Un viaje tranquilo nos lleva a la ciudad de Castellón; como tranquilos fueron los paseos del sábado, llenos de amena charla y de confidencias; y con esa tranquilidad y aún entre dos luces abandonamos el domingo el hotel, como si el día aún no quisiera dejarnos ir en pos de nuestro sueño; con parsimonia nos encaminamos hacía la zona de salida; con una indiferencia fingida dejamos que vayan pasando los momentos previos, pero no podemos fingir siempre, y tampoco es lo que queremos, ansiamos el instante de la salida, ese tiempo tan mágico; nuestros gestos, cada vez más nerviosos nos delatan, y la despedida de nuestros acompañantes, esos seres queridos que van a sufrir ese otro maratón, la anuncian más alto que la voz metálica que nos envuelve; situados en cajones imaginarios, escuchamos expectantes la cuenta atrás, 10, 9,….,6…., 3, 2, 1, y empezamos la marcha hacía un bonito sueño, ya no hay tiempo para los miedos.
Damos esos primeros pasos con lentitud, con la emoción contenida y compartida con mi amigo Abe, con Jan, con Halfon, con Raúl perdido de mi vista, al igual que Miguel, y con un montón de locos; recorro ese primer kilómetro en compañía de mis amigos, es una costumbre que me gusta cumplir, después ese apretón de manos que hace de despedida, “buena suerte”;y me voy por la estrechez de la calle Colón, ya no volveré a mirar atrás, la calle Mayor, me turba el corazón,mientras la calle Gobernador, calma el ánimo, fija las primeras prioridades, plaza Puerta del Sol, “¿en Castellón?”, la calle San Vicente nos lleva de nuevo al Paseo Morella y de ahí a la zona universitaria, y vuelta al centro de la ciudad, a la estrechez de esas calles que hacen más complicado correr; ahora corremos kilómetros en dirección al grao, ya van nueve y alcanzo el globo de 03:45, voy cómodo, me entra la duda, no sé qué hacer, sigo o me quedo a su amparo, decido aguantar en el seno del grupo y dejar correr estos kilómetros de asquerosa monotonía, solo rota por el volver de los corredores que nos preceden; llegamos al grao, kilómetro 13, y sigo refugiado en el numeroso grupo, voy relativamente tranquilo y en tiempos del objetivo, de ese sueño, lo que hace que me vuelva a plantear la estrategia, “¿qué puede pasar si arriesgas?”; y en el kilómetro catorce fuerzo la apuesta, arriesgo y abandono ese grupo, los dejo unos metros, lentamente, muy despacio.Castellón nos recibe de nuevo, el ánimo de la gente levanta el nuestro, siempre bajo la atenta y amenazante mirada del monstruo del kilómetro veinte, grande, muy grande, lo miro y miro el crono, el objetivo se me está yendo por dos minutos, pero no pasa nada hay margen; cruzamos la media y volvemos hacía ese ser gigantesco, lo miro, lo veo sin querer; otra vez las calles estrechas, ahora más llenas de gente, llenas de un apoyo que hacen el correr más fácil; el kilómetro 26 nos deja a merced de otro desierto, otra vez kilómetros por terrenos desangelados, a mi espalda oigo la algarabía del gran grupo, la he oído desde que lo abandone, nunca conseguí abrir demasiado hueco, pero tampoco nunca caí en el desánimo; y llega el kilómetro veintinueve, el kilómetro en que el grupo me alcanza y me rebasa, me agarro a él con uñas y dientes, pero no es suficiente, y se van, poco a poco pero se van; no me inquieta, soy consciente de que mi ritmo ha caído, pero sigo estando ahí, acomodo la marcha al nuevo escenario y dejo que los kilómetros pasen; otra vez el centro de Castellón, el 35, la gente volcada con los corredores, gritando sin descanso, llevándonos en volandas aunque solo sea unos metros; 36, me cruzo con Jan, “llego aunque sea andando” me dice; 37,veo a Abe, “vamos que lo tienes”, se que va a hacer un marcon; 38, los inquietos automovilistas nos apremian con sus claxon, “tendrán prisa”; 39, 40, 41, aún puedo recoger un pequeño premio, mejorar mi marca, o eso creo, aprieto, aunque a estas alturas es mucho decir, último giro y la meta a tiro de piedra, y a reventar de gente, última mirada al reloj para comprobar que el sueño se ha esfumado, el mejor y el otro, pero nadie me va a quitar este momento, veo a Ángeles, nos sonreímos, me encamino hacía ese pasillo que apenas deja que lleguemos a meta, últimos metros, últimos sueños antes de la victoria, de mi victoria, y de la de todos los que llegaron; traspaso esa divina raya, 03:46:29, feliz, muy feliz.
