De la duda a la certeza. Del frío al calor. Abandonado ya por ese molesto virus. Todo parece que vuelve a la normalidad, o al menos en apariencia eso parece.
Atrás queda una semana en la que he podido entrenar con cierta tranquilidad e intensidad, y con la mente pensando solo en el siguiente reto, en los Aquilianos; un reto nuevo para mí, si es cierto que he participado en pruebas de 100 kilómetros y en carreras de montaña, pero los Aquilianos creo que es diferente, de menor distancia, 61 o 66 km. según donde se mire, pero con una zona especialmente dura y complicada, aunque realmente creo que estoy preparado para ella, o al menos esas son las sensaciones que me dejan estos siete días.
Ahora ocupémonos del resumen semanal, el lunes empezamos los entrenamientos con ganas, con las ganas de no defraudar a quién será mi acompañante y con las ganas del reto nuevo, así que empiezo corriendo durante una hora por el paraje de los pinos, quién a la postre sería testigo de los entrenamientos de toda la semana.
El martes cambio de zapatillas y cambio de velocidad, pasamos de correr y nos ponemos a caminar durante dos horas y veinte minutos; el entorno y la compañía, mi ángel de la guarda, no son para despreciar, una verdadera gozada.
El miércoles, en compañía de Amador, volvemos a cambiar el ritmo y durante 1h07´ trotamos; tiempo en que él me relata la experiencia en esta prueba, ya que la andó-corrió en una ocasión, consejos que sin duda serán de mucha ayuda; consejos que unidos a los de Mauri y a los de mi hermano hacen que afronte la prueba con otros miedos.
El jueves descansamos, dando un pequeño y merecido descanso al cuerpo.
El viernes nueva caminata, y en compañía de Ángeles damos cuenta durante 2h25´ de todas las cuestas que se ponen por delante.
Ya metidos en el fin de semana, donde los días parecen más largos o se tiene más tiempo, quién sabe, recordando a mi compañero de fatigas que pretendía ir a la sierra madrileña a subir y bajar cuestecillas; ya metidos en el sábado, y de nuevo al lado de Ángeles, nos vamos a caminar, esta vez por espacio de 2h10´.
El domingo, solo con el buen tiempo, solo con el buen paisaje, solo con mis pensamientos, corro durante 1h33´.
Atrás queda una semana en la que he podido entrenar con cierta tranquilidad e intensidad, y con la mente pensando solo en el siguiente reto, en los Aquilianos; un reto nuevo para mí, si es cierto que he participado en pruebas de 100 kilómetros y en carreras de montaña, pero los Aquilianos creo que es diferente, de menor distancia, 61 o 66 km. según donde se mire, pero con una zona especialmente dura y complicada, aunque realmente creo que estoy preparado para ella, o al menos esas son las sensaciones que me dejan estos siete días.
Ahora ocupémonos del resumen semanal, el lunes empezamos los entrenamientos con ganas, con las ganas de no defraudar a quién será mi acompañante y con las ganas del reto nuevo, así que empiezo corriendo durante una hora por el paraje de los pinos, quién a la postre sería testigo de los entrenamientos de toda la semana.
El martes cambio de zapatillas y cambio de velocidad, pasamos de correr y nos ponemos a caminar durante dos horas y veinte minutos; el entorno y la compañía, mi ángel de la guarda, no son para despreciar, una verdadera gozada.
El miércoles, en compañía de Amador, volvemos a cambiar el ritmo y durante 1h07´ trotamos; tiempo en que él me relata la experiencia en esta prueba, ya que la andó-corrió en una ocasión, consejos que sin duda serán de mucha ayuda; consejos que unidos a los de Mauri y a los de mi hermano hacen que afronte la prueba con otros miedos.
El jueves descansamos, dando un pequeño y merecido descanso al cuerpo.
El viernes nueva caminata, y en compañía de Ángeles damos cuenta durante 2h25´ de todas las cuestas que se ponen por delante.
Ya metidos en el fin de semana, donde los días parecen más largos o se tiene más tiempo, quién sabe, recordando a mi compañero de fatigas que pretendía ir a la sierra madrileña a subir y bajar cuestecillas; ya metidos en el sábado, y de nuevo al lado de Ángeles, nos vamos a caminar, esta vez por espacio de 2h10´.
El domingo, solo con el buen tiempo, solo con el buen paisaje, solo con mis pensamientos, corro durante 1h33´.
Y esto ha sido lo que ha dado de sí la semana; semana en la que como tenía previsto he intercalado el correr y el caminar; semana que me deja buenas sensaciones y en la que he disfrutado de la explosión primaveral y de su intenso colorido.
14 comentarios:
Preciosas las fotos con los campos llenos de flores, y encima disfrutando en el entrene.
A por los Aquilianos!
Saludos
Es un reto apasionante, sin duda... y para semejantes desniveles hay que estar preparado y sobre todo, mentalizado... Así que tus buenas sensaciones son un garantía a priori de que todo irá perfectamente... Ánimo...!!
Correr acompañado del paisaje es un privilegio... la soledad del corredor es algo uy muy especial
Menuda semanita te has metido, ¿no? Jeje. Dos semanas más y listo para la aventura de los Aquilianos!
Un besín!
Hola Saturnino, por lo que estás entrenando tiene que tener buena pinta tu próxima aventura, suerte, fuerza y a por ella.
Un abrazo.
Buena semana, combinando andar y correr para los Aquilinos, que deben ser tremendos... aunque con la preparación que llevas, seguro que serán pan comido :)
Un fuerte abrazo
Desde luego, mejor preparación no puedes tener para enfrentarte al próximo reto. Seguro que te va fenomenal. ¡¡A seguir así!!
Un abrazo.
No sé si es bueno correr una carrera que tiene nombre como de lesión.
De todas formas a por ella,
Menuda caminata!!
Mucho ánimo con esos Aquilianos, (tiene razón Risco que suena a lesión, jejeje...). Con los entrenos que detallas y tu experiencia en ultras, estoy seguro de que disfrutarás muchísimo de esa carrera.
Abrazos. ;-)
Me encanta correr por el monte, aunque no lo hago a menudo por la hora en la que entreno.
Buenas sensaciones, estás bien, ánimo y a por esas cuestas.
Mucha suerte en ese bonito reto.
Yo espero trotar por los pinos este domingo.
Besos.
Me estás metiendo miedo con esos entrenos, ¡vaya semanita!. Yo, que iba a Ponferrada de visita gastronómica. En fín, a pensar en la distribución de las mochilas que los aquilianos están a la vuelta de la esquina.
Abrazos campeón.
Satur: Disfrutaras y sufriras, pero te aseguro que merece la pena. Cuando hagas la dura subida de Peñalba a la Silla de la Yegua, que el tiempo os acompañe para que la marcha se haga mas llevadera. Desde la Guiana, cuidadito con las bajadas, largas y pronunciadas, machacan mucho las piernas. Cuando hayas dejado atrás Ferradillo y Rimor, queda poco. Gozar hasta llegar a Ponferrada. Mucha suerte y muchos ánimos. Un abrazo. A de la Mata.
Hola Satur, perdón por entrar tan tarde a tu blog pero el curro no me deja mucho tiempo libre, me alegro que ya puedas entrenar como quieres y seguro que esa movida de los Aquilianos te saldrá de vicio.
Un saludo
Quique
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