Todos los que hemos elegido el atletismo popular como una forma de vida tenemos en nuestro interior alma de entrenador; siempre estamos dispuestos a dejar nuestro consejo, nos lo pidan o no nos lo pidan, lo necesiten o no lo necesiten, simplemente vale con que alguien nos escuche, no importa tan siquiera si conocemos a la otra persona, si corre nos vale.
Por supuesto no disponemos de título que refrende nuestros conocimientos (quizás algunos pocos o “alguno” me atrevería a decir lo tenga), eso nos da igual; nuestra poca o mucha experiencia en carreras populares, nuestra mucha lectura en revistas medio especializadas, nuestra atenta escucha a veteranos corredores, y nuestro manifiesto desinterés, todo esto y quizá algo más es lo que nos avala, ese es nuestro título.
Al principio de nuestra vida como atletas populares todo son mejoras, partimos de cero y eso es fácil, pero pronto empezamos a notar que nos hemos atascado, que no mejoramos y por supuesto queremos mejorar; necesitamos urgentemente aplicar un plan que nos haga ir más rápido, que mejore un poquito nuestros tiempos, un plan milagroso que haga morder el polvo a nuestro vecino, nuestro amigo o a nuestro compañero de correría; y ahí es donde empezamos a preocuparnos de las series largas o cortas, de los rodajes en progresión, de las pesas, de todo, ya todo nos vale, necesitamos con urgencia un plan.
Después ya aplicaremos eso a nuestros entrenamientos, todo dependerá de nuestro tiempo, de nuestras condiciones físicas, o de nuestra capacidad de sufrimiento, pero eso ya es harina de otro costal.
Por supuesto no disponemos de título que refrende nuestros conocimientos (quizás algunos pocos o “alguno” me atrevería a decir lo tenga), eso nos da igual; nuestra poca o mucha experiencia en carreras populares, nuestra mucha lectura en revistas medio especializadas, nuestra atenta escucha a veteranos corredores, y nuestro manifiesto desinterés, todo esto y quizá algo más es lo que nos avala, ese es nuestro título.
Al principio de nuestra vida como atletas populares todo son mejoras, partimos de cero y eso es fácil, pero pronto empezamos a notar que nos hemos atascado, que no mejoramos y por supuesto queremos mejorar; necesitamos urgentemente aplicar un plan que nos haga ir más rápido, que mejore un poquito nuestros tiempos, un plan milagroso que haga morder el polvo a nuestro vecino, nuestro amigo o a nuestro compañero de correría; y ahí es donde empezamos a preocuparnos de las series largas o cortas, de los rodajes en progresión, de las pesas, de todo, ya todo nos vale, necesitamos con urgencia un plan.
Después ya aplicaremos eso a nuestros entrenamientos, todo dependerá de nuestro tiempo, de nuestras condiciones físicas, o de nuestra capacidad de sufrimiento, pero eso ya es harina de otro costal.
12 comentarios:
Menuda coincidencia, entrenador!!! has leído mi post de hace un rato?
Acabo de leerlo, y no me lo puedo creer; la verdad que los corredores populares formamos parte de un mundo díficil de sorprender. La telepatía existe.
Un saludo y toda la suerte del mundo para el domingo.
Que razon tienes Saturnino !!
Excelente entrada,describiendo de una forma totalmente acertada,nuestras experiencias como corredores populares.
En 4 o 5 meses,que lleva de vida mi blog,estoy aprendiendo muchisimas cosas, que solo con revistas especializadas jamas podria aprender,me refiero a todas vuestras vivencias en este mundo del running y que junto la veterania en carreras me aportan muchisimas cosas.
Muchas gracias a todos.
Un saludo.
Tienes toda la razon Saturnino ,todos somos un poco entrenadores y con el tiempo creeemos que sabemos más ,claro la experiencia es un grado no? , un abrazo
Pues sí, llega un momento en que uno busca "recetas", trucos y atajos para seguir mejorando. Y en esto, como en fútbol, todos tenemos un entrenador dentro.
Me voy corriendo al blog de Rafa...
Somos unos sabios del deporte!!jajaja , nos gusta tanto que a veces nos "salimos de nuestras funciones"...
saludos
totalmente de acuerdo nos gusta tanto este deporte que a veces nos creemos capacitados de darle una clase a cualquiera,pero bueno aunque solo sea por experiencia personal seguro que a alguien ayuda.un saludo
A mi lo del "alma de entrenador" me viene que ni al pelo, con la manía que tengo de "engañar" a l@s que me rodean para que corran, no tengo más remedio que ejercer de "entrenador".
La verdad el día que aplique mis "consejos y conocimientos" a mi "carrera" será la bomba.
Cuando empecé con el "equipo d3", compré incluso algunos libros, con el "grupo salvaje del zoco", me gusta observar como van corriendo y corrijo posturas y demás, en fin un "entrenador personal", claro que sin título ja ja ja ja.
Como exista "sociedad general de entrenadores" lo mismo me denuncian por intrusismo ji ji ji.
¿Qué tal las equipaciones?
Un saludo.
Creo que como somos buenas personas,nos hace sentirnos bien ayudar a otros atletas a mejorar,pero bueno la único que hay que tener en cuenta que no debemos entrenarnos a nosotros mismo,a todos menos a nosotros,un saludo.
More: Gracias, es bueno adaptar las experiencias de otro a nuestros entrenamientos y condiciones físicas.
Álvaro: No es que sepamos más, quizás aprendamos de nuestros errores.
Carlos: Cierto es, después de las primeras carreras y de quitar el miedo a correr es cuando empiezas a buscar otras experiencias que te ayuden a mejorar aunque solo sea un poquito.
Ya habrás vuelto del blog de Rafa, vaya coincidencia.
Paco: Sabios y gente sana que quiere mejorar…aunque solo sea para correr más que el amigo de fatigas, y sacarle del paso, jeje.
Zorro: Más que clase es una transferencia de experiencia, y que tenemos a alguien que nos escucha nuestras batallitas sin vernos como bichos raros.
Abe: Lo tuyo es dedicación exclusiva, y en vez de comprar libros los deberías escribir para que todos podamos disfrutar de tu sabiduría popular.
Las equitaciones un éxito y la gente ilusionada y con ganas de estrenarlas.
David: Tienes razón, sabemos lo que tenemos que hacer, pero a la hora de aplicarlo a nuestros entrenamientos nos vamos a lo cómodo, dejando de un lado lo que no nos gusta o nos cuesta excesivo trabajo.
Saludos y abrazos.
Compartir aquello que sabemos y nos apasiona con los demás, es un acto de generosidad.
El aprendizaje es un proceso que afortunadamente nunca acaba, por eso, cuando queremos hacer lo que nos gusta mejor todavía, recurrimos a las herramientas de que disponemos y seguimos escuchando lo que nos dicen y trasmitiendo lo que ya sabemos.
Un saludo.
Daniela: Se trata de dar y recibir sin pedir nada a cambio, como bien dices "genererosidad".
Un saludo.
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