miércoles, 27 de febrero de 2013

A MAPOMA: SACRIFICIO



Tercera semana: Del 18 al 24 de febrero. 
Recuperado el tono físico habitual, ese que hace que las tiradas largas sean placenteras, si es que eso puede ser, todo parece más fácil y hace que pueda dedicar mis pensamientos a otras cuestiones, como puede ser el planteamiento de carrera.
Antes de empezar la preparación lo tenía claro, pero un día todo cambio y la rutina se vino abajo. Aún es pronto para todas estas reflexiones, pero este año es la mayor incertidumbre que tengo. Y en este estado que oscila entre la locura y la sensatez afronto la tercera semana de mi plan Mapoma. No esperaba mucho de ella, ya que el domingo estaría en la Media La Latina y, aunque la intención era correrla como un entrenamiento de tirada larga, no quería llegar cansado.
Esta semana también contempla cuatro salidas con un total de 54,270 km.
El lunes, día 18, rodaje suave de 11,410 km.; haciendo kilómetros pensando en La Latina.
El miércoles, salida de cuestas, 11,380 km. de barro y más barro. Ya le dije a Joaquín “por ahí barro”, pues por ahí me llevó. Buen entrenamiento, trabajando en las subidas y sufriendo en el llano para seguir su ritmo.
El viernes, día 22, otro rodaje suave, esta vez de 10,310 km.; aquí si que ya no era cuestión de quemar naves.
Y el domingo, día 24, tirada larga de 21,097 km. (Media de La Latina). Buen entrenamiento a ritmo tranquilo de maratón. Las sensaciones y conclusiones que me dejan son buenas. Esto va por buen camino.
Aunque siguiendo el consejo del amigo Arthur, voy a seguir buscando el viento favorable que me lleve a buen puerto, para que sea la sensatez la que predomine. Aunque en esto del maratón también tiene que haber algo de locura, si no es todo él una locura.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Eso es lo que yo estoy buscando ,el equilibrio entre la cordura y la locura.

jose Nogales dijo...

Con la experiencia que tienes en estas batallas de 42.195 mts las dudas ya no existen. Relájate que te saldrá bien.

Halfon dijo...

Eres el triunfo de la cordura y un gran ejemplo