viernes, 23 de noviembre de 2018

CAMINO AL 32: A UN PASO


“El amor es la única fuerza invencible en el mundo” de Fiódor Dostoyevski.
Hoy he terminado con el último entrenamiento de un camino, que empezó ilusionante, que se fue llenando de esperanza, y que ya está a un paso del final. ¡Ya tenía ganas!.
He ido cumpliendo con todas mis rutinas, o quizás con todas mis manías, esas a las que volví hace tres meses. Parte de esas manías, o quizás rutinas, son las de la última semana, la semana más agradable. Ayer visité a Omar, de Clínica Axis, quién con sus manos dejó a punto la maquinaría. Hoy el último rodaje, el último café, el último pincho de tortilla y la última charla con Pedro, a quién agradezco enormemente que me haya acompañado en la mayoría de entrenamientos. Lo físico es importante, pero el aspecto moral, lo es mucho más. Así que también dedico tiempo a recargarme mentalmente, por los momentos malos que puedan llegar, que no va a ser el caso; y por eso me voy a llevar, para que me acompañen en los buenos momentos, y por si acaso en los malos, el amor y cariño de los míos.
Estos días he soñado la carrera, pero al despertar, no recuerdo el sueño. Así que despierto, la he pensado, y tengo que decir que en mi cabeza ya la he corrido, y más de una vez; sin tiempos y sin ritmos, solo correr. No me voy a volver loco.
Ahora mi estado es relajado y tranquilo. La suerte está echada, aunque de momento habrá que esperar, solo un poco, para ver el final de la historia.

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