Del 26 de
marzo al 01 de febrero
La travesía
por el desierto está tocando a su fin. Un desierto donde he ido cubriendo el
expediente, haciendo kilómetros que me eviten en Barcelona sufrimientos
innecesarios. A partir de aquí empieza el viaje a Madrid: el gran objetivo.
Esta semana
han ido cambiando las sensaciones y el placer de correr ha vuelto a mi cuerpo.
Quizás debido a las ganas de compartir los entrenamientos y las ilusiones de
Mapoma.
Y con esas
sensaciones, esas ilusiones, esta semana he completado 57´540 kilómetros.
El martes, día para correr tranquilo y sin
pensar en nada más. 12´010 kilómetros de tranquilidad y mente en blanco.
El miércoles, día 28, toca volver a exigir
al cuerpo un poquito más. Al final 15,130 kilómetros de un recorrido que no da
descanso a las piernas. Subir y bajar.
El viernes, día 29, toca volver a cambiar el día de la tirada larga,
algo que últimamente, por una u otra causa, se está convirtiendo en habitual.
La climatología hizo que la recortase un poquillo, para completar un total de
de 17´390 kilómetros.
Y el domingo, León da la bienvenida a
febrero cubierto de un bonito manto blanco. La nieve caída durante la noche provocó que la
carrera que tenía previsto correr, la IV Carrera Solidaria de Entreculturas se suspendiese.
Aun
así salí a correr, ese pequeño imprevisto no podía evitar que completase el
entrenamiento semanal, y sobre la nieve acabé con un rodaje de 13´010 kilómetros.
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