Llegamos a la zona de la Mota casi con precisión suiza (o sea con mi precisión, las 09:45), con el tiempo necesario para realizar la inscripción, tomar un café, estirar, calentar y salir en pos de los buenos; pero mi precisión no era la que allí contaba, nada más llegar a la zona de salida vemos a los voluntarios preparando las cosas a todo meter, tres atletas preguntando por el punto de la inscripción, “allí, cuando aquel acabe de preparar (enchufar el ordenador) empieza”; nos vamos paseando por el parque de la Mota hacía donde da el sol, no hace frío, pero esta fresquillo, o será que aún tengo en la memoria el frío que pele el año pasado, cuando mi “moquillo” hacía la goma desde mi nariz a la punta de mis pies; hacemos la inscripción, recogemos nuestros dorsales y nos vamos a tomar un café, acompañado por unos churros, más que nada para coger fuerzas, ya que la mañana promete ser larga.
Después de aprovisionarnos volvemos a la zona de salida, los niños ya pululan por el lugar, inquietos y sin dudas los más nerviosos, con sueños de grandeza y de triunfos en sus cabezas, recibiendo consejos tanto de entrenadores, como de padres o tíos, desde luego ¿esto es necesario?, lo que quieren es correr, así que dejarles correr y disfrutar de su momento, de las sonrisas de su victoria y del llanto de su derrota.
Empiezan los pequeños, los benjamines, los alevines, los cadetes, los chupetines y por último los de la prueba reina (como anuncia la megafonía); y después de calentar, descalentar, enfriarnos, estirarnos y volver a calentar o sea se recalentar, llegó nuestra hora, “la de la prueba reina”, 12:37 marca mi reloj de precisión suiza, suena el disparo y salimos como podemos, ahí ya no vale nada, solo correr lo que se pueda (y como se pueda estos primeros metros parece una prueba de obstáculos); después de una centena de metros llanos, emprendemos otra centena de bajada, para empezar a dar cuatro vueltas a un circuito llano (tres vueltas para las chicas); pronto me aferro a mi ritmo, y en compañía de otros tres atletas formamos un grupeto para afrontar la carrera, mi intención es rodar de menos a más y controlar el ritmo de las vueltas, pero no me acuerdo de mirar el crono hasta el paso de la tercera vuelta, veintitrés minutos y algún segundo me indica éste; seguimos con el grupeto aunque ya me esta costando seguirlos; a lo lejos veo a Sonia afrontando la cuesta, su cuesta, la camiseta naranja la delata; hago un esfuerzo para seguir la estela del grupo y prácticamente llego con ellos hasta la subida (la bajadita del principio); pasado este tramo volvemos al llano del parque de la Mota, la meta ya a la vista, me da tiempo a reponerme del esfuerzo de la subida para poder cruzar la meta con dignidad´.
Me reúno con Ángeles y con Sonia, y juntos nos vamos a estirar, bueno eso solo lo hacemos Sonia y yo.
Me marcho de Benavente con otra carrera más, con otra experiencia en la corta distancia, en un principio tuve en mente acudir a la media de Langreo, de cara a Zaragoza me hubiese venido mejor, pero por acompañar a Sonia me decante por esta carrera.
Y ahora, a pensar en la media de La Bañeza.
Después de aprovisionarnos volvemos a la zona de salida, los niños ya pululan por el lugar, inquietos y sin dudas los más nerviosos, con sueños de grandeza y de triunfos en sus cabezas, recibiendo consejos tanto de entrenadores, como de padres o tíos, desde luego ¿esto es necesario?, lo que quieren es correr, así que dejarles correr y disfrutar de su momento, de las sonrisas de su victoria y del llanto de su derrota.
