Tras el arco de salida, espero junto a mi hijo, Diego, con el que
compartiré mis zancadas, el momento de correr. Atrás quedan todos los buenos y agradables
momentos compartidos con mis amigos de Nunca correrás solo. Distraído, me
sorprende el ¡ya!, ¿en qué estaría pensando o dónde estaría?. El principio,
como siempre, rápido y hoy más que pica para abajo. Poco a poco, con las prisas
de siempre, ninguna, vamos cogiendo un ritmo de crucero, entre tranquilo y
medio exigente, que cuando abandonamos la villa se convierte en constante. Del
asfalto a la tierra, donde el camino nos casi obliga a alinearnos en dos filas;
el camino que nos lleva a unirnos con el río Tuerto, y que será nuestro
compañero durante muchos kilómetros, aunque abandonamos un poco tras cruzar
sobre él por ese viejo puente de hierro, testigo mudo del correr del agua. Sigue
nuestro camino o nosotros el del. Sigue la fila de a dos, mientras dejamos el
río Tuerto, para visitar a quién pronto verterá sus aguas, el río Órbigo, más
grande más caudaloso y más famoso. Entre dos ríos, entre dos aguas. Entre los
árboles, entre los chopos. Agua y tierra, hierba y piedras que te hacen fijar
la atención para no tropezar. Sol y sombra a partes iguales. Sigo, junto a los
pasos de mi hijo, cómodo, disfrutando, con un buen ritmo crucero. Abandonamos
el río grande y más famoso para volver junto al otro río, el que ya nos va a
marcar el camino casi hasta el final. Ahora corremos por su lado izquierdo,
hasta que en ese otro puente, más moderno y nuevo, que une un carril bici con
otro, cruzamos para correr por su lado derecho, entre él y ese muro, no el de
Berlín, ni el del maratón, sino ese largo muro, que se hace interminable, y que
casi te mete en las calles de La Bañeza. El gentío de la plaza mayor, con sus aplausos
y ánimos, con esa charanga que nos aviva las zancadas.
Un último esfuerzo con
la meta ante nosotros, a la vista, para cruzar la línea juntos, y pensar en que
mi meta soñada está más cerca.
foto cortesía Mónica |
Vuelta a la calma y a la familia del Nunca. A compartir.
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