Un nuevo ciclo para ir
tras nuevos objetivos. Nada tiene que ser diferente a otros comienzos. Así que
lo afronto sin temores, con la mente abierta por si en cualquier momento hay
que cambiar el enfoque, y dispuesto a escuchar mi cuerpo, a aprender de él. A
darle respiro si lo necesita y a exprimirle si lo pide.
La semana pasada volví a
la rutina de los entrenamientos. A compartir kilómetros y momentos con mis
amigos. Me costó un poquito, no lo voy a negar. El tiempo de descanso y de
vaguear ha sido excesivo, pero estaba cómodo en ese estado de abandono
deportivo. Ahora, poco a poco iré sentando las bases, para disfrutar de los
retos que tengo por delante.
Y teniendo claros esos retos,
hay que repartir la energía para llegar a ellos en las mejores condiciones. Vamos
al lío.
Empiezo el viaje que me
llevará a Madrid; un viaje con escala en París.
1 comentario:
Los inicios son apasionantes, estamos descansados y el camino no lo es menos, asi que a por lo que toque¡¡¡.
Un abrazo Saturnino, nos vemos en esos caminos¡¡¡.
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