Mientras transitaba por “los pinos”, subiendo y bajando cuestas como un poseso, planificando Zaragoza, pensando en el objetivo a que podríamos optar, me viene a la memoria la crónica de mi amigo Abe sobre la maratón nocturna de Bilbao; la repaso mentalmente, y aún ahora, despojado del sudor, sigo pensando en como he podido haberle ayudado estando a cientos de kilómetros; en todos esos mecanismos que nuestro cuerpo o mejor dicho nuestra mente tiene para superar esos obstáculos o esos malos momentos por los que esta pasando; a lo que se agarra para culminar con éxito el reto y cumplir el objetivo; en esa fuerza misteriosa que nos lleva a sacar fuerzas de donde ya no las hay.
Sigo pensando en todo lo que a mí me ayuda en esos malos momentos; en ese aliento que sin duda me manda mi ángel de la guarda; ese dedo pulgar que busca rozar el mi aro; en esos salvavidas imaginarios a los que me aferro con fuerza y permiten que nuestra cabeza deje de pensar.
Y hoy quiero dejaros con una pregunta: ¿A qué fuerza misteriosa os agarráis vosotros?.
Sigo pensando en todo lo que a mí me ayuda en esos malos momentos; en ese aliento que sin duda me manda mi ángel de la guarda; ese dedo pulgar que busca rozar el mi aro; en esos salvavidas imaginarios a los que me aferro con fuerza y permiten que nuestra cabeza deje de pensar.
Y hoy quiero dejaros con una pregunta: ¿A qué fuerza misteriosa os agarráis vosotros?.
8 comentarios:
Difícil pregunta. En mi caso se me vienen un montón de caras a la mente, o de situaciones complicadas que he logrado superar, de palabras y consejos que he escuchado... Y cuando las cosas se ponen muy difíciles invoco a mi fuerza ancestral, a mi Llarín, eso que queda cuando lo demás se ha ido.
Un besín!
Coincido... es muy complejo. Pero casi siempre coincido en algo, en regresar a casa para contarle a la mujer de mi vida qué me ha ocurrido hoy...
Pero siempre hay más cosas. Y muchas de ellas hasta llegan a sorprender cuando aparecen en determinados momentos.
A muchas Satur , pero para mi la más fuerte el Team Ruiz, un abrazo
Ese flotador al que tenemos que recurrir en algún momento de la carrera y de la vida misma, es el soporte que ayuda "ayuda a llegar a la orilla". Cada uno lo adapta a sus necesidades, y escoge es que mas le conviene. El soporte gira mucho en función del tiempo que dure la prueba. Entre más larga, más recursos hay que generar. Contestando a tu pregunta. Cabezoneria, recuerdos y ver el final, me funcionan perfectamente. Animo siempre.
Yo no tengo ninguna concreta, depende del momento y la situación.
Interesante pregunta que remueve mi interior. Para mí, la respuesta es extremadamente simple: mis "tronquis".
el alcohol
A mí lo sabes me ayuda mucho el sentir que hay amigos que están apoyándome en la distancia, también me ayudan los que están cerca en ese momento. Pero sinceramente hay veces cuando la cosa está muy peliaguda la mente se queda casi en blanco y es la mecánica la que arrastra al cuerpo es curioso.
Un saludo.
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