Del
15 al 28 de agosto
Sigo haciendo el cesto, pero al
mismo tiempo sigo instalado en el desorden.
“Confianza” me digo. “Desde los
primeros pasos hay que confiar en nuestras capacidades” me
sigo diciendo. A pensamientos de
este tipo
me agarro cuando veo que no me salen los kilómetros
semanales.
El sin vivir de las carreras de
verano, unido al deseo de compartirlas con mis compañeros, me lleva a esa escasez.
Cierto es que no me preocupa en exceso, pero si que empieza a ser inquietante. Y
por si fuera poco, estas dos semanas han coincidido con dos carreras cortas, dos
leguas, que es donde realmente está el debe. Dos semanas idénticas en kilómetros:
45’500 km. cada una.
Confianza. Paciencia. Aún hay
tiempo para enmendar el camino.
“Aquello que no se puede evitar se hace más
llevadero con la paciencia” de Horacio.
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