“Hay en el espíritu
humano muchas fuerzas que permanecen latentes hasta que la ocasión las
despierta y aviva”, de Jaime Balmes.
Cuarta semana: Del 30
de julio al 06 de agosto.
Estamos inmersos en plena vorágine deportiva, las Olimpiadas. Ahí solo importan los éxitos medidos en medallas; donde los políticos de
turno, da igual su color, buscarán su foto.
No medimos igual el esfuerzo del
deportista de horas de trabajo anónimas, olvidado del periodismo
fácil, que el del deportista que busca el flas mediático. Vemos deportes que no sabemos que existen,
que nos suenan a música celestial hasta que consiguen medalla. C…¿y esto?.
Qué
nos falla el fútbol, el balonmano. Qué de baloncesto mejor ni hablar, no pasa nada, siempre nos quedará la natación sincronizada y la
gimnasia. ¿Por qué?, de atletismo no vamos a hablar. Para lo que han hecho
nuestros atletas bien podrían haber ido muchos de mis amigos. Aunque claro, a
quién le importan sus tiempos, sus entrenamientos, sus retos, sus sacrificios, sus
historias, pues a mí.
Nunca rindo pleitesía a ese atleta que me gana y me dobla
en una carrera, y presume de élite, porque yo soy para él lo que él es
para un grande una p..m..
A pesar de todo ello iré a Zaragoza a luchar contra mí
mismo. Sé que voy a llegar a meta en un puesto olvidado del tío del micrófono, pero igual me
pego un sprint, ya veré si tengo ganas, aunque si sé que daré todo lo que llevo dentro. Al
final recibiré vuestro reconocimiento y vuestras felicitaciones, ese será mi
premio
Y una vez desahogado, os voy a contar lo que he entrenado
esta semana; una semana atípica, que por culpa del verano y de las carreras de
la Copa de Carreras Populares Diputación de León, ha tenido ocho días.
El lunes, día 30, empiezo la semana con
un rodaje corto, regenerador y muy cómodo, acompañado de buenos estiramientos.
El martes, rodaje de sesenta y un minutos
en el que pretendía, aunque aún es pronto, ir pillando el ritmo del día de
carrera. No lo conseguí, no encontré el ritmo, mal de piernas, de sensaciones,
mal de todo, pero ahí quedó el trabajo.
El jueves, día 02, busco el trabajo en las
cuestas de los pinos; sin pretensiones físicas, escuchando el cuerpo. Cincuenta
y nueve minutos de sube y baja, para volver a la senda de las buenas sensaciones.
El sábado, toca correr en La Robla.
Carrera de seis kilómetros, en la que como es natural en estas pruebas cortas
se sale rápido. Ya sabéis que no me encuentro a gusto en estas distancias, me
exige demasiado esfuerzo, y sufro para coger el ritmo. En esta ocasión no me
volví loco y corrí como tenía pensado, ritmo constante y ligero.
Y el lunes,
día 06, el octavo día de mi semana, hice la salida larga del domingo. Noventa y
nueve minutos, corridos de menos a más, dejando un buen poso.
Termina el primer mes de preparación, aún queda mucho,
pero los sentimientos que estoy encontrando en el camino no son malos. No sé lo
que depararan los dos meses que restan, pero si sigo disfrutando de los
entrenamientos como hasta ahora estaré cerca de mi objetivo.
4 comentarios:
Para mí y para la gran mayoría de los que estamos en la blogosfera (según leemos en sus blogs) lo más importante es disfrutar corriendo, superarte a ti mismo y rebajar unos pocos minutos tu propia marca, compartirlo con tu gente, recibir los flashes de la cámara de fotos de tu mujer, hijos, novia,...cuando esto cambie ya veremos........
Sigue luchando contra Saturnino!!!
Ellos se lo pierden. Nosotros corremos entre amigos, disfrutamos del día, nos contamos batallitas, nuestro único rival somos nosotros, después de la prueba nos reunimos y lo celebramos como lo que somos...
...unos auténticos CAMPEONES.
Saludos a todos los populares...
Somos privilegiados, disfrutamos con lo que hacemos y además nos alegramos con los logros de los demás.
Si tus sentimientos van siendo buenos Zaragoza te recompensará como te mereces.
Que sepas que coincido plenamente con tus planteamientos... Y me revientan aquellos que se creen mejores que tú simplemente por ser algo más rápidos... Que espíritu mas pobre...!!! Sigue así.....
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