“Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces está
peor que antes”, frase de Confucio.
Tercera semana: Del 23 al 29 de julio.
Afrontar los
entrenamientos de forma diferente a como últimamente los venía encarando me ha
liberado sicológicamente. Sin la presión de ese papel que me decía lo que tenía
que correr, y a cuanto tenía que hacerlo, he vuelto a disfrutar de los
entrenamientos.
Pero no ha sido ese
el único cambio, también he analizado mis limitaciones y posibilidades para
fijar una meta realista. Nada de ensoñaciones, solo ir sumando pequeños pasos
que me acerquen al objetivo final.
El lunes, día 23,
empiezo la semana con la idea de recuperar un poco el esfuerzo de la media
Nocturna de Ponferrada, así que, con ritmo cómodo, buscando sensaciones, troto
durante 58 minutos. Eso en un primer momento, ya que después volví a salir a
trotar otra vez, esta vez en compañía de mi hijo, y también con ritmo cómodo
corrimos durante 29 minutos. Una recuperación en dos sesiones.
El miércoles me
encuentro fuerte. Para hoy, también sesión doble. La primera en solitario, en
la que tenía programado rodar unos diez kilómetros, por lo siguiendo la nueva
filosofía me decido por afrontarlos a ritmo exigente, e intercambiando cambios
de ritmos. Al final 56 minutos de goce y disfrute.
Después, 28 minutos
con mi hijo, recuperando con tranquilidad.
El viernes, día 27,
tocan cuestas para potenciar un poco las cuestas y pensando en próximas citas.
Ritmos constante en las subidas y rápido en bajada y llanos. Otra hora de
plenitud.
El domingo, el día
de la tirada larga, no sé muy bien como afrontarlo, he tenido una larga e
hidratada noche (dos enemigos del running) y temo sufrir en exceso. Así que
salgo tranquilo y Dios dirá, yo a correr hora y media. Y paso a paso fui encontrando
ese punto para ir corriendo sin fatiga de menos a más.
Y con esa tirada
larga acabó una buena semana. La próxima habrá que tomarla con un poquito más
de tranquilidad. El camino es largo y hay que ir llenando el pozo físico y sicológico
poco a poco, que de golpe el líquido rebosa y no es bueno.
6 comentarios:
El camino debe ser ese, si reventamos el punto de saturación lo que debe ser una tarea dichosa se convierte en un auténtico infierno.
Saludos y relax...
La decisión que has tomado es muy acertada, paso a paso llegarás a Zaragoza en un buen momento.
Sabías palabras las de Confucio y las tuyas tambien, entrenar de esa manera es beneficioso para tu cuerpo y mente!!!!! animo y a seguir así.
Un saludo
Quique
Eso poco a poco, que si no al cuerpo no le da tiempo a asimilar el entrenamiento. Ánimo
Muy buena filosofía de trabajo, esta visión nueva te hará triunfar en Zaragoza.
Un saludo.
¡que se estresen otros, Satur
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