Volvemos a enfilar la carretera de La Coruña en dirección a Madrid, lo que es sinónimo de fin de semana intenso, de disfrutar de mis sobrinos, de la cena del viernes en el Sector 3 y su tertulia y sus chupitos, de la comida pre-carrera del sábado y sus locuras, y de la carrera del domingo y el reencuentro con los amigos de aventuras.
En esta ocasión nos esperaba la VI edición de la media de La Latina; una media que no tenía intenciones de correr, que no hubiese corrido si no es por mi hija, si no es por su preparación para el Mapoma.
En ese camino fijó como objetivo tres medias, Getafe en enero, La Latina en febrero y León en marzo.
En la primera, en Getafe, creo que cumplió las expectativas.
Y en La Latina, a pesar de los últimos reveses, pasó con nota; la carrera transcurrió sin contratiempos y corrió arropada en todo momento por los amigos del “Nunca”, Carlos y Abe, y por mí; empezó bien, llaneando al ritmo previsto y aprovechando las bajadas para recuperar y sufriendo en los repechos; fue de más a menos, pero supo sufrir; conoció la temible Casa de Campo (ya sabe que no se come a nadie, que no tiene dientes); volvió a recuperar la confianza, si es que alguna vez la perdió, una confianza muy necesaria a la hora de afrontar su gran reto.
Próxima y penúltima parada: León.
En esta ocasión nos esperaba la VI edición de la media de La Latina; una media que no tenía intenciones de correr, que no hubiese corrido si no es por mi hija, si no es por su preparación para el Mapoma.
En ese camino fijó como objetivo tres medias, Getafe en enero, La Latina en febrero y León en marzo.
En la primera, en Getafe, creo que cumplió las expectativas.
Y en La Latina, a pesar de los últimos reveses, pasó con nota; la carrera transcurrió sin contratiempos y corrió arropada en todo momento por los amigos del “Nunca”, Carlos y Abe, y por mí; empezó bien, llaneando al ritmo previsto y aprovechando las bajadas para recuperar y sufriendo en los repechos; fue de más a menos, pero supo sufrir; conoció la temible Casa de Campo (ya sabe que no se come a nadie, que no tiene dientes); volvió a recuperar la confianza, si es que alguna vez la perdió, una confianza muy necesaria a la hora de afrontar su gran reto.
Próxima y penúltima parada: León.
8 comentarios:
Satur esto va sobre ruedas, me a gustado el comentario, que dedicas a tu hija... esta aprendiendo a sufrir, que importante es aprender a sufrir.. para acabar un maratón.
Mi hijo tiene menos de 40' en el 10km, pero amigo, no sabe sufrir.
Dice que demasiado sufrimiento para tampoco premio.. cosas de la vida.
Un saludo y un 10 para tu hija.
¡Felicidades Satur!
La aventura en la que estáis inmersos debe de ser la leche! Dentro de poco ya estaréis juntos siguiendo una línea de más de cuarenta y dos kilómetros en busca de un sueño. Lo importante no es la meta, sino el camino. Enhorabuena por estar disfrutándolo tanto.
Un saludo!
Realmente creo que la progresión está siendo la correcta... Todo objetivo requiere un sacrificio y en este caso al ser compartido es mucho más gratificante... Felicidades a los dos..!!
Otra pedazo de foto, que buena es Ángeles cámara en mano ;-)
No hay nada como las sonrisas para entrar en meta y si son con la compañía de buenos amigos mejor que mejor.
Un saludo.
Buen resumen, desde luego la CdC no tiene dientes, pero hay que saber como es.
Buena tirada de 21 km en buena compañía.
Un fuerte abrazo y el 17/4 en Recoletos
Llevais un camino firme y seguro hacia Mapoma.
Un fuerte abrazo.
Venga Satur, vais a mas... el exito está garantizado... por cierto bonita foto grupal...
un abrazo campeon.
Tal y como va tu hija creo que lo conseguirá. änimos para los dos
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