Atropelladamente estiro, repongo fuerzas y me voy en busca de Ángeles, a esperar la llegada de mis amigos y ver que todos, uno a uno, han conquistado Castellón; todos somos hoy un poco más felices, seguro.
Damos esos primeros pasos con lentitud, con la emoción contenida y compartida con mi amigo Abe, con Jan, con Halfon, con Raúl perdido de mi vista, al igual que Miguel, y con un montón de locos; recorro ese primer kilómetro en compañía de mis amigos, es una costumbre que me gusta cumplir, después ese apretón de manos que hace de despedida, “buena suerte”;y me voy por la estrechez de la calle Colón, ya no volveré a mirar atrás, la calle Mayor, me turba el corazón,mientras la calle Gobernador, calma el ánimo, fija las primeras prioridades, plaza Puerta del Sol, “¿en Castellón?”, la calle San Vicente nos lleva de nuevo al Paseo Morella y de ahí a la zona universitaria, y vuelta al centro de la ciudad, a la estrechez de esas calles que hacen más complicado correr; ahora corremos kilómetros en dirección al grao, ya van nueve y alcanzo el globo de 03:45, voy cómodo, me entra la duda, no sé qué hacer, sigo o me quedo a su amparo, decido aguantar en el seno del grupo y dejar correr estos kilómetros de asquerosa monotonía, solo rota por el volver de los corredores que nos preceden; llegamos al grao, kilómetro 13, y sigo refugiado en el numeroso grupo, voy relativamente tranquilo y en tiempos del objetivo, de ese sueño, lo que hace que me vuelva a plantear la estrategia, “¿qué puede pasar si arriesgas?”; y en el kilómetro catorce fuerzo la apuesta, arriesgo y abandono ese grupo, los dejo unos metros, lentamente, muy despacio.Castellón nos recibe de nuevo, el ánimo de la gente levanta el nuestro, siempre bajo la atenta y amenazante mirada del monstruo del kilómetro veinte, grande, muy grande, lo miro y miro el crono, el objetivo se me está yendo por dos minutos, pero no pasa nada hay margen; cruzamos la media y volvemos hacía ese ser gigantesco, lo miro, lo veo sin querer; otra vez las calles estrechas, ahora más llenas de gente, llenas de un apoyo que hacen el correr más fácil; el kilómetro 26 nos deja a merced de otro desierto, otra vez kilómetros por terrenos desangelados, a mi espalda oigo la algarabía del gran grupo, la he oído desde que lo abandone, nunca conseguí abrir demasiado hueco, pero tampoco nunca caí en el desánimo; y llega el kilómetro veintinueve, el kilómetro en que el grupo me alcanza y me rebasa, me agarro a él con uñas y dientes, pero no es suficiente, y se van, poco a poco pero se van; no me inquieta, soy consciente de que mi ritmo ha caído, pero sigo estando ahí, acomodo la marcha al nuevo escenario y dejo que los kilómetros pasen; otra vez el centro de Castellón, el 35, la gente volcada con los corredores, gritando sin descanso, llevándonos en volandas aunque solo sea unos metros; 36, me cruzo con Jan, “llego aunque sea andando” me dice; 37,veo a Abe, “vamos que lo tienes”, se que va a hacer un marcon; 38, los inquietos automovilistas nos apremian con sus claxon, “tendrán prisa”; 39, 40, 41, aún puedo recoger un pequeño premio, mejorar mi marca, o eso creo, aprieto, aunque a estas alturas es mucho decir, último giro y la meta a tiro de piedra, y a reventar de gente, última mirada al reloj para comprobar que el sueño se ha esfumado, el mejor y el otro, pero nadie me va a quitar este momento, veo a Ángeles, nos sonreímos, me encamino hacía ese pasillo que apenas deja que lleguemos a meta, últimos metros, últimos sueños antes de la victoria, de mi victoria, y de la de todos los que llegaron; traspaso esa divina raya, 03:46:29, feliz, muy feliz.
Atropelladamente estiro, repongo fuerzas y me voy en busca de Ángeles, a esperar la llegada de mis amigos y ver que todos, uno a uno, han conquistado Castellón; todos somos hoy un poco más felices, seguro.
25 comentarios:
¡¡¡Enhorabuena!!! Una crónica preciosa, me ha hecho sentir como si hubiera estado allí viendo como cumplías tu sueño y radiabas esa descomunal felicidad, ¡¡¡me alegro un montón!!!
