C asi acababa de empezar el año. Apenas habían transcurrido dos meses y un poco, y el mundo, la vida, se volvía triste y gris. Por entonces no sabíamos que todo nuestro universo iba a cambiar; aunque pronto la realidad nos mostro el cambio.
Nuestras rutinas se pararon, y de golpe. Se pasó, sin darnos cuenta, de la normalidad a la “nueva normalidad”, como les gusta decir a nuestros politicastros. La falta de libertad y de libertades ahora se llama “nueva normalidad”.
Nos han cambiado nuestra forma de vivir, nos han limitado los movimientos, nos prohíben ver a los nuestros; nos obligan a adoptar medidas que no sirven para nada. Si en vez de cogérsela con papel de fumar se dedicasen a hacer una “puta ley” que castigue a toda esa gente insolidaria, que con sus desmanes están propagando el virus, en vez de hacer pagar a justos por pecadores.