XI Legua Nocturna Popular

Vamos viendo pasar el verano. Entre pueblos. Entre carreras. Entre amigos. Entre días. Entre noches. Todo en Santa María del Páramo, donde volvemos a vivir su legua nocturna, su noche, su luna enamorada.

El sábado, la tarde del Páramo nos empujaba a su noche. A un calentar deprisa porque tendríamos que correr deprisa.

Primeros fueron los niños, después los andarines, y ya los corredores preparados. Tres minutos anuncian. Tres minutos que sin darnos cuentan pasan al tres, dos, uno, ya. Y a la locura, a las prisas por situarte en una carrera rápida. Entre voces de ánimos. Voces amigas. El ritmo que te exige la carrera pronto apaga las conversaciones. Intento buscar una zancada que me lleve en estos primeros metros; que me ayude a coger un ritmo cómodo y al mismo tiempo rápido. Hoy hay que dar dos vueltas, lo que nos lleva pronto a recibir el apoyo de todos los amigos que no corren. Unos gritos que te empujan, que te llenan en volandas. Voy cómodo, y me creo que también voy rápido. Bien la respiración, bien las piernas. Miro en la distancia la referencia de las torres iluminadas de un estadio que pronto me recibirá en sus brazos. Me adelantan y adelanto. Corremos y sin darnos cuenta volvemos a los aplausos, a las palabras de ánimo, a ese cruzar de miradas, a esa foto que no llega a tiempo, a correr una pista con un amigo y a cruzar una meta. La meta de la XI Legua Nocturna Popular.

Va pasando el verano, van pasando las noches. Vamos atrapando estrellas que entre amigos vamos mentiendo en cofres.

Os dejo con las fotos de Ángeles.

Además podéis disfrutar de más fotos y las clasificaciones en la página de mediamaratonleon.