Saludos!!!
Que bien lo has contado, enhorabuena.
Este tiempo ya son palabras mayores.
Además lo has hecho controlando muy bien que es lo más dificil.
Muchísimas felicidades, tiempazo. Ya terminar con esa holgura es un éxito.
Buena crónica, personal e intransferible. Nos conocimos muy poco pero bueno quedan muchas carreras por correr.
Me alegra tu maratón.
Me diste la impresión de ser un tío cabal y tranquilo. Buenas cualidades... y un maratoniano ilustre. De los de verdad.
Nos leemos y nos vemos.
Cuídate.
Enhorabuena Satur!! tu crónica sensacional!
Terminar con ese tiempo y sin sufrir y feliz debe ser la gloria!
Disfrútalo y descansa,
bss
Tania
Enhorabuena sobre todo por serguir disfrutanto de cada carrera como nadie, de vivirla con tanta ilusión y ganas. El tiempo es un tiempazo, y como bien dices... ¡conquistaste Castellón! Estoy seguro que tu ánimo no decaerá y que pronto estarás ya en plena batalla para seguir soñando con nuevas metas.
¡Un abrazo campeón!
Si es que hiciste un carrerón, y cuando me cruzaba contigo, tenías una cara de felicidad que animaba sólo verte...
Muchas gracias por este gran fin de semana que compartimos, fue un auténtico placer.
La próxima, la media de león...
Bella crónica, que me ha hecho revivir esos momentos mágicos que siempre se producen.
El fin de semana fue maravilloso en vuestra compañía.
Nos vemos en la próxima.
FELICIDADES, vaya pasada de tiempo y además disfrutando, me das mucha envidia sana. Felices Fiestas y de nuevo enhorabuena.
Un saludo.
Cuando vi la primera foto pensé "Ángeles es una artista" me encanta la foto y lo que se encierra en esa imagen, los instantes de la víspera.
Bueno ya estamos con el "run-run" de las siguientes, ahora a descansar y a disfrutar de las fiestas esperando un nuevo año que mejore en todo al presente ¡¡Por Dios!! ;D
Un abrazo!!!!!!!!
Que bonita crónica Satur, felicidades a ti tambien por esa carrera tan bien planificada y por escribir entradas tan conmovedoras, he vuelto a transportarme allí durante su lectura... Tan reciente y tan lejos queda ya Castellón...
Un abrazo y un besazo para Angeles.
felicidades por ese maraton,lo verdaderamente importante es disfrutar ese dia....
un saludo
Enhorabuena por la marca!!! me ha encantado la crónica. A pensar en el siguiente objetivos. Nos vemos.
El límite siempre está más allá.
Saturnino, te felicito efusivamente..!! Me ha encantado tu forma de vivir el Maratón desde dentro... La marca siempre es un aliciente, pero lo realmente importante es saber controlar cada momento y saber llegar a la meta... Que disfrutes al máximo de tu victoria..!! Un abrazo...
Marcón, Saturnino. Enhorabuena por él. Y con todo, esa marca es lo de menos: lo importante es que sois más felices.
Abrazos. ;-)
Pd. El anterior mensaje era mío: los dedacos, que patinan...
Impresionante, el relato, la carrera, todo.
Eres un fenómeno
Enhorabuena!!! para los que aun no hemos corrido la mitica distancia una cronica como la tuya sirve de referencia
saludos
Felicidades Satur por ese marcón. ¡Ya te veía yo sobrado en la vuelta a la Casa de Campo que hicimos!. Sigue con ese ánimo y entrenando igual que el próximo año bajamos de 3:45 h en Madrid.
Abrazos amigo.
¡Felicidades!
Se te ve feliz en la foto, y se te lee triunfante. Genial.
Una crónica muy bonita que resume tu grado de satisfacción y alegría.
¡Felicidades!
Qué bien contado, se disfruta y se sufre leyéndolo
Debes haber estado en una nube; lo cierto es que dan ganas de vivirlo con vosotros
Enhorabuena
JUAN
¡Enorme! Enhorabuena paisano de León, buena marca y mejores sensaciones. A prtir de ahora tienes un seguidor más.
Gracias por tus ánimos para la Sansil.
¡Un saludo!
Enhorabuena por otro gran logro, otro de tus objetivos cumplidos. No hay nada como tener las cosas bien claras para que salgan mejor y disfrutar de ellas.
Si mi apoyo desde la acera ayuda mejor que mejor.
Un beso.
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