La primera cita la teníamos el sábado en Santa María del Páramo (León), donde se disputaba la VI edición de su legua nocturna; allí aterrizamos, a parte del que escribe, Sonia y como no, nuestro Ángel de la Guarda; nada más llegar a la plaza mayor, lugar de salida, de últimas inscripciones y de recogida de dorsales, nos topamos con Tecolinha y Pedrín, quienes hacían de anfitriones de Espirulina e Hita; con quienes compartimos barra y cerveza; por allí merodeaba también L.A., N.G., junto a Fernando y Toño, quienes al final de la carrera compartieron con nosotros empanadas y colocacolas, que después del esfuerzo y de la hora supieron a gloria.
Y en cuando a la carrera en sí, que en definitiva creo que fue por lo que fuimos a Santa María del Páramo, decir que es de carácter popular, donde corredores y andarines compartimos salida y carretera, lo que sin duda hizo de la salida un aventura complicada y en algunos casos peligrosa, donde se corría en zig-zag más que en línea recta, donde se soportaba algún empujón que otro, hasta que poco a poco se iba aclarando el camino.
Como la distancia a recorrer no era excesiva, intento imprimir un un buen ritmo; en la distancia reconozco la silueta de L.A., con lo que alargo la zancada para darle alcance e intentar seguir su cadencia; consigo darle alcance pasado el primer kilómetro y juntos continuamos hasta casí el kilómetro 4, donde ya no puedo aguantar su ritmo; y ya desde aquí y hasta el final voy solo, disfrutando de la soledad de la noche y de mi carrera; cruzo la meta en 24´52´´, según mi crono, por supuesto.
Después esperamos la llegada de los amigos que aún no han cruzado la meta, damos cuenta de las empanadas y regresamos para León, que a la mañana siguiente tenemos cita con otra carrera, la 1ª edición de la “Última carrera de agosto por la Sobarriba 2009”, pero eso ya es otra historia, no os queda más remedio que esperar a mañana.