miércoles, 14 de septiembre de 2011

ANGLIRÚ 2011: UN SENTIMIENTO

Alzo la vista intentando distinguir el cielo del Anglirú. Estoy tranquilo. Sin preocupaciones, sin miedos. Rodeado de decenas de corredores, encerrado en mi interior, las miradas se entrecruzan. Ya he vivido este momento tantas veces que me hace pensar en si es real o no, si las sensaciones y los sentimientos son los vividos. No estoy seguro si se ajustan a la realidad, pero sí tengo la certeza de que están guardados en lo más hondo de mi ser. Sigue la espera; sigo refugiado en mis pensamientos y pienso en el sabio consejo de Carles: “Sube con el corazón pero corre con la cabeza”, y en el impetuoso consejo de la juventud de Aarón: “Qué cojones. Ni pensar ni ostias, para arriba”, y en todos los que desde la distancia están a mi lado. Es probable que mis reflexiones tomasen otros derroteros, pero la voz de preparados me vuelve a la realidad o a la irrealidad, no lo sé, y si os digo la verdad no me importa, porque estoy donde quería estar.
Empiezo a subir con toda la calma del mundo, este año con más si cabe; con la misma filosofía de siempre, respiración y ritmo, respiración y ritmo; el grupo se estira con rapidez y pronto se empieza a formar el rosario
de corredores, donde los adelantamientos a estas alturas son frecuentes; atrás ya los tres primeros kilómetros de continua ascensión, y tras un giro a la derecha la primera rampa dura; bajo la vista, acoplo la zancada, empiezo a saber sufrir; cabeza, cabeza; sin un respiro de descanso llego a Viapará, donde se hace una pausa en la lucha con la montaña; dejo que las piernas corran, que se recuperen todo lo que puedan antes de afrontar lo más duro; miro hacia arriba “se acabó la paz”; con el 21´5 % de la rampa de “Les Cabanes” se acaba la tregua; hago un rápido balance de lo que llevo recorrido y me doy cuenta de que he ido cómodo, y que me encuentro con fuerzas; afronto los primeros metros duros con la vista puesta en el lugar donde, junto a mi hijo, vi la vuelta de España, y hasta el que le prometí subir corriendo; y cumplo la promesa; estoy a siete kilómetros de meta, a seis y medio de la cima; y sigo corriendo; atrás el 21´2 % de la rampa de “Xonceo” y sigo corriendo con cabeza; el 13´5 % de “Los Llagos” dan un respiro a mis piernas; con la moral a tope, nunca había llegado hasta aquí sin parar, me voy aproximando a las rampas más duras; y sigo corriendo en busca de “Los Picones” con su 15´4 %; recojo aire, camino y disfruto de la belleza del paisaje, con la vista de Oviedo en la lejanía; sonrio mientras vuelvo a trotar, ahora con la mirada hacia arriba, hacia lo que queda, como si lo hecho hasta aquí no contase, pero cuenta, y mucho; las manos a los riñones, a las rodillas, para afrontar el 19 % de “Cobayos” y sin tiempo de nada “La Cueña les Cabres”, ese muro de 23´5 %, donde todo vale, salpicado del sufrimiento de los corredores y donde se borran todas las sonrisas; vuelvo a correr , aunque las piernas tardan unos segundo en encontrar la cadencia; “La Muena” o el encuentro visual de la cima, el lugar más ansiado de la ascensión, desde aquí vislumbro una silueta, agito la mano como si gritase “ya estoy aquí, voy bien”; la silueta agita su mano, mientras imagino una sonrisa de alivio; vuelvo a caminar en busca del 20 % de “El Aviru”, en busca de Ángeles, de la cima; el encuentro es alegre, breve; corono el coloso, y me dejo ir con tranquilidad hacia la meta; ya no hay necesidad de forzar, llegué un minuto tarde a la cima; mi rostro afloja la tensión y deja ya entrever la sonrisa mientras me acerco a la meta; y que se convierte en una sonrisa de felicidad cuando la cruzo; y que se transforma en carcajada cuando me doy cuenta de que he subido con mucha cabeza, muchos huevos y mucho, muchísimo corazón.
Espero la llegada de Ángeles, y con ella mi premio. En
mis piernas, en mis recuerdos otro Anglirú más, y van ocho; los mismos que mi ángel de la guarda, gracias.No voy a terminar diciendo que volveré el próximo año, porque quizás, desde aquella primera vez nunca me haya ido.

14 comentarios:

Pancho dijo...

Felicidades por esa subida mítica...por 8ª vEz!!!

Espectacular

jose Nogales dijo...

Eso sí que es un buen entreno para Berlín y lo demás son tonterias. Enhorabuena por ese arrojo.Un abrazo.

pipo dijo...

Una descripcion hermosa Saturnino, muy real..muy emocionante, autentica.Gracias por compartirlo y Enhorabuena.

Miguel dijo...

Eso si que es un muro, y ya lo has superado 8 veces, felicidades.

Raúl Rubio dijo...

Eso sí que son coj... Satur, me ha impactado tu crónica. Muchas felicidades campeón.

Tania dijo...

La crónica preciosa! la subida mítica!
Felicidades!
bss
Tania

Celina dijo...

Felicidades, qué emotiva crónica! este era el 8º, pero espero que sean muchos más.

Jan dijo...

si es que cada año lo haces mejor y más "fácil", me asustas....

preciosa crónica

Tecolinha dijo...

¡Enhorabuena!

¡Qué ganas de salir a correr ahora mismo!

Me ha gustado mucho, ¡gracias!

Risco dijo...

Felicidades por el ocho.
En la foto se te ve bien.

Feet dijo...

Gran crónica, si señor. Felicidades!

Aitoruco dijo...

Me alegro de que lo degustaras como siempre, y más racionando todo sin sobrepasar y sobre todo, disfrutándolo. Un saludo

Halfon dijo...

Satur, mi mas sincera admiración.

Tengo en mis retinas aún las imágenes de la vuelta, con los ciclistas apunto de perder el equilibiro y me imagino lo que debe ser subir corriendo por esas pendietnes.

Hay que tener muchas narices para convertir esa montaña en TU MONTAÑA.

Un fuerte abrazo

lunallena dijo...

Enhorabuena!!!
Qué pasada!!!, esta tengo que correrla algún año, ya la tengo apuntada en carreras pendientes ;-)
Saludos!!!