque creo que ella si se diese cuenta) pasamos de rodar a 5´45´´ a rodar a 5´30´´, ritmo al que hacemos los últimos cinco kilómetros.
Las expectativas no son malas y las sensaciones que estos entrenamientos nos dejan son inmejorables.
Las circunstancias de la vida nos obligan a cambiar el rodaje largo semanal del domingo al sábado; en mi mente bullen las buenas sensaciones de los días pasados, y afronto la tirada larga con mucha ilusión; empezamos suave como siempre, marcamos el itinerario, todo caminos, la duración del rodaje, dos horas, el día para correr, estupendo, todo de nuestra parte; no han transcurrido muchos kilómetros y veo que algo no funciona, marco un ritmo de tirada larga pero mi hombro deja de ser su referencia, bajo la intensidad y a duras penas se pone a mi altura, pasan los minutos, los kilómetros, otro piñón menos y nada, no encuentro su respuesta; así no puede ser, no merece la pena este transitar por el sufrimiento y paro, con una hora y cuarenta y tres minutos es más que suficiente.
De un plumazo se fueron todas las buenas sensaciones que veníamos acumulando, se nos quitaron todas las sonrisas y aparecieron sus temores y sus miedos, no pasa nada, ha sido solo un mal entrenamiento en un mal día; pero a pesar de ser un mal día y haber tenido un mal entrenamiento, es un entrenamiento lleno de lucha, sacrificio y sufrimiento que queda registrado en nuestro cuerpo.
No hay entrenamiento baldío, todo vale todo queda, sonriamos.
Transitamos por el atípico febrero, con la mitad del viaje hecho; por ese febrerito el corto, con sus veintiocho días, con su San Blas y sus cigüeñas, con su San Valentín y sus rosas a cuatro euros (los capullos son más baratos).
La semana nos ha dejado sensaciones dispares, muy dispares, pero nada que a estas alturas no tenga solución; también nos ha deparado dudas que nos han hecho pensar en negativo, pero no es nada anormal.
Esta semana coincidíamos en horarios y como suele ser habitual salimos juntos, aunque el martes, con el entrenamiento previsto de un rodaje suave de más o menos una hora, decidimos hacerlo por separado.
El miércoles, el día de las series, Sonia tiene programado un entreno de 10x500rec1´, con el consabido calentamiento y descalentamiento; iniciamos el rodaje tranquilos mientras me indica los tiempos entre los que quiere estar, y empezamos con sus series, la marco el ritmo, me sigue hombro con hombro, lo incremento a media que pasan las series, su hombro sigue junto al mío, sin protestar sin pensar. Los números no han sido malos, la primera la hacemos en 2´43´´ y la última en 2´23´´.
El viernes volvemos al trabajo, con un rodaje programado de setenta minutos, y como siempre marco el ritmo a seguir, sin apechugar y a ser posible de menos a más; poco a poco y sin darnos cuenta (aunque creo que ella si se diese cuenta) pasamos de rodar a 5´45´´ a rodar a 5´30´´, ritmo al que hacemos los últimos cinco kilómetros.
Las expectativas no son malas y las sensaciones que estos entrenamientos nos dejan son inmejorables.
Las circunstancias de la vida nos obligan a cambiar el rodaje largo semanal del domingo al sábado; en mi mente bullen las buenas sensaciones de los días pasados, y afronto la tirada larga con mucha ilusión; empezamos suave como siempre, marcamos el itinerario, todo caminos, la duración del rodaje, dos horas, el día para correr, estupendo, todo de nuestra parte; no han transcurrido muchos kilómetros y veo que algo no funciona, marco un ritmo de tirada larga pero mi hombro deja de ser su referencia, bajo la intensidad y a duras penas se pone a mi altura, pasan los minutos, los kilómetros, otro piñón menos y nada, no encuentro su respuesta; así no puede ser, no merece la pena este transitar por el sufrimiento y paro, con una hora y cuarenta y tres minutos es más que suficiente.
