Amanezco a un día gris, pero
eso no hace que no esté dispuesto a disfrutar. Todo a mi favor. Como no podía ser de otro modo,
empiezo a pasarlo bien con los antes, con esas risas que ya aparecen desde el
principio, con ese café, y los saludos. Con la complicidad de todo un Equipo.
Tras el arco, de ese no, del
otro. En la parte de atrás. Junto a mis compañeros María Jesús, Pedro, y José
María al que ayudaremos a cumplir con un objetivo: 01h58m. Y después de la
cuenta atrás nos vamos a por ello.
Controlando el ritmo desde
el principio, sin dejarnos ir por los que nos preceden, ni por el ánimo de las
calles de La Bañeza. Dejamos las calles, formando un quinteto, ya que a
nosotros se ha unido Rafa. Y juntos vamos sentando la base de la carrera. Casi
sin darnos cuenta llegamos al kilómetro 5, y de ahí a salvar la pequeña cuesta.
Después ya es hora de ir acompasando el ritmo. Por el momento todo bien. Las
caras también lo dicen. Hablo, hablamos, para que nuestro compañero piense poco
y corra mucho. Kilómetro 10, giro a la derecha y a seguir por las calles de
Miñambres, este año vacías de aplausos. Avituallamiento. “Vamos”. Todo bien.
Seguimos no dejando pensar. Afianzamos el ritmo, y lo mantenemos dentro del
objetivo. Fácil pasan los kilómetros. Redelga, también con calles huérfanas de
aplausos. “Vamos, vamos”. La fatiga empieza a aparecer, pero el ánimo y su
determinación hacen lo suyo para no perder de vista nuestro objetivo. Otra vez
en Ribas. Ahora todo más fácil, los kilómetros se suceden. El esfuerzo llevado
al límite, pero está mereciendo la pena. Hablamos y hablamos, tanto María Jesús
como Pedro, como yo. Rafa se nos ha ido por delante, de vez en cuando mira para
atrás. Nosotros le seguimos. Vamos a por el último esfuerzo. Cruzamos la vía
muerta del tres y nos adentramos en La Bañeza. Todo al alcance de la mano, todo
a favor. “Vamos, vamos”, no sé las veces que lo he dicho hoy. No nos relajamos. Solo un giro. Solo. A la izquierda.
Ante nosotros, muy cerquita la meta.Los ánimos de los nuestros dan el último empujón para cruzar una línea, su meta: 01h58m. Objetivo logrado, sobre todo a su esfuerzo. Enhorabuena José María.
Y después a seguir disfrutando del día, con la compañía de mis amigos del Nunca correrás solo.
Para terminar esta historia,
os dejo con el enlace de las fotos de Ángeles: PINCHAR AQUÍ.
2 comentarios:
Enhorabuena a José María
Se lo merece y con la mejor compañía
Correr con vuetras compañia fue un lujo y lograr que Jose Maria bajara de 2 horas un lujo mayor y eso que por momentos no lo veia claro pero estas hecho Saturnino un gran marcador de ritmo y un gregario de lujo. Desde luego que Jose Maria nunca se sintio solo, estuvo siempre escoltado por Saturnino, Maria Jesus y Pedro, que gran equipo¡¡¡.
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