2ª Semana: Del 29 de julio al 04 de agosto
“Un
árbol enorme crece de un tierno retoño. Un camino de mil pasos comienza en un
solo paso” de Lao Tse.
El
verano sigue con su vertiginoso transitar; me gusta el calor y me da pena que esto
vaya tan rápido. Intento refrenar el tiempo y controlar el ímpetu para no
dejarme llevar por el frenesí veraniego.
Aún
no es el momento de entrenamientos exigentes. Sentirme cómodo y relajado en las
salidas me ayuda a ir cogiendo la forma, y también a fortalecer la mente.
Siempre intento en las primeras semanas, además de medio seguir “el plan”,
correr tranquilo, sin agobiarme por los tiempos. En esta ocasión, y para esta
carrera, he pensado en aumentar un poco las tiradas, sobre todo las largas. Y
cuando digo poco es poco, no más de 10 o 15 minutos, lo que vendría a suponer
unos dos kilómetros. El motivo es porque he notado que en los últimos
maratones, después del kilómetro 35, voy algo justo, y quiero hacer una pequeña
prueba; pero sin volverme loco.
La
semana no se me ha dado mal; cuatro salidas en las que ha habido un
entrenamiento de recuperación, uno de cuestas con alguna que otra serie, uno
intenso (la carrera de La Robla), y la tirada larga.
Total
semana: 47,940 km.
Martes, día 30, salida de
recuperación; si es que había algo que recuperar. 10,960 km.
Jueves, entrenamiento de cuestas,
en las que intercambio tres series de 800 metros, las suficientes para no
agobiar mi mente, y de menos a más, que eso en mí es más complicado. 12,670 km.
Sábado, día 03, me voy a La Robla
a correr otra carrera de la Copa Diputación de Carreras Populares; tan
solo seis kilómetros, que sumado a los dos de calentamiento hacen ocho.
Intensidad.
Domingo, tirada larga por mí querido
pueblo. 16,310 km para 1h32m47s, en la que noté el pequeño desgaste del día
anterior.
Y ya para despedirme me
subo a otro de los tranvías, tuneados por Julio, que también me lleva a Lisboa.
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