Haces planes con la intención de cumplirlos, intentas ser constante en los entrenamientos programados, procuras no saltarte ninguno para que la pereza no se apodere de nosotros; cuando estas corriendo vas pensando en el próximo rodaje, en los días que vas a salir la próxima semana, en lo que será optimo para esa carrera que tenemos programada, en ese reto que ronda nuestra cabeza y alimenta el gusanillo de nuestro estómago; pero a veces todo da un giro y queda truncado, vuelta a empezar, y rápidamente procuramos encontrar la solución.
Mientras el pasado sábado y domingo hacía tirada larga, planificaba las dos semanas de entrenamientos de cara a la cita sevillana, todo cuadraba y quedaba grabado en mi cabeza; pero, ahí ese pero que siempre o casi siempre suele haber, el lunes todo cambio.
El lunes cuando ya quedaba poco para finalizar la jornada matinal de trabajo, alrededor de las 14:10 horas, me cruzo con un compañero de trabajo.
- “Pasa por la oficina, mañana a las 07:00 sales para Barcelona”, continuó hablando pero yo ya no oía, a mí mente vino el maratón de Sevilla; los dos días que iba a perder de trabajo en la semana clave; el cansancio extra que mi cuerpo iba a acumular; el fin de una lucha, yo no había perdido, ni cedido, no queda más remedio.
Y como estaba previsto a las 07:00 de la mañana emprendemos el viaje relámpago, parada para repostar y a rutear; los kilómetros van cayendo, atrás dejamos ciudades y pueblos, Burgos, Miranda de Ebro, adiós Castilla y León, nos adentramos unos kilómetros en Euskadi, cruzamos La Rioja (atrás queda Logroño), Navarra, ya estamos en Aragón; seguimos devorando kilómetros, a lo lejos divisamos Zaragoza, sin parar la bordeamos viendo en la distancia la Basílica del Pilar, seguimos, queremos llegar a comer a Lérida.
Ya en Lérida nos damos un descanso, merecido por cierto, después de una buena comida continuamos viaje, Barcelona nos espera; sobre las 19:00 horas llegamos a la zona franca, donde después de solventar algún problemilla conseguimos dejar la carga, ahora quedaba adentrarnos en la ciudad de Barcelona y conseguir alojamiento.
No tardamos mucho en localizar un pequeño hotel acorde a nuestras necesidades y presupuesto; nos adecentamos un poquito, paseo por las ramblas y sus aledaños, cena y a dormir que al día siguiente queda la vuelta.
A las 08:00 de la mañana quedamos citados en la recepción del hotel, toca un pequeño desayuno antes de iniciar el regreso.
Parada en Lérida, donde tomamos un “cafelito” sin prisas, pararemos a comer en Zaragoza; una vez que dimos cuenta de una suculenta comida llena de energía, “potaje de garbanzos, muslitos de pollo al ajillo (que se convirtieron en tres muslazos), y tarta de la casa”, un poco de tertulia, y por supuesto ya de estar ahí no podíamos irnos sin visitar la Virgen del Pilar.
De nuevo en los vehículos nos entregamos a la carretera, poco a poco la noche nos engulle, ya solo vemos luces de pueblos y ciudades, Logroño, Burgos, provincia de León, y León, 22:45 en casa.
Breve cena, breve narración y cama…..mañana saldré a correr.
Mientras el pasado sábado y domingo hacía tirada larga, planificaba las dos semanas de entrenamientos de cara a la cita sevillana, todo cuadraba y quedaba grabado en mi cabeza; pero, ahí ese pero que siempre o casi siempre suele haber, el lunes todo cambio.
El lunes cuando ya quedaba poco para finalizar la jornada matinal de trabajo, alrededor de las 14:10 horas, me cruzo con un compañero de trabajo.
- “Pasa por la oficina, mañana a las 07:00 sales para Barcelona”, continuó hablando pero yo ya no oía, a mí mente vino el maratón de Sevilla; los dos días que iba a perder de trabajo en la semana clave; el cansancio extra que mi cuerpo iba a acumular; el fin de una lucha, yo no había perdido, ni cedido, no queda más remedio.
Y como estaba previsto a las 07:00 de la mañana emprendemos el viaje relámpago, parada para repostar y a rutear; los kilómetros van cayendo, atrás dejamos ciudades y pueblos, Burgos, Miranda de Ebro, adiós Castilla y León, nos adentramos unos kilómetros en Euskadi, cruzamos La Rioja (atrás queda Logroño), Navarra, ya estamos en Aragón; seguimos devorando kilómetros, a lo lejos divisamos Zaragoza, sin parar la bordeamos viendo en la distancia la Basílica del Pilar, seguimos, queremos llegar a comer a Lérida.
Ya en Lérida nos damos un descanso, merecido por cierto, después de una buena comida continuamos viaje, Barcelona nos espera; sobre las 19:00 horas llegamos a la zona franca, donde después de solventar algún problemilla conseguimos dejar la carga, ahora quedaba adentrarnos en la ciudad de Barcelona y conseguir alojamiento.
No tardamos mucho en localizar un pequeño hotel acorde a nuestras necesidades y presupuesto; nos adecentamos un poquito, paseo por las ramblas y sus aledaños, cena y a dormir que al día siguiente queda la vuelta.
A las 08:00 de la mañana quedamos citados en la recepción del hotel, toca un pequeño desayuno antes de iniciar el regreso.
Parada en Lérida, donde tomamos un “cafelito” sin prisas, pararemos a comer en Zaragoza; una vez que dimos cuenta de una suculenta comida llena de energía, “potaje de garbanzos, muslitos de pollo al ajillo (que se convirtieron en tres muslazos), y tarta de la casa”, un poco de tertulia, y por supuesto ya de estar ahí no podíamos irnos sin visitar la Virgen del Pilar.
De nuevo en los vehículos nos entregamos a la carretera, poco a poco la noche nos engulle, ya solo vemos luces de pueblos y ciudades, Logroño, Burgos, provincia de León, y León, 22:45 en casa.
Breve cena, breve narración y cama…..mañana saldré a correr.
Y salí.
4 comentarios:
Yo soy de Zaragoza...me has puesto la piel de gallina...¡El Pilar!. Dentro de dos semanas tengo que ir por allí y tengo muchísimas ganas de pasear de nuevo por mi Zaragoza.
Ánimo con los entrenos Saturnino que ya no queda nada de nada para Sevilla. Seguro que lo bordas.
Besos.
Rafael: Bonita ciudad, no la conocía, me he propuesto volver con más tiempo.
Beatriz: Me cambiaron un poco los planes, pero ahí sigo.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
A veces las cosas no salen como habíamos previsto; pero mira el lado bueno: estuviste en Barcelona y Zaragoza. Turismo nacional:P
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