De un plumazo se fueron todas las buenas sensaciones que veníamos acumulando, se nos quitaron todas las sonrisas y aparecieron sus temores y sus miedos, no pasa nada, ha sido solo un mal entrenamiento en un mal día; pero a pesar de ser un mal día y haber tenido un mal entrenamiento, es un entrenamiento lleno de lucha, sacrificio y sufrimiento que queda registrado en nuestro cuerpo.
No hay entrenamiento baldío, todo vale todo queda, sonriamos.
17 comentarios:
Un mal día... eso lo tenemos todos. Y lo importante es que ella lo asimile así. Para ser una salida "frustrante" no ha ido mal, casi dos horas es mucho más que nada.
Y si no, que mire esa foto que has puesto. Así tiene que ir, con la cabeza bien alta, que no es moco de pavo lo que uno hace para preparar un maratón.
Suerte!!
Estoy contigo, se aprende tanto de los días buenos como de los malos. Un saludo y ánimos
La semana ha sido buena, una mala sesión la tenemos todos y no debe quedarse fija en nuestra cabeza, una Maratón no es fácil y ya sabes que la estáis corriendo.
También me quedo con la foto de la entrada.
Está claro que pasar esa linea de meta de los 42,195 no es gratis, cuesta mucho esfuerzo y muchos días de preparación, buenos y malos, pero como tú dices todo entreno suma. Ánimo para los dos.
Un mal día lo tiene cualquiera, y aveces, sin causa aparente. Ánimo y a seguir por el camino.
Pues no tengo yo días malos, de esos en los que parece que no puedes con tu alma... Nos pasa a todos. Y aún queda mucho.
Buenos entrenamientos, que quieres que te diga, series de 500 a 2,23, rodajes en progresivo a 5,30, para estudiar el ritmo más lento para Mapoma, las cosas tienen buena pinta.
Y la foto de Sonia sonriendo y feliz no tiene precio ;)
Este es uno de esos momentos duros que encuentras en un Maratón y es el momento para tenerlo, así nos aseguramos hacer con las mayores garantías posibles los últimos 42 kilómetros el día 17 de Abril.
Sin duda estais llevando una preparación ejemplar y por supuesto que habrá días duros y malos pero se verán ampliamente eclipsados por los innumerables días buenos que están por venir.
Muchos ánimos a los dos.
Ánimo y nada de sensaciones negativas.
Seguro que si esa última salida la hacéis el domingo como teníais previsto habría salido mucho mejor.
Y enhorabuena a los dos, menudas semanitas aguanta Sonia, jeje.
Todos sufrimos de ese mal, Satur, siempre hay dias malos y eso no debe haceros pensar en negativo, mañana el proximo entrenamiento será bueno y todo volvera a su cauce.
Un abrazo.
Animo que no todos los días son iguales, se trata de ir sumando de cara al maratón y siempre en positivo. También deciros que el maratón no es un camino de rosas.. que nadie os tenga engañadas.
Tenéis que estar mentalizadas y seguro que lo lográis la cabeza es muy importante. Un saludo y animo
Qué razón tienes y qué gran trabajo estás haciendo Satur.
Un abrazo.
No conocía tu Blog. No sabía lo que me estaba perdiendo. Desde Cartagena un nuevo seguidor. El entreno de hoy mañana está olvidado
¡Amen!
No queda nada para La Latina, nos vemos, un saludo.
BUEN BLOG.............SALUDOS DE PARTE DE DAVID RUIZ.........
http://atletadavidruiz.blogspot.com/
No os desanimeis por un mal dia, que dias malos los tenemos todos. Es peor estar parado como estoy yo por un tremendo catarro. Un saludo.
Hombre Satur si tú ya tienes el culo "pelao" de andar en moto... una mala tarde la tiene cualquiera, y también porque no salisteis conmigo el domingo claro.
Un abrazo y un beso
¡¡¡Ánimo pareja!!!, ¡¡¡¡Mucho ánimo Sonia!!!!, hay que ser positivo. Yo soy de los que opinan que de los días malos se aprende más que de los días buenos, y si además se hace con entrega y sacrificio, a la larga, a nivel mental se sale reforzado. Lo que te ayuda en los momentos malos es el recuerdo de otros anteriores que conseguiste superar.
Abrazos y nos vemos en na.....
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