Cuatro semanas desde el maratón de Zaragoza. Tiempo de recuperación física y mental. He salido a trotar algo, poco, y he corrido los 10 km. de León; escaso bagaje si pienso en el próximo objetivo. Tiempo de apatía.
Después de uno de mis particulares
retos me dejo atrapar por estos periodos de dejadez, me cuesta ponerme en
marcha, y necesito un estimulo exterior. Ya tengo ese aliciente necesario para
empezar el viaje a Lisboa.
El viaje empezó el pasado domingo, día
21, con una tirada larga, a la vez que sufrida, que continuó con tres salidas y
que refrendé hoy con otra tirada larga. Algo más de 18 kilómetros por el
recorrido de las citas importantes y exigentes.
Este camino no va a tener
entrenamientos duros, además de no me encontrarme con ganas, pienso que tengo
el año más que finiquitado. Este maratón es un regalo, un tributo de amistad. A
Lisboa no me lleva otra cosa que no sea pasar un buen fin de semana, disfrutando
de la ciudad, de la compañía, y de su maratón.
Mi objetivo, mi ilusión a día de hoy,
es ayudar a mi amigo Abe a bajar de 4h15m, y si mi amigo no estuviese para
afrontar el reto me limitaría simplemente a bajar de mis cuatro horas.
2 comentarios:
Pues nada, a disfrutar del simple correr sin pretensiones!
Un beso!
Satur: Es buen objetivo, ayudar a Abe. Igual me animo y nos vemos en la capital Lusa. Un abrazo. A de la Mata.
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