Sendero
Una robusta mano creadora,
ávida de simientes y de apero,
supo abrir, laboriosa, este
sendero
y con él una ruta orientadora.
Bendecid esa mano bienhechora
que sirvió con afán al montañero
para darle un camino placentero
y hacerle la ascensión más
tentadora.
No desdeñéis por nimio el noble
empeño,
siempre es grande, si es puro, lo
pequeño,
la caridad lo humano hace divino
y por la omnipotencia del
trabajo,
toda meta en el mundo tiene
atajo,
grato y bello es por él todo el
camino.
De Esteban Calle Iturrino
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