Se acaba el último día del año. Durante trescientos sesenta y cinco días hemos ido escribiendo en el libro de la vida; hemos llenado páginas donde se entremezclan estados de tristeza con explosiones de alegría, páginas de buenos y malos momentos. Y ya, a punto de cerrar el año, me doy cuenta que al final todo queda reducido a un puñado de recuerdos, a esos sentimientos que nuestros corazones atrapan en un segundo.
Llegó ese día en que hacemos balance de lo que ha sido este largo año, y aunque no sea lo que más nos apetezca intentamos buscar esos instantes agradables que han dejado alguna huella en nosotros y que nos ayuden a empezar el nuevo año con toda la ilusión del mundo.
Este año elegir la mejor carrera que he corrido me resulta fácil, sin duda alguna Mapoma 2011. Correr ese maratón junto a mi hija ha sido unas de las mejores experiencias de mi vida deportiva; con todo lo que ello conlleva: carrera, preparación, sentimientos, compañerismo, amistad, complicidad, sufrimiento...
No quiero dejar de destacar el maratón de Berlín, que de no haber sido por la razón anterior hubiese copado el primer puesto.
Sin embargo seleccionar una imagen, una instantánea que sintetice alguna de las virtudes del atletismo popular, que refleje su espíritu, me resulta agradable; repasar una a una las fotografías me traslada de nuevo a esos campos de batalla; elegir las fotos es más complicado, pero este año, al igual que con la mejor carrera y por los mismos motivos he elegido tres del Mapoma 2011; tres fotografías que para mí tienen mucha carga emocional:
Este año elegir la mejor carrera que he corrido me resulta fácil, sin duda alguna Mapoma 2011. Correr ese maratón junto a mi hija ha sido unas de las mejores experiencias de mi vida deportiva; con todo lo que ello conlleva: carrera, preparación, sentimientos, compañerismo, amistad, complicidad, sufrimiento...
No quiero dejar de destacar el maratón de Berlín, que de no haber sido por la razón anterior hubiese copado el primer puesto.
Sin embargo seleccionar una imagen, una instantánea que sintetice alguna de las virtudes del atletismo popular, que refleje su espíritu, me resulta agradable; repasar una a una las fotografías me traslada de nuevo a esos campos de batalla; elegir las fotos es más complicado, pero este año, al igual que con la mejor carrera y por los mismos motivos he elegido tres del Mapoma 2011; tres fotografías que para mí tienen mucha carga emocional:
(foto cortesía de Ángel)
(foto cortesía de Ángel)
(foto cortesía de Ángel)
Y para rematar este, mi pequeño, balance anual, solo me queda agradecer vuestro seguimiento de mis retos, vuestro apoyo y lo que es más importante vuestras muestras de amistad. Muchas gracias.