En estos días en los que aún vivimos los recuerdos del Mapoma, en los que he leído y releído mogollón de crónicas, y vivido vuestras historias como mías, me viene a la memoria aquel 28 de abril del 2002, aquel día en que corrí mi primer maratón, mi primera carrera popular, en todo lo que sentí antes de la carrera, en todo lo que sentí durante y sobre todo en lo que sentí cuando crucé la meta; recuerdos que quedaron grabados para siempre, y que fueron, y siguen siendo, el embrión de muchas emociones y de muchas historias.
Desde entonces he sido fiel a la cita madrileña, y lo seguiré siendo, es mi carrera, lo que vivo y siento en Mapoma, a pesar de su dureza, no me lo da ninguna carrera.
Es mi carrera por ese transportarme hacía la zona de salida con inquietante tranquilidad; por ese bullicio que se vive desde el primer momento; por esas miradas cómplices; por esos deseos de suerte; por ese reencuentro con los viejos amigos y con los nuevos; por esa salida con la alegría contenida; por esos primeros kilómetros de alegría desbordada; por esos kilómetros de angustiosa alegría; y por esa meta de alegría desbocada, de sensaciones intimas que nos dejan nuestros momentos de gloria.
Es mi carrera por esos familiares, por esos amigos, todos viajeros de una ciudad festiva, siempre incansables y siempre cómplices; por esa gente anónima que clava sus ojos en los tuyos como muestra de apoyo, por esa gente que se desgañita y rompe la calma con sus aplausos.
Es mi carrera por esos corredores solidarios que acompasan sus pasos y gritan su solidaridad; por todos esos corredores que agotados no pueden cumplir su sueño; por esos amigos con los que he cruzado la línea de meta y por todos esos con los que espero cruzarla.
Por todo esto y por mucho más Mapoma es y será mi carrera.
Desde entonces he sido fiel a la cita madrileña, y lo seguiré siendo, es mi carrera, lo que vivo y siento en Mapoma, a pesar de su dureza, no me lo da ninguna carrera.
Es mi carrera por ese transportarme hacía la zona de salida con inquietante tranquilidad; por ese bullicio que se vive desde el primer momento; por esas miradas cómplices; por esos deseos de suerte; por ese reencuentro con los viejos amigos y con los nuevos; por esa salida con la alegría contenida; por esos primeros kilómetros de alegría desbordada; por esos kilómetros de angustiosa alegría; y por esa meta de alegría desbocada, de sensaciones intimas que nos dejan nuestros momentos de gloria.
Es mi carrera por esos familiares, por esos amigos, todos viajeros de una ciudad festiva, siempre incansables y siempre cómplices; por esa gente anónima que clava sus ojos en los tuyos como muestra de apoyo, por esa gente que se desgañita y rompe la calma con sus aplausos.
Es mi carrera por esos corredores solidarios que acompasan sus pasos y gritan su solidaridad; por todos esos corredores que agotados no pueden cumplir su sueño; por esos amigos con los que he cruzado la línea de meta y por todos esos con los que espero cruzarla.
Por todo esto y por mucho más Mapoma es y será mi carrera.
13 comentarios:
Y la mía.
O yo seré suyo.
Mapoma 3- Risco 3
Claro que sí. Muy buena la reflexión.
Saludos
JUAN
De verdad que no pretendo ir de experto o de experiencia Satur, pero imagínate si esas son tus sensaciones como serán las mias con 22 MAPOMAS en las piernas.
Mi primera carrera fue una MAPOMA jugaba todavía al fútbol me la preparé en 15 días (tenia solo 26 abriles), la acabé y me enganchó, como una droga, y hasta hoy.
La primera entrada que puse en mi blog fue la historia de esa carrera por si algún día te apetece perder el tiempo leyéndola.
Me alegra leer que estas enganchado en la misma "droga" que yo (como tantos otros).
Un abrazo grande Satur
Y que cada año vea ese arco de meta cómo lo cruzas de nuevo.
Un abrazo
Lo has descrito perfectamente, es una carrera que engancha y espero compartirla contigo y otros compañeros a lo largo de los años.
Un fuerte abrazo
Preciosa descripción... Por ahora a mi me gana 1-0... a ver si el año que viene empato ;)
Un fuerte abrazo, Satur
Y todo eso me lo has enseñado tú... ¿Cómo no querer esa carrera? ¿Cómo? El año que viene intentaré cruzar ese arco de meta contigo... Puede ser un buen premio para el 10º aniversario, jsjsjs.
Un besín!
Precioso Satur.
Debo de reconocer que MAPOMA es único. Y como bien dices es que se junta todo... la dureza que la hace más épica, los ánimos de la gente que "achucha" muchísimo, el paso por la casa de campo que es como un retiro espiritual dentro de la batalla (o una bajada al purgatorio), el poder encontrarte con todos los amigos, el estar acompañado de familiares...
No se. Madrid es único.
Nosotros aunque en maratones tenemos poca experiencia (esta era nuestra segunda) si que llevamos muchísimos años corriendo populares, y creo que nada me ha marcado como MAPOMA.
Os había leido a muchos ese sentimiento de admiración por esta carrera. Ahora lo entiendo.
un saludo!
Por todo lo que contais yo también espero probarla y que me enganche. Saludos
Como dice Carlitros,que pasen los años y siguas cruzando esa meta y que al menos yo lo vea algun dia,espero correr alguna vez esta carrera y sentir como me engancha tambien.
Un abrazo y enhorabuena Satur.
Madrid es una fiesta, sí señor. A ello contribuye la orografía, que desanima de ir a por marca, y su multitudinariedad, fruto del tirón popular y festivo que siempre le han dado. Espero que siga así muchos años.
Saludos. ;-)
Me alegro que sea tu carrera, esto facilitará la tarea de vernos de nuevo.
Un abrazo.
os leo y me dan ganas de ir a la web de Helsinki Marathon y apuntarme, así sin pensarlo
qué bonito todo, leñe!
mi primera maratón a los 27?
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