lunes, 27 de abril de 2015

DE MAPOMA 2002 A MAPOMA 2015: 25 MARATONES


El viernes y sábado fui protagonista del cariño de la familia del “Nunca correrás solo”, faltaba rematar el fin de semana corriendo el Maratón arropado por todos ellos.
Y así, con la compañía y apoyo de esa gran familia, corrí mi veinticinco maratón; así es fácil correr.
Hoy no quiero extenderme mucho, y solo quiero dar las gracias a los que han estado a mi lado. A mi hija, Sonia, y a Julio por esos kilómetros de cariño; a María Jesús, Cristina y Óscar, por haberme soportado durante estos tres meses y por correr a mi lado en un maratón tan emotivo, tanto para ellos como para mí; a Juan Pe, Abe, y Alberto, por el esfuerzo de correr kilómetros a mi lado; a Gustavo, aunque su velocidad no me deja correr con él.
Y gracias a los que desde la acera y bajo la lluvia nos acompañaron durante toda la carrera: a Ángeles y Anabel, a Tábita y Beatriz, al tío de Cristina que desde su bicicleta era como nuestra sombra, y también a las amigas de Cristina, y a Sara y a Raquel.
Ahora toca descansar y pensar en el próximo, y por supuesto junto a ellos.

sábado, 25 de abril de 2015

MAPOMA 2015: LA TARDE DEL SÁBADO



Sábado, y ahora sí que es víspera de Mapoma, es un día tranquilo, que comparto con los amigos del “Nunca correrás solo”, lo que viene siendo: pre comida de hidratación, comida, y pos comida.
Aunque en esta ocasión, mis amigos no entendieron lo de la tranquilidad, y quisieron que el maratón que voy a correr mañana sea aún más especial de lo que ya es.
Y lo consiguieron agasajándome con un bonito y emotivo homenaje.
Gracias amigos, los número uno sois vosotros: sois los más grandes. Ir preparando la medalla del 50 maratón que volveremos a compartir pre comida de hidratación, comida, y pos comida.
Mañana nos vemos en carrera.

MAPOMA 2015: LA TARDE DEL VIERNES




Viernes, víspera del maratón madrileño, y como es habitual ya en Madrid, sintiendo el maratón, viviendo Mapoma. Y cumpliendo con el trámite del viernes pre-mapoma: Recogida de dorsales e inicio de la hidratación.
Todos tramites agradables porque cuento con la compañía de mis amigos del Nunca correrás solo, en esta ocasión Gustavo y Abe, con los que he compartido grandes momentos, en otros grandes maratones.
En la feria del corredor siempre surge algún encuentro ocasional con algún amigo del correr y de la blogosfera, como en esta ocasión con Raúl y Manuel, abrazos y charlas.
Y esa recogida de dorsal, momento en el que ya te dan ganas de ponerlo en el pecho, de salir corriendo. Este año la recogida también fue especial porque cogía los de María Jesús, Cristina y Óscar; amigos, los dorsales ya están a buen recaudo. Hoy seré yo quien vele vuestras armas, mañana os tocará a vosotros. F 529, F 165, y 3844. Los pasos nos van acercando al gran momento.
Y después a la orilla del lago a comenzar con la hidratación, una o dos cañas, o tres si se tercia, y empiezan los planes de carreras. No hemos corrido y ya estamos pensando en los siguientes.
Se acaba el viernes. Mañana sábado. A descansar que será un largo día.

jueves, 23 de abril de 2015

MAPOMA 2015: 12ª SEMANA. A MIS AMIGOS



Del 20 al 23 de abril
Hoy no quiero hablar de mí, ni de mis entrenamientos. Hoy quiero dedicar esta entrada a mis amigos María Jesús, Cristina y Óscar.
Hace tiempo que tenía pensado que mi 25 maratón tenía que ser en Madrid. Mi amor por Mapoma no me dejaba otra opción, tenía que ser en esa ciudad, en esa carrera.
Para una fecha tan especial no quería ir solo. En mis sueños corría con esas personas especiales que en alguno de esos veinticuatro maratones compartieron sus pasos con los míos. Pero solo era un sueño, la realidad era que nadie recogió el guante que por aquí y por allí fui lanzando. Hasta que primero María Jesús, y después Cristina y Óscar, se unieron a mi aventura. Es curioso que los tres debuten en la distancia, lo que hace que su gesto sea más especial.
Con ellos empecé hace tres meses la preparación del maratón; recuerdo los primeros entrenamientos, sus dudas, sus temores. Ha ido pasando el tiempo, entrenamientos, hasta llegar al día de hoy en que hemos realizado el último entrenamiento.
Amigos, ahora que se acerca la hora, qué deciros que nos haya dicho; sé que siguen vuestros temores, eso es normal, pero también sé que lo vais conseguir. Lo peor del maratón ya lo habéis hecho, ahora os toca disfrutar de él. Gracias.

IV CARRERA SAHAGÚN MUDÉJAR: MI HISTORIA


Mi calendario ha querido que Sahagún de Campos sea la antesala de Madrid. Mejor escenario imposible. El dorsal ya colocado en el pecho; el último dorsal. Correteos entre saludos que hacen las labores de calentamiento y que anuncian la proximidad de la salida. Una salida neutralizada desde la plaza Mayor hasta el monumento “El Arco”, y desde allí, el “tres, dos, uno” y la tardía explosión de confeti marcan el inicio de carrera. A correr toca y deprisa, ya que el rápido comienzo te invita a ello. La ida y la vuelta alrededor del Cea aceleran la zancada antes de quedarse clavada en la subida a la Peregrina; paso corto, vista al suelo, vista al cielo, respiración agitada. Ya arriba, donde poco a poco el paso corto se va convirtiendo en zancada, donde la vista vuelve al frente y la respiración se sosiega. Donde las piernas se lanzan en la larga bajada que sin darnos cuenta nos deja a las puertas de la ermita de la Virgen del Puente. Media carrera. Medio esfuerzo. Atrás queda la ermita, atrás queda el puente, atrás queda la bajada; ahora vuelta hacia Sahagún, cuesta arriba, regulando el ritmo, acompasando respiración para no atrancar un cuerpo que va disfrutando. Paso a paso, con la vista en las primeras casas, en el final de la cuesta, en ese puente sobre la vía del tren que me deja en caída libre hacia la meta.
Deprisa, aspirando el aire al ritmo de mis zancadas, saboreando los últimos metros, traspasando el último arco, cruzando mi meta, pensando en la próxima: Mapoma.