Duodécima semana: Del 22 al 28 de abril
Durante
estas semanas he ido encabezando los resúmenes semanales con una frase escrita
en un encerado; la frase era seleccionada según la fase de entrenamiento o las
sensaciones que iba teniendo, mientras que el montaje era realizado por
Julio (al igual que la que encabeza este último resumen).
Hoy no quiero hablar de rodajes ni de entrenamientos, ya carecen de
importancia. Prefiero contaros que he procurado descansar. También que he dedicado tiempo a pensar en la carrera y que he empezado a
vivirla en la distancia. Y a motivarme y cargarme de motivos para llegar a la
meta. Que tengo claro el planteamiento pero por qué no soñar, ahora están
permitidos los sueños.
Quizás esos
sueños son los que anoche no me permitieron dormir bien, o quizás esas vueltas
de inquietud fueran debidas a la lectura realizada. Nada mejor para motivarme y
repasar la carrera que leer mis últimas crónicas del Mapoma. Resultado: demasiados
recuerdos, demasiados sentimientos.
La del “Premio a la constancia” como titulé la del año pasado; o la de “Un día especial” del 2011;
o la del 2010, “Un coloso llamado Mapona”, de mucho sufrimiento; o la “Historia de un gran día”, ese día de 2009 que por aquel entonces supuso mi mejor marca
en maratón. Demasiados momentos.
Ya se acerca
el final de la historia. El trabajo duro ya está hecho, ahora es el momento de vivir
el Maratón.