jueves, 23 de abril de 2015

IV CARRERA SAHAGÚN MUDÉJAR: MI HISTORIA


Mi calendario ha querido que Sahagún de Campos sea la antesala de Madrid. Mejor escenario imposible. El dorsal ya colocado en el pecho; el último dorsal. Correteos entre saludos que hacen las labores de calentamiento y que anuncian la proximidad de la salida. Una salida neutralizada desde la plaza Mayor hasta el monumento “El Arco”, y desde allí, el “tres, dos, uno” y la tardía explosión de confeti marcan el inicio de carrera. A correr toca y deprisa, ya que el rápido comienzo te invita a ello. La ida y la vuelta alrededor del Cea aceleran la zancada antes de quedarse clavada en la subida a la Peregrina; paso corto, vista al suelo, vista al cielo, respiración agitada. Ya arriba, donde poco a poco el paso corto se va convirtiendo en zancada, donde la vista vuelve al frente y la respiración se sosiega. Donde las piernas se lanzan en la larga bajada que sin darnos cuenta nos deja a las puertas de la ermita de la Virgen del Puente. Media carrera. Medio esfuerzo. Atrás queda la ermita, atrás queda el puente, atrás queda la bajada; ahora vuelta hacia Sahagún, cuesta arriba, regulando el ritmo, acompasando respiración para no atrancar un cuerpo que va disfrutando. Paso a paso, con la vista en las primeras casas, en el final de la cuesta, en ese puente sobre la vía del tren que me deja en caída libre hacia la meta.
Deprisa, aspirando el aire al ritmo de mis zancadas, saboreando los últimos metros, traspasando el último arco, cruzando mi meta, pensando en la próxima: Mapoma.

1 comentario:

Rafael dijo...

Gran entrenamiento de cara a Mapoma, con buenas cuestas. Muchisima suerte para el domingo, en otro dia de disfrute y encima disfrute largo, mas no se puede pedir.Que lo pases muy bien y logres lo que busques.
Un abrazo¡¡¡.