martes, 19 de abril de 2011

MAPOMA 2011: UNA DÍA ESPECIAL

(Ángel, nuestro cámara; Abe; Jaime; Raúl; Jan; Sonia y Saturnino)

Esta quizás sea la crónica que más me ha costado escribir, quizás por la carga sentimental que contiene. He procurado, a pesar de saber el final, ser objetivo y plasmar parte de mis sentimientos en ella, otros permitirme que queden en mi corazón. Y también he procurado ser lo más breve posible, pero esto no lo he conseguido, os pido perdón, y os dejo con la crónica.
Suena el despertador; despierto y me quedo con los ojos cerrados; trato de poner en orden mis pensamientos, de ahuyentar mis miedos; oigo a Sonia por el pasillo, "qué pasará por su cabeza", pienso mientras me incorporo en la cama; la encuentro en la cocina desayunando, aparentemente tranquila, "Buenos días, ¿qué tal?" (cuantas veces le preguntaré esto hoy o me lo pregunte a mi mismo), "Bien", responde; sigo con mi rituales, termino con mis vicios y manias, y espero pacientemente a que Sonia acabe con los suyos; con las mochilas al hombro, cargadas de todas nuestras ilusiones, abandonamos nuestro refugio.
Al salir nos recibe una mañana fresca y aún oscura; con paso sereno iniciamos un camino que ya habíamos transitado el año anterior, cuando ella iba a correr los diez kilómetros y yo el maratón, quizás ese mismo día decidió que un año más tarde ella correría conmigo su primer maratón; en el metro, donde se mezcla el final de una larga noche y el sueño con el inicio de un nuevo día y el ensueño, intento buscar anécdotas de mis viajes anteriores para darle una tranquilidad que yo también necesito; llegamos a La Cibeles, a la puerta del Ayuntamiento, donde nos mezclamos con los amigos de la comunidad blogera y con nuestros amigos del Nunca, donde se buscan las últimas palabras de apoyo, de ánimos, donde un simple hasta luego significa: Mucha Suerte; la hora se acerca y el gran grupo se empieza a disgregar; nos vamos a dejar las mochilas, con los amigos que van a compartir parte de nuestro sueño (Abe, Ángel, Jan, Jaime y Raúl), mientras Sonia busca en una última llamada a nuestro Ángel de la Guarda, que esta de camino, el último impulso.
Iniciamos la ascensión de Recoletos, Sonia a mi lado, ella con su llamador de ángeles yo con mi diablo de Timanfalla, la miro, la veo tranquila, aunque imagino que no puede estarlo, mi cuerpo es sacudido por un sinfín de emociones, de dudas, de miedos; vemos acercarse a los globos, a los guías de muchos sueños, y por qué no presumir que conocemos a parte de ellos, al gran Ángel de la Mata con su globo de 3h30m y a Amelia con su globo de 4h30m, quiénes con su cariño nos dejan toda su fuerza, y también a Gonzalo, a quién no vemos pero que ayer compartió comida con nosotros, con su globo de 3h45m; se van y nos dejan con la visión del arco de salida, la inmensa marea humana nos envuelve, Sonia a mi lado, rodeados de los amigos, la impaciencia del momento explota en aplausos, desde lejos percibimos que han dado la salida; la excitación va en aumento, cojo la mano de mi hija, no digo nada, solo la miro; nos movemos, apretujados, pasos cortos, frenazos, gritos de alegría o de miedo (quién sabe), más pasos cortos, más frenazos, más gritos, Sonia junto a mí, escoltados por nuestros amigos, un trote, más trote, la línea de salida bajo nuestros pies, ahora sí, llegó el momento de con letras, Dios quiera que de oro, empezar a escribir nuestro particular cuento.
