La Robla nos recibe en fiestas, con unas calles en las que
se mezcla el colorido de sus peñas y el de los corredores.
Mi fiesta da comienzo con las carreras de los más
pequeños, para ir poco a poco metiéndome en ambiente. Con tiempo suficiente para
un café, unos saludos. Para una agradable charla, unas risas. Y para unas fotos y un tímido
calentamiento. El tiempo ha pasado.
La hora de mi momento llega. Me coloco en la
línea de salida junto a mis compañeros del Nunca correrás solo. Escucho la cuenta
atrás mientras repienso la estrategia de carrera. Esta es sencilla: llevar un
ritmo sin sufrimiento. Y ¡¡¡ya!!!.
Todo empieza a moverse. Demasiado rápido, nada
que no supiese, o que no intuyese, pero cuando me doy cuenta de que yo también
he empezado rápido es tarde; o al menos eso creo. El error ya me ha envuelto en un ritmo de
carrera exigente para mí. Intento tranquilizar el ímpetu de ese primer
kilómetro, pero la carrera ya me ha devorado. La estrategia pensada ha quedado
en eso, en pensamiento. “Parezco nuevo”, me digo esbozando una pequeña sonrisa.
Caras conocidas en las aceras que animan mis pasos, corredores de ida y vuelta.
Una vuelta y otra vuelta. Dos vueltas. Bocanadas de aire espeso llenan mis pulmones. Respiración
agitada en busca de un ritmo alegre que no llega. Y unas piernas que no encuentran sensaciones, y que hoy ya no las van a encontrar. Otra vuelta. Tres vueltas. Pasos perdidos con pensamientos negativos. Lucha y sufrimiento en esos metros que me acercan a la meta. Ver y buscar a mis amigos. Sonreír por saber que esto iba a pasar. Cruzar esa meta por última vez. Volver a calma, a los amigos, a la charla, a
esa barra de bar que nos despide.
Hasta el año que viene.
2 comentarios:
Que complicado es a veces encontrar la carrera esperada o por ir muy rapido o por ir muy despacio, el equilibrio a veces es esquivo.De todas formas le dimos bien, no estuvo nada mal.Fue un placer volver a verte, nos vemos en la del 16¡¡¡.
Rafa, es complicado pero algunas veces nosotros lo complicamos mas. Mi planteamiento era salir tranquilo pero la carrera me devoró demasiado pronto; me deje llevar y después ya fue difícil corregir el error.
Nos vemos el 16.
Un abrazo.
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