Salgo de casa, subo dos pisos sin pillar el ascensor, toco el timbre y me abre la puerta Clara, la hija de Anselmo (ya sabéis mi vecino), “Hola”, “Hola, pasa, mi padre esta en el salón”, “¿Que haces Anselmo?”, “Ya ves, ojeando la prensa, que para lo que hay que leer”.
Hoy me han pedido que me quede con él un poco, ya que Marta (su mujer) y su hija Clara tienen que hacer unos recados, me imagino que se vayan a las rebajas, solo me lo imagino.
Aunque hace frío Anselmo quiere salir a la calle, Marta acerca la silla de ruedas, pero Anselmo aprovechando mi presencia la rechaza “No, con una muleta y agarrado de Saturnino voy bien”, “Vale, pero tened cuidado”, y sin llevarle la contraria nos ponemos manos a la obra.
Ahora si cogemos el ascensor, no sin dificultad llegamos a la calle, caminamos lento, Anselmo arrastra un poco la pierna derecha (bueno un poco mucho), pero es todo voluntad, no tenemos prisa, no para de hablar.
Llevamos un rato caminando y el cansancio se refleja en su rostro, así que al pesar del frío nos sentamos en un banco; saca un papel doblado, me lo da, es un recorte de un ejemplar de “Gente”, periódico semanal gratuito que de vez en cuando buzonean por nuestra ciudad; en el suelen aparecer mayoritariamente noticias locales, a parte de un montón de anuncios publicitarios, en el leo “Nueva señal para el Mercado del Conde”, que decía lo que sigue: “Los concejales de Urbanismo (nombre), Hacienda (nombre), y Comercio y Consumo (nombre), inauguraron la mañana del sábado 20 de diciembre la nueva señalización del Mercado del Conde, ubicada en la plaza de Botines de la capital. En la señal, también se indican otros destinos como la Iglesia de Palat del Rey y el Palacio de los Conde de Luna”.
Hoy me han pedido que me quede con él un poco, ya que Marta (su mujer) y su hija Clara tienen que hacer unos recados, me imagino que se vayan a las rebajas, solo me lo imagino.
Aunque hace frío Anselmo quiere salir a la calle, Marta acerca la silla de ruedas, pero Anselmo aprovechando mi presencia la rechaza “No, con una muleta y agarrado de Saturnino voy bien”, “Vale, pero tened cuidado”, y sin llevarle la contraria nos ponemos manos a la obra.
Ahora si cogemos el ascensor, no sin dificultad llegamos a la calle, caminamos lento, Anselmo arrastra un poco la pierna derecha (bueno un poco mucho), pero es todo voluntad, no tenemos prisa, no para de hablar.
Llevamos un rato caminando y el cansancio se refleja en su rostro, así que al pesar del frío nos sentamos en un banco; saca un papel doblado, me lo da, es un recorte de un ejemplar de “Gente”, periódico semanal gratuito que de vez en cuando buzonean por nuestra ciudad; en el suelen aparecer mayoritariamente noticias locales, a parte de un montón de anuncios publicitarios, en el leo “Nueva señal para el Mercado del Conde”, que decía lo que sigue: “Los concejales de Urbanismo (nombre), Hacienda (nombre), y Comercio y Consumo (nombre), inauguraron la mañana del sábado 20 de diciembre la nueva señalización del Mercado del Conde, ubicada en la plaza de Botines de la capital. En la señal, también se indican otros destinos como la Iglesia de Palat del Rey y el Palacio de los Conde de Luna”.
Esta que veis en la foto fue la señal inaugurada.
“Ja,ja,ja”, “¿Qué piensas?”, “Que tienen poco que hacer” respondo, “Si, reventados tuvieron que quedar, tres para inaugurar una señal”, “Esto funciona así”.
Sin darnos cuenta se nos ha ido el tiempo, regresamos a casa, aunque fatigado le veo feliz, camina con dificultad, pero esta decidido a aprovechar esta segunda oportunidad.
“Hasta mañana”, “Hasta mañana, ya seguiremos arreglando el mundo”.
Nota: Anselmo es el seudónimo de miles de personas anónimas.
5 comentarios:
Y efectivamente, la gente así es la que va arreglando el mundo...
Y no sólo hacen falta Anselmos, también hacen falta muchos Saturninos.
Saludos
Deberías haber puesto el nombre de los susodichos. Semejantes héroes nacionales no pueden quedar en el anonimato:P
Un beso!
En todas las poblaciones, siempre hay una Calle Ancha...
Observaciones a parte, sin personas como Anselmo, no habrían personas como tú, que les hiciera algunos momentos de su existencia, distintos. Muy noble gesto.
Un saludo.
Je,je, nos sabía que iba a ser protagonista en tu blog.
Un saludo.
Rafa: Creo que en vez de muchos “Anselmos”, lo que hace falta es menos salvadores del mundo.
Sonia: Es mejor que sigan en el anonimato.
Daniela: Esos pequeños gestos son los que hacen a la “buena gente”.
Anselmo: Tú no has podido llegar a esa conclusión, ¿quién te ha ayudado?, nos vemos.
Y como siempre besos para ellas y un abrazo para ellos.
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