Empezamos moviéndonos al ritmo de carrera, vamos cogiendo el ritmo poco a poco, no tenemos prisa, suavecito suavecito Castellana arriba; vemos a Tecolinha y a Pedrín, intercambio de ánimos, y continuamos con nuestro ritmo, tranquilos, “qué tal”, “bien”, al grupo se une Alfonso; ya estamos en el Bernabeu, donde los caminos de los maratonianos y los corredores del diez mil se separan, donde los aplausos caminan de una acera a otra, muchos estarán el próximo año en este lado, como le ha ocurrido a Sonia; primer avituallamiento, “ahora el terreno es más favorable”, empezamos a hidratarnos, Sonia sabe que eso es muy importante, no hace calor pero no importa, hay que beber; el grupo corre alegre, todos pendientes de Sonia, vamos por debajo de seis, y a medida que avanzamos nos acercamos al 5´30´´, haciendo algún kilómetro por debajo, “Tranquila”; atrás ya hace un rato que dejamos el globo de cinco horas, a tiro el de cuatro treinta, portado entre otros por nuestra amiga Amelia, entre risas y los mejores deseos de que no nos volvamos a ver hasta la meta continuamos; nos aproximamos a Cuatro Caminos, primer punto donde encontraremos apoyo de nuestra gente, allí esta Anabel; "¿Qué tal?”, ”Voy bien tranquilo”, “Ahora cuesta abajo hasta Sol”; nos dejamos ir, el ritmo aunque controlado se hace más alegre, mi interior me atenaza y me pide cautela, la veo bien, pero mis miedos no quieren dejarla correr, he visto demasiados cuerpos demasiadas ilusiones devoradas por Mapoma y no quiero, me niego, quiero ver una gran sonrisa cuando todo esto acabe; Fuencarral, Gran Vía, Preciados, miro a mi hija, sonríe, corre feliz, el grupo continua como un mismo alma, Sol, Mayor, que lujazo, que ambiente, Plaza de Oriente, túnel de Bailén, “Viene un tramo de subida”, regulamos y seguimos a ritmo; 1h57m56s, cruzamos la media, miro otra vez más a Sonia, no veo síntomas de cansancio, “tres kilómetros de terreno favorable, recupera, tranquila”, avenida Valladolid, la que en otras ocasiones se me hace eterna, pero hoy empequeñecida por lo que estoy viviendo, por esa felicidad atenazada por mis miedos, Príncipe Pío, donde volvemos a ser vitoreados por los nuestros, Beatriz y Tábita, Aitor, Anabel, Julio, donde recordamos y echamos de menos a Ángeles; entramos a la temible, por muchos, Casa de Campo, Sonia se lleva la mano a su muslo derecho, una, quizás dos veces, como no queriendo que la vea, pero sí, veo el gesto, y sí, no digo nada, no pasa nada, ”qué tal”, “bien”, eso es lo que cuenta; mi amigo Abe decide quedarse, su gemelo ya lleva un rato avisándole, también Alfonso hace unos kilómetros decidió tomárselo con más calma, al igual que Jaime, seguimos avanzado por Casa de Campo, el tobillo de Jan le pide cautela, y poco después la noche pasa factura a Raúl; el grupo, ahora de tres, Sonia, Ángel y yo, ya busca la salida de la Casa de Campo, “¿habrá llegado mamá?”, creo que no, pero queremos creer que sí o necesitamos creer, queremos correr rápido y al mismo tiempo correr despacio para que nuestro Ángel de la Guarda este entre los que nos esperan en Lago, quiero que sienta que nuestra hija va bien, y que nuestro cuento sigue escribiéndose en letras de oro; los gritos de la gente anuncian que salimos de Casa de Campo, que llegamos a Lago, mientras los gritos de los nuestros anuncian nuestra llegada, Tábita y Beatriz, Anabel y Beatriz, Mariano y Lucia y Enrique, y Julio; y seguimos corriendo, Sonia y yo nos miramos mientras pensamos que no hemos visto a quién más deseábamos ver, y seguimos corriendo sabiendo que era lo mejor que podía pasar; llegamos al kilómetro 32, “tres horas clavadas”, “¿qué tal?”, “bien”; sigo pidiendo cautela, pero en estos momentos sé que vamos a llegar, siento que mi hija va inmensa, pero sigo teniendo presente los miedos, he visto demasiada gente sufriendo y me sigo negando a que eso pase hoy, en puerta del Ángel el clic de la cámara de