De lunes, 12 de marzo, al domingo, 25 de marzo
“Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza”, comentó en cierta ocasión Bern Wiliams.
Atrás queda la mitad de la preparación, paso el ecuador y la escala de colores poco ha variado; deje el negro inicial para instalarme en una escala de grises que varía según el día. Según mi día.
Estas, han sido dos semanas de duro trabajo, en las que poco o nada he conseguido. Durante estos quince días he alargado las tiradas intermedias para así eliminar de mi mente la barrera de sufrimiento (imaginaria) que se ha instalado en mi cabeza. Una barrera que encuentro entre el kilómetro trece y quince, y que después me acompaña durante el resto del entrenamiento. ¿Lo he conseguido?, me temo que no, pero al menos me queda el consuelo de que ya falta menos.
Y si en las tiradas intermedias alargue el kilometraje para ahuyentar fantasmas, en las tiradas largas baje el ritmo para buscar sensaciones. La primera, el día 18, coincidió con la Media de León, en las que conseguí, no sin un poco de sufrimiento, sacar una media de 5m15s; y la segunda, el día 25, más de lo mismo.
Si correr fuese una ciencia exacta podría resolver el enigma, pero desgraciadamente no lo es.
“Nunca una noche ha vencido al amanecer, y nunca un problema ha vencido a la esperanza”, comentó en cierta ocasión Bern Wiliams.
Atrás queda la mitad de la preparación, paso el ecuador y la escala de colores poco ha variado; deje el negro inicial para instalarme en una escala de grises que varía según el día. Según mi día.
Estas, han sido dos semanas de duro trabajo, en las que poco o nada he conseguido. Durante estos quince días he alargado las tiradas intermedias para así eliminar de mi mente la barrera de sufrimiento (imaginaria) que se ha instalado en mi cabeza. Una barrera que encuentro entre el kilómetro trece y quince, y que después me acompaña durante el resto del entrenamiento. ¿Lo he conseguido?, me temo que no, pero al menos me queda el consuelo de que ya falta menos.
Y si en las tiradas intermedias alargue el kilometraje para ahuyentar fantasmas, en las tiradas largas baje el ritmo para buscar sensaciones. La primera, el día 18, coincidió con la Media de León, en las que conseguí, no sin un poco de sufrimiento, sacar una media de 5m15s; y la segunda, el día 25, más de lo mismo.
Si correr fuese una ciencia exacta podría resolver el enigma, pero desgraciadamente no lo es.
8 comentarios:
Como bien dices será cuestión de coco pero tienes el maratón en las piernas y, aunque ahora te cueste, en el fondo lo sabes.
Ánimo.
Es normal que te cueste aclimatarte a subir esos kilómetros pero son entrenos que suman y a la larga te beneficiarán
Satur estamos llegando y en tu caso aunque veas grises, en las piernas tienes colores claros.
El día 22 te va ha salir lo que llevas dentro, porque lo has hecho y lo vas a volver a hacer.
Ninguno queremos sufrir, o al menos eso pensamos, pero sabemos que existe una ecuación sufrimiento = Maratón y para eso nos preparamos.
las barreras tu solo te lo dices todo, son imaginarias!! Saturnino creeteló que no existen, y disfruta de cada entrenamiento que se nos echa el tiempo encima. Ya habrá tiempo de sufrir en Madrid, aunque el disfrute vencerá al sufrimiento. Un abrazo. Comenzó la cuenta atrás....
Quiza amigo estés notando el parón a nivel psicologico, eso hace que el cuerpo no funcione como uno desea... pero tres entrenos mas que pasen de 18km, serán una carga emocional.. para que todo cambie, ya me lo diras!!
¡Ánimo campeón!, no llores tanto que quedan cuatro semanitas, y sabes que no me gusta correr solo MAPOMA.
Como sigas marcando esos tiempos nos plantamos en el Retiro en menos de 4 horas, ¡con un par!.
Abrazos amigo.
Acuérdate de lo que me decías cuando lo preparé por primera vez sobre "los chantajes de la mente". Si ves que asoman, ya sabes, ¡no cedas!
Por otro lado, yo que tú me olvidaría un poco de la marca. Seguro que estás preparado de sobra.
Un abrazo.
¡¡¡ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja!!!
Ya está el "reportero" amenazándote con la "compañía" y bajar de cuatro horas... ;-)
Con amigos así quién quiere enemigos...
Por cierto a la vuelta de la semana santa habrá que pensar en la comida de la pasta pre-maratón...
Nos pondremos a ello, un saludo!!!!
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