sábado, 4 de abril de 2020

RATOS PERDIDOS


Estos debían de ser días para disfrutar. Para disfrutar, abrazar, jugar, reír y ver como ríe, porque solo con su sonrisa ya saca la mía. Ahora tenía que estar con la chiquilla que me ha robado el corazón: mi pequeña princesita.
Hoy, y ayer, y mañana, tenía que estar con ella; tenía que estar tirado en el suelo jugando con ella y viendo cómo juega; tenía que estar poniendo caras raras y viendo cómo las pone ella; tenía que estar hablando poniendo voz de imbécil y viendo cómo ella intenta con sus balbuceos, quizás decirme que también me quiere. 
Hoy tenía que estar con ella y no tenía que estar echándola de menos. Princesita, te quiero.

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