fotos de Aitor grita “vamos”; llegamos a la altura del Vicente Calderón (ni sé como se llama el puente ni mi importa, para mí siempre será el puente del Calderón), giro a la izquierda, recta, avituallamiento, otra recta y empezamos a subir, “tranquila, olvídate del tiempo, disfruta”, ronda de Segovia “mete un piñón más” me dice Sonia, Dios mío música celestial, o esto se nos va de las manos como diría mi amigo Abe; “Tranquila, tranquila”, seguimos subiendo, glorieta del emperador Carlos V, “esto ésta”, mi cuerpo es todo sentimiento, curva a la izquierda, subidón de Alfonso XII, un corredor sin aliento asistido por voluntarios frena los ímpetus de mi hija, o los freno yo o los frena nuestro Ángel de la Guarda; “Traquila, difruta”, veo a Miguel (corredor leonés que hoy corrió los 10 kilómetros), “Miguel, Miguel”, no me oye, “Miguel”, nos oye nos ve, corre a nuestro lado “qué tal”, “muy bien”, “qué alegria, vamos Sonia, carrerón”; Sonia sonríe, ya lleva un rato sonriendo; seguimos corriendo, kilómetro 40, kilómetro 41, Sonia ya no puede con sus emociones y rompe a llorar, agarro con fuerza su mano, no sé lo que siento; puerta de Álcala, último esfuerzo, entramos al Retiro, abrazo a mi hija “Disfruta, este es tu momento”, seguimos corriendo, abrazados, cogidos de la mano, Ángel en un gesto que le honra se coloca detrás, no amigo, ese no es tu sitio, tu sitio esta a nuestro lado, nos acercamos a la meta inmersos en un mundo de sentimientos difícil de describir, y los nuestros vuelven a estar ahí, primero Tábita y Beatriz, y después, busco más que nunca a nuestro Ángel de la Guarda, la veo, esta vez sí, Sonia sonríe entre llantos, oigo los gritos de “Sonia, vamos”, pero mi mirada busca la de Ángeles, se cruzan (y nos decimos todo), aquí estamos, atrás dejamos a todo el grupo (Ángeles, Sandra, María Eugenia, que acababan de llegar de León; Mariano, y mis sobrinos Lucia y Enrique, que hoy no podían cruzar la meta con nosotros, era el momento de mi hija; Anabel, que fiel a la tradición nos recordaba con su presencia la de Ángeles; de Julio; de Elena; de Aitor; de Esther, sin nuestro Ángel-illo); y cruzamos la meta, agarrados de la mano Ángel a la izquierda, Sonia en el medio y yo (el padre) a la derecha; y ya no se pudó contener y lloró, por qué no, es grande lo que ha conseguido y es muy grande lo que me ha hecho vivir; la abrazo, la beso, la dejo que sienta o nos dejamos que sintamos; continuamos con los tramites, hidratación, relajación, recogimiento y reconocimiento personal, recogida de mochila y ahora al encuentro con los nuestros; busco a Ángeles, nos abrazamos, no necesitamos decirnos nada, ella y yo sabemos de nuestros miedos, y ella y yo sabemos de nuestra inmensa alegría; Sonia se abraza a su madre y llora, tampoco necesitan decirse nada, ellas también saben de su alegría.
Siempre termino estas entradas con los agradecimientos (a Dios gracias que acabas, diréis), hasta esto me resulta difícil (no acabar, sino agradecer), pero voy a ello: Gracias a todos los que en la distancia habéis vivido esta experiencia con nosotros, qué sois muchos; Gracias a todos los que habéis estado animando al pie del camino (qué también sois muchos); Gracias a Sandra y María Eugenia porque hicieron un gran esfuerzo para estar; Gracias al gran grupo que nos acompañó durante parte del recorrido, Alfonso, Jaime, Abe, Jan, Raúl; Gracias a Ángel por no saber correr solo; Gracias a Ángeles (nuestros Ángel de la Guarda) por haber estado siempre a nuestro lado; y para terminar Gracias a Sonia, mi hija, por dejarme ser el Gran Caballero de su cuento, de un cuento que ella, y solo ella ha escrito con grandes letras de Oro.