Empiezan los pequeños, los benjamines, los alevines, los cadetes, los chupetines y por último los de la prueba reina (como anuncia la megafonía); y después de calentar, descalentar, enfriarnos, estirarnos y volver a calentar o sea se recalentar, llegó nuestra hora, “la de la prueba reina”, 12:37 marca mi reloj de precisión suiza, suena el disparo y salimos como podemos, ahí ya no vale nada, solo correr lo que se pueda (y como se pueda estos primeros metros parece una prueba de obstáculos); después de una centena de metros llanos, emprendemos otra centena de bajada, para empezar a dar cuatro vueltas a un circuito llano (tres vueltas para las chicas); pronto me aferro a mi ritmo, y en compañía de otros tres atletas formamos un grupeto para afrontar la carrera, mi intención es rodar de menos a más y controlar el ritmo de las vueltas, pero no me acuerdo de mirar el crono hasta el paso de la tercera vuelta, veintitrés minutos y algún segundo me indica éste; seguimos con el grupeto aunque ya me esta costando seguirlos; a lo lejos veo a Sonia afrontando la cuesta, su cuesta, la camiseta naranja la delata; hago un esfuerzo para seguir la estela del grupo y prácticamente llego con ellos hasta la subida (la bajadita del principio); pasado este tramo volvemos al llano del parque de la Mota, la meta ya a la vista, me da tiempo a reponerme del esfuerzo de la subida para poder cruzar la meta con dignidad´.
Me reúno con Ángeles y con Sonia, y juntos nos vamos a estirar, bueno eso solo lo hacemos Sonia y yo.
Me marcho de Benavente con otra carrera más, con otra experiencia en la corta distancia, en un principio tuve en mente acudir a la media de Langreo, de cara a Zaragoza me hubiese venido mejor, pero por acompañar a Sonia me decante por esta carrera.
Y ahora, a pensar en la media de La Bañeza.
10 comentarios:
Que bien, una más para el bote y para acumular experiencia para las tierras mañas. ¡Eso de llevar un reloj suizo por entrañas tiene sus ventajas!
tu es que no paras nunca o que?, un abrazo crack
El circuito es bueno, me lo pareció la otra vez, pero la cuesta esa de las narices se las trae. Hubiera preferido subir por el otro lado, que es un poco más larga pero más llevadera. Desde luego cuando la cabeza no está en su sitio es imposible que las cosas salgan bien. Habrá que seguir trabajando.
Un besín!
Pero mira que te mueves.
No das tregua un fin de semana.
Un abrazo
¿que tal andas de sensaciones?¿que no hrán unos padres por una hija? Nos vemos en La Bañeza.L.A.
con precision suiza te digo suerte en esa proxima media
un abrazo
Buena carrera Saturnino, siempre controlando el ritmo y bueno, controlándolo todo jeje. Lo importante es sumar kilómetros y desde luego tu no te quedas atrás.
Nos vemos el domingo,
Un abrazo.
Se desprende de tus palabras que has disfrutado y que lo has pasado bien corriendo, sólo por eso motivo vale la pena despertarse y levantarse de la cama; ánimo y mucha suerte en elñ futuro, un abrazo.
la verdad q os he leido varias veces,pero hasta el otro dia q os vi en benavente no me he animao a escribir,pero es una gozada ver vuestros comentarios sobre todo cuanto vamos a las mismas carreras,yo soy un pobrin al que adelantaste en la zona de tierra que de lo desfondao que iba hasta chocamos un poco y todo,jeje,enhorabuena por el blog
Dani: Ya tengo que pensar en serio en Zaragoza, porque además ese reloj suizo no se para y el tiempo no corre, vuela.
ALVARO RUIZ: Y a sabes, estamos en medio de esa parte de la temporada en que todo son carreras, que le vamos a hacer, mientras el cuerpo aguante habrá que correr, jeje.
SONIA: Trabajar y mucho, ya sabes, no hay que parar.
Risco: Alguno si paro, pero ahora estamos en fase de plena producción.
L.A.: No ando mal, veremos en La Bañeza; nos vemo.
el zorro: Gracias, esperemos que todo salga según lo planeado.
Crazysoul: Lo mismo digo, buena carrera en Langreo, me hubiese gustado estar allí, pero bueno por acompañar a Sonia me incline por Benavente. Hasta mañana.
manuel binoy: Me suelo pasar bien en las carreras y sobre todo cuando voy acompañado.
succaro: Recuerdo el choque, jeje, aunque por desgracia no tengo tu cara, cuando me vuelvas a ver en alguna carrera no dudes en llamarme la atención, y así nos conocemos en persona. Gracias por visitar y comentar en este tu blog.
Un beso para ella y un abrazo para ellos.
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