viernes, 22 de abril de 2011

REZANDO AL CIELO

(foto cortesía de Pascual)
Ultimamente no veo más que mirar al cielo; la lluvia, la intensa lluvia, se ha llevado la ilusión de miles de "papones" que durante estas fechas sacan a la calle sus santos, ha impedido que cornetas y tambores eleven sus rezos al cielo.
Se dice, muchas veces, qué mal de muchos consuelo de tontos; pero los que viven con más intensidad la Semana Santa, difícil consuelo pueden tener, el único quizás, pensar que un año pasa pronto.
Y esa misma lluvia, que dió al traste con tantos sueños, a mí me ha dado el respiro y el tiempo suficiente para recuperar el cuerpo y la mente del esfuerzo del maratón. Dicen los que saben, que después del esfuerzo de correr cuarenta y dos kilómetros hay que descansar y asimilar el desgaste; pero creo yo, que eso no quiera decir parar del todo, vale que paremos unos días o una semana, pero después debemos empezar los entrenamientos poco a poco, a baja intensidad. Y tampoco querrán decir que no se pueda participar en ninguna carrera en dos o tres meses, aunque lo dicen, porque bien se pueden correr, siempre y cuando seamos conscientes del periodo en que nos encontramos, y vayamos a disfrutar corriendo en compañia de nuestros amigos, como si fuera un entrenamiento más.
Y yo, no voy a mirar al cielo, y el lunes llueva o no llueva salgo a correr.

6 comentarios:

manuelbinoy dijo...

Bien dicho, Saturnino; así se habla; un saludo.

Rafa dijo...

pues yo Satur salí a soltar el martes, rodé otro poco el jueves, y el finde con cautela saldré a correr, el sábado y el domingo, sin hacer marca pero poco a poco, mientras que las sensaciones no sean malas, es decir cansancio, desgana o alguna molestia, a correr un poco, es la mejor forma de recuperarse.
Un abrazo

Raúl dijo...

Yo tampoco aguanto más así que mañana saldré a ver que tal me he recuperado. Un saludo

Abe dijo...

Yo el lunes salgo a correr con Mónica sí o sí, la Casa de Campo debe estar de dulce ;-)
De todos modos lo de la lluvia y la semana santa es una relación tortuosa, la de lloros que provoca, qué mala suerte de verdad.
Un saludo.

lunallena dijo...

Como muy bien has dicho, se puede salir a rodar con calma y disfrutando del paisaje, la lluvia (a mi personalmente me encanta correr con agua), dejándose llevar uno a su pequeño mundo de ensueños. Se puede combinar perfectamente la pasión y la razón.
Un saludos

Trapatroles dijo...

Hola Satur
Ya está bien de lluvia en esta Semana Santa, ahora a correr aunque llueva.
Saludos