36 comentarios:

Abe dijo...

¡¡¡Buuuffff!!!
Un saludo amigo.

Ángel dijo...

¡¡¡Bonito, muy bonito lo que has escrito!!!.

Gracias a vosotros dos por no dejarme correr sólo y compartir conmigo esos momentos finales que tanto anhelábais.

Abrazos a ambos.

Miguel dijo...

bufff.. ¡que emocionante!

Ha sido un cuento precioso que nunca olvidaréis. Muchos de nosotros, aun sin conoceros en persona, tampoco.

Ahora ya es una parte de vuestra vida escrita en preciosas letras de oro. Felicidades.

un abrazo!

Carles Aguilar dijo...

Mi mas sincera y emotiva enhorabuena a Sonia y a ti... Cuando se cumple un objetivo como-este que habéis compartido tan estrechamente sobran más palabras.. Hay sentimientos que sólo se expresan con la mirada... Sois grandes,los dos..!! Felicidades..!!

Abuelo Runner dijo...

Emotiva crónica y final de ensueño..vivir esto con uno de los tuyos, no esta al alcance de muchos, así que mis FELICIDADES con mayúsculas para los dos.

Risco dijo...

Como padre tengo la carne de gallina.
Me da pena haberme perdido vuestra llegada pero es que estaba ocupado muriendome en un banco.

Talo dijo...

No tengo palabras....
IMPRESIONANTE.
ENHORABUENA

Jan dijo...

no se puede explicar mejor. Satur, como me ha emocionado leer esta crónica.

Fue un día glorioso.

Pd: una foto impresionante de la campeona: https://picasaweb.google.com/110371187084805386748/MARATONDEMADRID17Abr2011#5597307761084977858

Halfon dijo...

Satur, no hay palabras.

Fue un orgullo poder correr con vosotros ese tramo, sois muy grandes.
Un fuerte abrazo

JUAN dijo...

Qué emocionante, además de bien contado
Para un padre debe de ser inmenso
Se notaba en el ambiente que algo grande iba a pasar, y pasó
Un abrazo para los dos

Francisco Castaño dijo...

Primera crónica larga, que no se me hace larga, casi me ha dado pena que acabara.

Vaya satisfacción, tal y como está la cosa, que acabes un maratón con tu hija.

Felicidades y sobre todo felicidades y un beso muy grande para Sonia.

Eso si, estos días se acordará del maratón al subir y bajar escaleras, te deja destrozado.

Lo dicho felicidades y besos.

Churry dijo...

Que !GRANDE! Satur...........

TITAN dijo...

impresionante cronica me he emocionado y he acabado entre lagrimas por cosas como estas es por las que amo este deporte y amo a la gente como vosotros mi mas sincera enhorabuena a los dos...porque vosotros sois los verdaderos CAMPEONES de esta edicion, sois muy grandes.

30672 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
30672 dijo...

ENHORABUENA!! Habéis cumplido vuestro sueño y lo habéis convertido en un reto para muchos de nosotros. Emocionante la crónica, imposible leerla de un tirón porque se "empaña" la pantalla. Espero que nos veamos pronto "corriendo por la Candamia".

pipo dijo...

La ilusión es el alimento de los sueños y estos cuendo se cumplen hacen que vivir sea maravilloso.
¡ENHORABUENA!, vuestro mejor combustible, el amor

Roberto Gilarte dijo...

