Del 26 de octubre al 01 de noviembre
¡Ay!, que poco queda. Ya hemos cumplido con lo peor de
un maratón: la preparación. Las semanas de trabajo duro han terminado, por
delante dos semanas de asimilación del esfuerzo. Ya no hay tiempo para más, lo
hecho hecho está.
El cuerpo y el espíritu deberían estar preparados.
Ahora lo mejor es no pensar, dejar que pasen los días, sin más, y cuando llegue
el día correr sin preocuparte de nada. No pensar, y por supuesto no dejarse llevar por pensamientos negativos.
Todo va a salir bien.
A mi amigo Ángel le gustaba visualizar la carrera, y
eso es lo que yo hago. La visualizo una y otra vez; la corro una, dos, y cien
veces, y en todas ellas me veo cruzando la meta.
La semana resultó complicada, y en cada uno de los
61.310 metros recorridos, e intentado recuperar mi cuerpo del esfuerzo de las
pasadas semanas.
El martes fue el día más tranquilo, el miércoles el de
más intensidad, el viernes el más trabajado, y el domingo, en soledad, el más complicado.
“No somos sólo cuerpo, o sólo espíritu, somos cuerpo y
espíritu a la vez” de George Sand. El cuerpo y el espíritu están preparados para que todo
salga bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario