Del 24 al 30 de agosto
Empiezo el viaje a otra de mis fiestas; en esta
ocasión me voy a Valencia. Por delante 12 semanas de espera y esperanza, de
ilusión.
Dice, o dijo, John Milton que “Largo y arduo es el camino que conduce del infierno a la luz”,
pero para que todo sea más llevadero y placentero habrá que volver a la rutina
de los entrenamientos, con los que, sin duda, poco a poco se irá allanando ese
camino al que se refiere John Milton.
La primera toma de contacto ha terminado con 45´990
kilómetros, repartidos en los cuatro entrenamientos habituales:
El martes,
día 25, rodaje de una hora que dio para recorrer 10.530 metros.
El miércoles
me reencuentro con las series, mucho tiempo desde la última vez; hoy me tocaron
en cuesta, así que subir y bajar, que entre calentamientos y enfriamientos,
dieron par 9.520 metros.
El viernes,
otro día de rodaje, otra hora, aunque más tranquila, para completar 10.260
metros.
Y para rematar la semana, la tirada larga del sábado, por un bonito paraje y con los
recuerdos que llegan cuando corres en soledad. Noventa minutos para rematar
15.680 metros.
Primera semana afrontada con muchísima calma. El primer
objetivo, como siempre, es acabar el maratón, así que a llevar los
entrenamientos con la tranquilidad de saber que tenemos mucho margen para
corregir y compensar los errores.
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