FELICIDADES A LOS DOS, BUENO A TODOS LOS QUE LUCHASTEIS POR ESE DIA. No se si tengo más ganas de terminar mi primera maratón o de que mis hijos quieran terminarla conmigo, algún dia les contaré vuestra historia, y espero hacerla mia tambien. Un saludo.

Raúl dijo...

Precioso, Muchas felicidades porque os lo habéis merecido. Tanto esfuerzo y constancia ha tenido recompensa.

Tábita dijo...

¡¡¡Madre mía!!! Los que nunca hemos echo deporte y, de repente, alguien nos da la oportunidad de pertenecer, participar, disfrutar y casi emocionarnos con vuestra ilusión, perseverancia y vuestros logros... no sabemos qué decir.
Sólo sé que los sueños están para cumplirlos. Vosotros lo habéis conseguido. Mil besos!!!

Beatriz dijo...

En la oficina se deben estar preguntando que qué me pasa que no me separo del pañuelo... En fin, la emoción de leer una crónica tan llena de sentimientos. No me cansaré de daros la enhorabuena a los dos. Ahora a disfrutar del merecido descanso sin olvidar próximos retos, seguro que vuestras mentes ya están en ello.
Un abrazo.

Beatriz dijo...

Por cierto, me encanta la foto.

Raúl Rubio dijo...

Me has dejado sin palabras Satur, solo daros las gracias por haber compartido parte de vuestra gesta.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Simplemente ENHORABUENA. No se puede decir más

Un fuerte abrazo para los dos

Javier

SGF dijo...

Gran crónica, me has saltado las lágrimas. Os lo mereciais, así que el esfuerzo mereció la pena; el mérito es todo vuestro.
1beso

Mauri dijo...

¡Sois muy grandes ti@s, muy grandes! Me encantaría haber sido testigo directo...

Un abrazo

ANGELES dijo...

MIS OJOS TE HAN VISTO CRUZAR LA META DE 14 MARATONES Y SE LO QUE HAY DETRAS DE CADA UNA DE ELLAS.GRACIAS POR ENSEÑARLE A SONIA TODO LO QUE APREDISTE DE ELLAS Y PUDIERA CORRELA BIEN Y DISFRUTARLA Y UN LUJO PODER HABERLO HECHO JUNTO A ELLA. PRIMERO PREOCUPACION,LUEGO EMOCION Y AHORA PURA SATISFACION.UN BESO.

Rafa González dijo...

Tremendo!! No puedo ni imaginar qué emociones tubistéis durante todo el día!! Muchas felicidades y un fuerte abrazo!!!

More dijo...

Tremendo Saturnino, bonita cronica la que has escrito, tambien con letras de oro, la emocion y el sentimiento que desprende cada una de tus palabras ha conseguido que yo al leerla, haya vivido el momento casi con la misma emotividad que vosotros, te lo aseguro

Enhorabuena Satur, prueba superada.

SONIA Y SATUR... GRANDES.

Un abrazo.

Saturnino dijo...

