Ultimamente no veo más que mirar al cielo; la lluvia, la intensa lluvia, se ha llevado la ilusión de miles de "papones" que durante estas fechas sacan a la calle sus santos, ha impedido que cornetas y tambores eleven sus rezos al cielo.
Se dice, muchas veces, qué mal de muchos consuelo de tontos; pero los que viven con más intensidad la Semana Santa, difícil consuelo pueden tener, el único quizás, pensar que un año pasa pronto.
Se dice, muchas veces, qué mal de muchos consuelo de tontos; pero los que viven con más intensidad la Semana Santa, difícil consuelo pueden tener, el único quizás, pensar que un año pasa pronto.
Y esa misma lluvia, que dió al traste con tantos sueños, a mí me ha dado el respiro y el tiempo suficiente para recuperar el cuerpo y la mente del esfuerzo del maratón. Dicen los que saben, que después del esfuerzo de correr cuarenta y dos kilómetros hay que descansar y asimilar el desgaste; pero creo yo, que eso no quiera decir parar del todo, vale que paremos unos días o una semana, pero después debemos empezar los entrenamientos poco a poco, a baja intensidad. Y tampoco querrán decir que no se pueda participar en ninguna carrera en dos o tres meses, aunque lo dicen, porque bien se pueden correr, siempre y cuando seamos conscientes del periodo en que nos encontramos, y vayamos a disfrutar corriendo en compañia de nuestros amigos, como si fuera un entrenamiento más.
Y yo, no voy a mirar al cielo, y el lunes llueva o no llueva salgo a correr.
6 comentarios:
Bien dicho, Saturnino; así se habla; un saludo.
pues yo Satur salí a soltar el martes, rodé otro poco el jueves, y el finde con cautela saldré a correr, el sábado y el domingo, sin hacer marca pero poco a poco, mientras que las sensaciones no sean malas, es decir cansancio, desgana o alguna molestia, a correr un poco, es la mejor forma de recuperarse.
Un abrazo
Yo tampoco aguanto más así que mañana saldré a ver que tal me he recuperado. Un saludo
Yo el lunes salgo a correr con Mónica sí o sí, la Casa de Campo debe estar de dulce ;-)
De todos modos lo de la lluvia y la semana santa es una relación tortuosa, la de lloros que provoca, qué mala suerte de verdad.
Un saludo.
Como muy bien has dicho, se puede salir a rodar con calma y disfrutando del paisaje, la lluvia (a mi personalmente me encanta correr con agua), dejándose llevar uno a su pequeño mundo de ensueños. Se puede combinar perfectamente la pasión y la razón.
Un saludos
Hola Satur
Ya está bien de lluvia en esta Semana Santa, ahora a correr aunque llueva.
Saludos
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