Abe: Eso digo amigo, ¡¡Buuff!!.
Ángel: Jeje, no sabes correr solo; no tienes que darlar, es siempre un verdadero placer, salvo cuando mi cuerpo y mi mente ya quieren ir solo.
Miguel: Es ya parte de nosotros y nos alegra que sea de muchos de vosotros, gracias.
Carles Aguilar: Son miradas de sentimientos. Gracias.
Maier: Yo he tenido esa suerte y me siento afortunado y dichoso, y espero correr muchos más con ella, o al menos uno más. Gracias.
Risco: Quedan muchas más llegadas y me alegro de que te saliese bien la carrera. ¿Hasta el próximo mapoma?.
Talo: Gracias; nos vemos en Benavides, este año si que iré.
Jan: Un bonito día que nunca olvidaré; gracias por compartirlo con nosotros.
Olga y Alfonso "Halfon": El volver a verte y correr unos kilómetros juntos también es un orgullo para mí. Gracias.
JUAN: Como padre me siento muy feliz por ver la alegria de mi hija y ver el gran esfuerzo que ha realizado para llegar ahí. Gracias.
Francisco Castaño: Me alegra saber que se te hizó corta, a mi me ha costado un montón escribirla, más de lo que hubiese pensado.
Churry: Gracias amigo y recuerda que el próximo año lo tienes ahí. Y perdona al releer la crónica me dí cuenta de que no te cito en ella, y estuvistes allí ayudando, mil perdones y que sepas que en el corazón de nuestros recuerdos si estas.
TITAN: Perdón por esas lágrimas que te hemos hechos derramar y gracias por esa emoción compartida.
30672: Me alegra que sea un referente para vosotros; nos vemos por La Candamia.
pipo: Muchos de vosotros, durante la preparación echástesis ese combustible necesario para afrontar la dureza del maratón.
tri roberto gilarte: Es la historia de muchos de nosotros; gracias.
Raúl: Muchas gracias.
Tábita: Espero que compartas con nosotros muchos más sueños como este. Gracias por estar ahí.
Beatriz: Sabes que tenemos la mente deforme, y que nuestros retos siempte están ahí, y que además somos capaces hasta de cumplirlos. Gracias por esos gritos de ánimo.
Korrecaminos: Me resulta difícil que te quedes sin palabras, jeje. Gracias a tí por la ayuda durante tantos kilómetros.
Javier: Sencillamente, Muchas Gracias.
Sandra: Este mérito es de mucha gente, y no solo nosotros hemos hecho ese día un gran esfuerzo. Gracias de corazón.
Mauri: Parte de este logro es tuyo, por esos entrenamientos compartidos durante estos interminables meses. Gracias.
ANGELES: Si tú no huvieses estado simepre apoyando no habriamos logrado nada; este premio es para tí. Un beso.
Rafa González: Ha sido grande y las emociones, algunas las he intentado plasmar en la crónica, otras me ha sido imposible. Gracias.
Abrazos para ellos y besos para ellas.

Javi Her dijo...

emocionante amigo...uffff.... los pelos de punta, me dejas, has plasmado toda la emocion que se merece la carrera y mas con chica, convertida en una de los nuestros... MARATONIANA y por LA PUERTA GRANDE... claro que GRANDE es el PADRE...

Un abrazo, y gracias por compartir todo el relato con nosotros.

Saturnino dijo...

More: Muchas gracias.
JAVI VEGA: Pues seguida y conseguida. Gracias.
Javier HG: Al menos lo he intentado y me alegra que te haya gustado. Gracias.
Un fuerte abrazo.

quico (elzorro) dijo...

satu,sonia...la envidia no es buena,pero es lo que siento ahora....felicidades de todo corazon.
un abrazo

Jota dijo...

Me imagino que como padre tendrías dos sentimientos enfrentados: la protección de tu hija frente al dolor y el sufrimiento, y la búsqueda de su felicidad. Elegiste el camino adecuado. Pasar de 10 kms a 1 maratón en tan solo un año es una auténtica machada, digna de mi más sincera admiración.
A todos los que me llaman loco por correr, correr y correr, les recomendaría que leyeran esta entrada.
ENHORABUENA

Alberto dijo...

Gran crónica amigo, felicidades y a compartir mas carreras con nuestra "maratoniana" del NUNCA....
Un abrazo campeón y besos para Sonia.

THE BOSS

lunallena dijo...

Uffffffffffff!!! esperaba esta crónica desde el primer día que emprendisteis el camino a vuestro sueño. Qué puedo decir???? muchas felicidades!!! y gracias por compartir con todos tus sentimientos y emociones, tengo que confesar que me has echo llorar.
Siempre es un placer leerte.
Un besín

Sonia dijo...

Y ahora, después de todo, me toca a mí...

GRACIAS PAPÁ.